sábado, 27 de mayo de 2017

Independencia de Venezuela



Antecedente de la Independencia

En siglo XVIII es el gran período revolucionario en el mundo europeo y sus derivados de América. La independencia de los Estados Unidos de América y la Revolución Francesa fueron fenómenos históricos inspirados en principios ideológicos semejantes. Los núcleos hispanoamericanos había logrado un desarrollo intelectual tan extraordinario que no podían permanecer desatentos e insensibles a lo que estaba pasando en el resto del mundo. 

La Primera República

1830 es un año especialmente significativo para el proceso de la formación republicana de Venezuela. Entonces se estructura propiamente lo que será la República de Venezuela por separado de la formación de la gran Colombia y con más fuerza nacionalista de lo que fuera la Primera República. Esta última designación se refiere a la República surgida de la declaración de independencia y que va a terminar con la capitulación de Miranda. En la cabeza de los libertadores esta Primera República será un ideal en disputa, por el cual se lucha con denuedo y a veces desesperadamente. 


Causas que explican la revolución de Independencia

La Gaceta de Caracas, comenzada a editar el 24 de octubre de 1808, publica desde entonces las noticias y documentos de mayor relieve relativas a la invasión de España por el Emperador de los franceses, Napoleón, y los de los cambios ocurridos como consecuencia de la lucha emprendida por los españoles. Esa lucha se llama Guerra de Independencia en la historia de España y en parte coincide temporalmente con la venezolana: empezó el 2 de mayo de 1808, con el alzamiento del pueblo de Madrid, y terminó el 4 de junio de 1814, cuando las ultimas guarniciones francesas abandonaron la ciudad de Figueras, en la provincia de Gerona, al norte de la península. 

En orden político, lo más sobresalientes de los sucesos españoles, con motivo de la presión francesa, fue la llamada abdicación de Bayona (abril-mayo de 1808), donde Carlos IV, rey de España desde 1788, abdica a favor de Napoleón, y Fernando VII, sucesor de Carlos IV, renuncia tanto a la corona como al principado de Austria. En marzo había abdicado Carlos a favor de Fernando, obligado por el motín de Aranjuez, ocurrido el 19. 

La situación política de España será una causa para que en Venezuela se piense en la Independencia, ya que el hecho de no haber un gobierno capacitado para evitar la anarquía daba pie a fijar la atención sobre requerimientos procedentes de otros lados. 

El desajuste español se refleja, pues, en la estructura de las provincias ultramarinas. En Venezuela hubo malestares económicos hacia finales del siglo XVIII, lo cual obedecía a la falta de brazos para recoger las cosechas –cacao-, ya que hubo levas para defender las costas de incursiones inglesas y francesas, pues España estaba en guerra con ambos países y perdió incluso a Trinidad, que formó parte del distrito de la Audiencia de Caracas. Por otra parte, las medidas fiscales que fue menester adoptar para satisfacer necesidades públicas de la nación española inquietaban a los hacendados venezolanos este malestar económico prepara también el ambiente para los sucesos que habrán de ocurrir a partir de 1808. 

A este fondo de malestar económico se suman las ideas que la revolución de las colonias inglesas del Norte y la propia Francia han echado a volar sobre un mundo cansado de la tutela colonial y donde de antiguo se pronuncian fuerzas subterráneas de no disimulado propósito autonomista. El criollo se siente capaz de dirigirse por sí mismo y, constituido en recia nobleza de dura estirpe feudal, pugna por un cambio que le dé el señorío pleno de estado, así como tiene el de la tierra y los esclavos que la labran. 

Se juntan así dos causas que determinan el giro hacia la realización independentista: una de orden material, procedente de la propia historia española, y la otra de orden moral, nacida del momento, de la circunstancia histórica universal; esto es, un determinado fenómeno económico y un determinado fenómeno espiritual, humano: las ideas revolucionarias. 



La Revolución de Abril. La Junta de Caracas y sus Medidas de Gobierno

Los dos últimos capitanes generales que tuvo Venezuela fueron Juan de Casas y Vicente Emparan. El primero gobernó desde el 9 de octubre de 1807 hasta el 17 de mayo de 1809, y el segundo desde esta ultima fecha hasta el 19 de abril de 1810. El tiempo transcurrido durante el gobierno de Casas y Emparan es de inestabilidad, de fermento revolucionario, de exaltación. Por una parte, ocurren graves acontecimiento en España –conjuración de El Escorial, caída de Godoy, proclamación de Fernando VII, abdicación de Bayona, nombramiento de José Bonaparte como rey de España, levantamiento del pueblo español, creación de juntas-, y por otra, Caracas es testigo de motines y conmociones diversas. 

Sucesos en Caracas

El 27 de julio de 1808 el capitán general Casas convocó a las siguientes personas en su residencia particular: Joaquín Mosquera y Figueroa, visitador y regente de la Real Audiencia; Antonio López de Quintana, consejero; Juan Jurado, teniente de gobernador y auditor de guerra; Mateo Pérez y Sáenz, mariscal de campo y subinspector de Artillería; Judas Tadeo de Tornos, brigadier y comandante de Artillería; Juan Pires y Correa, coronel; Matías Letamendi, también coronel, y Pedro González Ortega secretario de la Gobernación. En la reunión se trató del estado de alarma en que estaba Caracas con motivo de la presencia de los enviados franceses e ingleses y como resultado del motín habido el 15 pasado. Dos medidas fueron tomadas por Casas, sin duda con respaldo de los funcionarios convocados. Una orden policial, como fue el arresto de los tres individuos que más sobresalieron en el motín callejero, y otra de orden político, como fue dirigirse al ayuntamiento proponiendo crear “una junta a ejemplo de Sevilla”. Si los arrestos no pasaron de ocasionar disgustos personales y malestares internos, la proposición sirvió de semilla para la revolución en puertas. El Ayuntamiento acogió la idea, pero Caracas desistió del proyecto. 

El motín ocurrido el 15 de julio se debió a la presencia del enviado francés. Caraqueños distinguidos se impacientaron y a la cabeza de la muchedumbre pedían la expulsión del francés y la proclamación y fidelidad a Fernando VII. Hubo gritos frente al Ayuntamiento, los franceses se marcharon con escolta hasta La Guaira, Casas paseó el retracto de Fernando por las calles y se profirieron vivas y mueras. Pero en el fondo estaba presente el fervor revolucionario, que se cuidaba como novedad política en las casas de algunos criollos de rango social elevado, como los Bolívar, en cuadra se celebraban reuniones. 

La Revolución de Abril

En 1810 se desata la historia venezolana con la aparición en la dirección pública de hombres arraigados en la tradición criolla. La generación que toma en sus manos los sucesos independentistas venia organizándose, intelectual y socialmente, para proceder a los hechos que consideramos de mayor relieve en nuestro proceso. 

La juventud caraqueña, acompañada también por los hombres maduros, emprendió el camino revolucionario desde 1808, dispuesta a la independencia. Durante el gobierno de Emparan, y antes del 19 de abril, se intento por dos veces destituir al capitán general y formal una Junta (14 de diciembre de 1809 y 2 de abril de 1810), cosa que se conseguirá al fin el Jueves Santo, 19 de abril de 1810. 

El 18 se reunieron los revolucionarios en la casa de Manuel Díez Casado, y en la madrugada del 10 en la del doctor José Ángel de Álamo. En la mañana de este último día convocó al Cabildo urgente el alcalde José de las Lamozas, su vicepresidente, mientras los jóvenes revolucionarios recorrían la ciudad invitando a las gentes a concurrir a la plaza pública, frente a las casas consistoriales. La convocatoria del Cabildo era ilegal, esto es, revolucionaria, pues sólo podía hacerla el propio capitán general, como su presidente. 

La revolución comenzó por un cambio de gobierno, pero las actuaciones se hicieron aún en nombre del rey Fernando y apellidando patria a España. 

La junta de Caracas

El Ayuntamiento quedó transformado, por el acta del 19 de abril, en Gobierno, asumiendo luego el nombre de Junta Suprema de Caracas para gobernar las provincias de Venezuela. Se dio el tratamiento de Alteza y luego el nombre completo de Suprema Junta Conservadora de los derechos de Fernando VII en las provincias de Venezuela. 

Medidas del Gobierno

Además de proceder a su organización interna y de tomar las medidas policiales propias para su seguridad, la Junta Suprema reorganizó las milicias, dándoles nuevos jefes y tomando otras medidas militares. Ordenó paga doble a las tropas que intervinieron el 19 de abril. 

En el orden administrativo comenzó por acordar la libertad de comercio con nuestra patria común y con las demás naciones amigas, aliadas y neutrales, según bando del 3 de mayo. Suprimió los derechos de exportación y abolió la alcabala sobre subsistencia y objetos de necesario consumo. Libró a los indios del tributo al que estaban sujetos, para que los primitivos propietarios de nuestro suelo gozasen antes que nadie de las ventajas de nuestra generación civil. Prohibió el comercio de esclavos negros. Libertó a muchos individuos detenidos por pretexto de vagos con perjuicio de nuestra prosperidad agrícola. Esas medidas se complementaron con la creación de una Academia de Matemáticas y de unas Sociedad Patriótica para fomentar la agricultura y la industria. 

El Primer Congreso de Venezuela

A pesar de la dirección de los gobernantes, desde el 19 de abril se va desplegando la idea independentista con gran rapidez. El lenguaje que se utiliza en los documentos públicos lo va señalando paulatinamente. Las medidas de gobierno de la Junta Suprema eran actos de soberanía. Este uso de la soberanía va a quedar sellado por la convocatoria de elecciones para lo que será el primer Congreso de la nación venezolana. 

El 11 de junio de 180, dos meses escasos después de constituirse en Gobierno, la Junta Suprema convocó elecciones en todos los pueblos sometidos a su régimen. La Alocución y el Reglamento correspondiente fueron redactados por Juan Germás Roscio. La Alocución es una exposición de motivos. Según ella, la Junta Suprema no representa a todos los pueblos venezolanos, por lo que sus actuaciones eran provisionales. 

El Reglamento prescribía “reglas saludables para evitar los peligros de reuniones tumultuarios”. Según ese Reglamento, las Elecciones eran de Dos Grados: 1) Nombramiento de electores por las parroquias - designadas con el nombre de cuarteles-, a razón de un elector por 500 habitantes y otro más por el exceso de 250. 2) Los electores parroquiales, reunidos en el partido capitular, elegían diputados, principal y suplente, a razón de uno por cada 20.000 habitantes y uno más por el exceso de 10.000. Estos diputados recibían credenciales para formar el congreso que se llamaba “cuerpo conservador de los derechos de Fernando VII. 

Los votantes debían tener veinticinco años o estar casados y velados con “casa abierta”; si vivían sirviendo en casa ajena, deberían disponer de un mínimo de dos mil pesos en bienes muebles o raíces. Se trataba, pues de una votación restringida a las llamadas clases libres, lo cual aseguró el dominio a la aristocracia criolla. 

La Constitución: después de la declaración de Independencia, el congreso se ocupó de varios asuntos políticos, además del establecimiento de la capital de la Confederación. El más grave de ellos fue la constitución que debía regir el nuevo estado. La constitución no entraría en vigor sino después de aprobada por las provincias, por lo que fue menester redactar un reglamento especial para elegir el nuevo Poder Ejecutivo provisional. La Constitución de 1811 modifica sustancialmente el devenir histórico de lo que había sido Venezuela, no solamente porque transforma la raíz monárquica en procedimientos republicanos, sino porque varía la tradición y saca de cauce, en consecuencia, la formación orgánica del pueblo. De allí carácter revolucionario. 

La Caída de la Primera República: Causas

El establecimiento de un gobierno propio en 1810, convertido en soberanía con la declaración de independencia en 1811, y la consecuente creación de un estado propio, se basaba en ánimos generosos, en ideas de libertad y en sentimientos revolucionarios; pero también en ambiciones de poder por parte de la clase criolla más influyentes. Los forjadores de la independencia fueron hombres ilustrados, capaces de regir un país durante la paz. Pero para enfrentarse con una reacción violenta por una parte de España, de los residentes en Venezuela y de los elementos sociales venezolanos contrarios a los principios independentistas, no estaban preparados. El experimento, el bello ideal de la llamada primera República, terminará en 1812 con la capitulación de Miranda, general y dictador del estado venezolano, frente a Monteverde, caudillo afortunado al servicio de la Regencia española. 

La Dictadura de Miranda.

Dos hechos son definitivos para la pérdida de la República: un terremoto y la presencia de Monteverde. 

El 26 de marzo de 1812 se produjo un movimiento sísmico que afectó extensas zonas venezolanas a lo largo de los Andes y de la costa. En Caracas hubo muchos muertos -era Jueves Santo-, pues gran parte de la ciudad quedó destruida. Esta situación fue aprovechada por el clero, enemigo de la independencia en su mayor parte, a la cabeza del cual estuvo el Arzobispo Narciso Coll y Prat, para predicar contra el Gobierno patriota y hacer creer a las gentes, aterrorizadas e ignorantes, que el fenómeno era castigo de Dios. 

En febrero de 1812 el capitán de fragata Domingo Monteverde desembarcó juntamente con tres oficiales y 120 soldados de marina. Ya antes, Eusebio Antoñanzas, enviado por Ceballos, había avanzado hacia San Felipe. 

Desde Coro, Monteverde, por orden de Ceballos, comienza la ofensiva en marzo. En Siquisique, Reyes Vargas se pasa a los realistas con tropas patriotas y recibe a Monteverde, engrosando sus filas, que eran escasas. Pronto se fueron uniendo los pueblos larenses, bien de grado o por fuerza, y así Monteverde logró formar un ejército. Todo el occidente se fue poniendo en manos del afortunado capitán español, que apenas si tuvo que guerrear. 

El terremoto, la situación de Guayana y el avance de los corianos, con la suerte de no encontrar resistencia, obligan al poder Ejecutivo a nombrar a Miranda generalísimo con facultades absolutas para disponer todo lo concerniente a la salvación del territorio. Era prácticamente, la dictadura. Este hecho ocurrió el 23 de abril. 

Durante la campaña para recuperar la ciudad federal los soldados de Miranda desertaban por centenares y los jefes demostraron incapacidad, además de los inconvenientes que al generalísimo oponían los aristócratas caraqueños. 

En julio se llevaron a efecto las negociaciones de la capitulación, con intervención del marqués de Casa de León, entre Miranda y Monteverde. El 25 estaban terminadas. Se entregaba todo al jefe realista, quien se comprometía a respetar vidas, hacienda y honor. Miranda se retira a Caracas y La Guaira. El 30 estaban los realistas en Caracas. En el puerto fue hecho prisionero Miranda (31 de julio) por los propios patriotas -Bolívar entre ellos- quienes consideraban la capitulación como una acción contraria a la voluntad general, esto es, como traición. 

Causa del Desastre

Si la primera República dura sólo hasta julio de 1812, no se debió a la actitud de Miranda al capitular frente al enemigo. Otras causas influyentes en la ruina del ideal edificio. Cierto que la complejidad de la situación política se va agravando hasta el extremo de que el Poder Ejecutivo no puede funcionar sino como autoridad dictatorial, y que esta autoridad se estrelló contra la indisciplina y contra la propia personalidad del dictador. En ese orden político la propia estructura de la constitución – federal – quito cohesión al gobierno. 

En resumen pueden señalarse estas causas: 1) La estructura política de la confederación; 2) Debilidad del Gobierno; 3) Falta de entusiasmo en la población; los soldados desertaban continuamente; 4) Falta de preparación militar en los republicanos; 5) desorganización administrativa, que ocasionó la ruina económica; 6) El pueblo no comprendió el cambio, pues apenas podía concebir otra cosa que el gobierno en nombre del rey. 

La Segunda República

Ocupada Venezuela por Monteverde, éste restablece los órganos de gobierno peninsulares y empieza una dictadura personal. Los jefes republicanos escapan a las Antillas y a Nueva Granada o permanecen escondidos en el propio territorio. Pronto reaparece el empuje patriótico, esta vez en forma de invasión reconquistadora, maduros ya los jefes y aptos para saber vencer y saber perder batallas. En dos puntos extremos se inicia la guerra que durará dos años y que será desoladora. Es propiamente la guerra de Independencia. En el oriente, será Santiago Mariño el dirigente más destacado; en Occidente, Simón Bolívar. 

Bolívar en la Nueva Granada

El 27 de agosto de 1812 se embarcó Bolívar en La Guaira, rumbo a Curazao, usando el pasaporte que le concediera Monteverde gracias a la intervención de su amigo Francisco Iturbe. Desde Curazao, se dirige a Cartagena a fines de octubre; desde allí escribe al congreso de Nueva Granada para pedir protección en favor de Venezuela. Juntamente con Vicente Tejera y Miguel Carabaño publica documentos oficiales de Monteverde con objeto de demostrar la falta del jefe cenario respecto al cumplimiento de la Capitulación de San Mateo. 

El gobierno granadino nombra a Bolívar comandante de Barrancas (21 de diciembre). Ese mismo mes lleva a cabo golpes afortunados, con los cuales despeja el Magdalena, restableciendo las comunicaciones de Cartagena con el interior del país. En enero libera Ocaña y, obtenido el permiso del Congreso, invade Venezuela con la ocupación de San Antonio del Tachira el 1 de marzo de 1813. La batalla principal en territorio neogranadino, ganada por Bolívar contra Ramón Correa, fue la de Cúcuta (28 de febrero de 1819). 

Significación Histórica de la Ayuda Prestada a Bolívar Para Invadir Venezuela

El jefe del estado de Cartagena, Torices, y el presidente de la Unión Neogranadina, Camilo Torres, fueron dos ayudas valiosas para Bolívar a fines de 1812 y principios de 1813. El cargo de comandante del puesto de Barrancas, en el Magdalena, y más tarde el nombramiento de brigadier de los ejércitos de la Unión que le hizo el Congreso de Nueva Granada (marzo de 1813), juntamente con la consideración, por el mismo congreso de ciudadano de la Nueva Granada, fueron el respaldo a la actividad que el venezolano desarrollará en el futuro inmediato. 

Aunque parte de la oficialidad con que hará las campañas preliminares a la invasión de Venezuela está formada por compatriotas, las tropas son neogranadinas. El apoyo moral del gobierno y el material del Ejército sirven, pues, a Bolívar para comenzar su carrera de Libertador. 

En 1814 regresa Bolívar a Cartagena procedente de Carúpano, perdida la segunda República. Camilo Torres le alienta en una carta fechada el 23 de enero de 1815. Este aliento generoso sirvió para que el Libertador volviera a intentar la liberación, hasta conseguirla del todo. En la lucha por la independencia, los esfuerzos venezolanos estuvieron unidos a los neogranadinos. 

Los Preparativos

El plan de Bolívar era conquistar Venezuela con las fuerzas de Nueva Granada. A medida que luchaba en Nueva Granada, arbitraba recursos para la invasión y es posible que su negativa de auxiliar a Manuel Castillo, coronel patriota que operaba en Pamplona, se daba no sólo al hecho de que no podía moverse sin Ordenes del Gobierno de Cartagena, sino para evitar una desviación de su objetivo principal. 

Libres las provincias neogradinas daban acceso a Venezuela, no había más que actuar con rapidez. La intención del caudillo era precisamente hacer una campaña relámpago, que sorprendiera a Monteverde y no le diera tiempo de reorganizarse, ya que en realidad las fuerzas del realista no estaban bien aseguradas. “Monteverde poseía una buena frontera: los Andes; una buena base: la rica provincia de Caracas; pero poca gente y malas comunicaciones”. El escenario era gigante. Bolívar se preparaba a abarcarlo, venciendo los obstáculos a fuerza de talento, de perseverancia, y a pesar de su escasa experiencia militar, con sus seiscientos cincuenta soldados. 

La Campaña Admirable

Desde el 1 de marzo de 1813, cuando ocupó San Antonio del Táchira, hasta el 7 de agosto, cuando llega a Caracas, Bolívar ha cumplido su ofrecimiento al congreso de Nueva Granada; Venezuela queda recuperada. El trayecto del Táchira a la capital queda sembrado de rápidos triunfos militares, en los cuales la celeridad y la energía son los modos característicos de actuar. Va dando libertad sucesiva a los pueblos: Mérida, Trujillo, Barquisimeto, Barinas, Valencia, Caracas. 

El ejército de Bolívar estuvo, al principio, formado por dos cuerpos: uno mandado por el coronel Castillo, neogranadino, y otro por el coronel José Félix Ribas. El primero avanzó hasta La Grita, contra Correa, que venía derrotado desde Cúcuta. 

Restablecimiento de la República

Al día siguiente de su entrada en Caracas (8 de agosto) escribe Bolívar a los señores de la comisión político-militar que el Supremo Congreso de la Nueva Granada había nombrado para vigilar la acción de Bolívar. Empieza la carta de este modo: “Desde la ilustre capital de Venezuela tengo el honor de participar a V.V.S.S el restablecimiento de esta República, que los heroicos sucesos de las armas de la Nueva Granada han sacado de la nada”. Hacia el final asegura: “Interin se organiza un gobierno legal y permanente, me hallo ejerciendo la autoridad suprema, que depondré en manos de una asamblea de notables de esta capital, que debe convocarse para exigir un Gobierno conforme a la naturaleza de las circunstancias y de las instrucciones que he recibido de este augusto Congreso. 

Cumplimos con las órdenes del Congreso iba restableciendo el Gobierno republicano, como hizo en Mérida y en Trujillo. De acuerdo con las circunstancias, ejercía el poder supremo y actuaba en circunstancia. Las victorias alcanzadas le daban poder suficiente para ejercer el gobierno. 

El brigadier Antonio Fierro, gobernador de Caracas bajo el régimen de Monteverde, convocó a los notables y altos empleados cuando supo los triunfos patriotas. Se decidió a enviar una comisión para negociar con Bolívar la capitulación, que se firmó en La Victoria el 4 de agosto. A la petición de los comisionados de que se establezca y plantee en la ciudad de Caracas y demás de Venezuela la constitución de las España y que se elija para llevar riendas del Gobierno la persona que merezca la confianza de todas las clases en general, concedió Bolívar que a su llegada a la ciudad de Caracas se establecerá la forma de Gobierno que parezca más justa y adaptable.

Bolívar ejerce de hecho la dictadura desde que entró en Caracas, si bien ésta no se le concede abiertamente hasta el 2 de enero de 1814, en que se celebró una asamblea popular. Esta asamblea había sido pedida el 9 de agosto por el mismo Bolívar. Los notables estaban de acuerdo en que el general victorioso gobernara conforme a las circunstancias, y éstas exigían un Gobierno fuerte. La Republica no regresó, pues, a los ideales de 1811. 

El Libertador

Cuando el 23 de mayo de 1813 entra Bolívar en Mérida es aclamado ya como Libertador, y el título se le concede oficialmente. El 14 de octubre el Cabildo de Caracas, reunido ordinariamente en la iglesia de San Francisco, le concede igualmente el título de Libertador, al mismo tiempo que le proclama general de los Ejércitos. La Gaceta de Caracas del día 28 da cuenta de este acto: “Reunidos el 14 del presente el presidente del Estado, la Municipalidad, los notables de esta ciudad y empleados superiores, por voto unánime aclamaron al Ciudadano Simón Bolívar por Capitán General de los Ejércitos, y lo condecoraron con el título de Libertador de Venezuela.

El Decreto de Guerra a Muerte y sus finalidades

En el Cuartel General de Trujillo, a 15 de junio de 1813, año tercero de la independencia, firma Simon Bolívar una proclama a sus conciudadanos como General en jefe del ejército del Norte. 

En la proclama se expresa, en primer término, el hecho de que el Ejército viene enviado por el Congreso de Nueva Granada con el propósito de libertar a Venezuela. Serán restablecidos los Gobiernos republicanos de la Confederación Venezolana de 1811. El propósito de Bolívar queda claro “...porque nuestra misión sólo se dirige a romper las cadenas de la servidumbre, que agobian todavía a algunos de nuestros pueblos, sin pretender dar leyes ni ejercer actos de dominio, a que el derecho de la guerra podría autorizarnos”. 

Para poder libertar el país es necesario limpiarlo de españoles europeos. A este respecto son implacables los términos de la proclama: “Todo español que no conspire contra la tiranía, en favor de la justa causa, por los medios más activos y eficaces, será tenido por enemigo y castigado como traidor a la patria y, por consecuencia, será irremisiblemente pasado por las armas”. A los que se pasen al ejército patriota se les “concede un indulto general y absoluto”. Respecto a los americanos, se toma la posición contraria: “Y vosotros, americanos, que el error y la perfidia os han extraviado de las sendas de la justicia, sabed que vuestros hermanos os perdonan y lamentan sinceramente vuestros descarríos, en la íntima persuasión de que vosotros no podéis ser culpables y que sólo la ceguedad e ignorancia en que os han tenido hasta el presente los autores de vuestros crímenes han podido induciros a ellos. No temáis la espada que viene a vengaros y a cortar los lazos ignominiosos con que os ligan a su suerte vuestra verdugo. Contad con una inmunidad absoluta en vuestro honor, vida y propiedades: el solo título de americana será vuestra garantía y salvaguarda. Nuestras armas han venido a protegeros y no se emplearán jamás contra uno solo de nuestros hermanos”. La proclama fue pronto conocida en todo el país. 

Batalla de Araure

Tras el final de la Campaña Admirable, los republicanos se encontraban en campaña contra los realistas en el centro occidente de Venezuela. En una de esas batallas, cerca de Barquisimeto, los republicanos se enfrentaron a los realistas dirigidos por José Ceballos el 10 de noviembre. Los republicanos fueron derrotados por la falta de coordinación entre el ejército. Profundamente molesto, el Libertador ordenó fusionar los restos de los batallones Aragua, Caracas y Agricultores que habían participado en la batalla, en un solo batallón que no recibiría nombre.
Venezuela estaba bajo el control de los patriotas a mediados de 1813, a excepción de las provincias de Guayana y de Maracaibo. En Septiembre de 1813 los realistas recibieron refuerzos desde Cádiz extendiéndose a los enfrentamientos armados por todo el país, mientras los éxitos de los patriotas continuaron hasta fines de 1813. En estos encuentros destaca la Batalla de Araure, en la que Simón Bolívar venció a José Ceballos.

El 3 de diciembre de 1813 tuvo conocimiento Simón Bolívar de que las fuerzas realistas (3.500 hombres), bajo el mando del brigadier José Ceballos, se habían reunido con las de José Yáñez en la villa de Araure del Estado Portugués; y en virtud de ello, dispuso que todos los cuerpos que se hallaban en El Altar y Cojedes concurriesen a la concentración que se llevaría a cabo en el pueblo Aguablanca. El día 4 marcharon los republicanos hacia Araure y acamparon a unos 1.000 m del poblado, frente a los realistas, los cuales se habían desplegado a la entrada de la montaña del río Acarigua; con sus alas apoyadas en sendos bosques y cubierto su frente por un pequeño lago, su espalda estaba guarnecida por un bosque, disponían, además, de 10 piezas de artillería.
El coronel Florencio Jiménez, comandante del Caracas, fue designado como el comandante del Batallón sin nombre. Para mayor humillación, el batallón recibió lanzas en lugar de fusiles como arma de combate. El batallón se convirtió en la burla del ejército republicano, hasta que recibió su oportunidad de probar de nuevo su valor el 5 de diciembre de 1813 en Araure. En la batalla de Araure, la acción del batallón sin nombre resultó decisiva. Armados solamente con lanzas atacaron al batallón Numancia (uno de los mejores batallones españoles) y lograron desordenar sus cuadros, forzándolos a retirarse.

 El día 5, la descubierta republicana empeñó la acción y de inmediato se vio flanqueada y cortada por una columna de caballería, la pequeña fuerza atacante fue virtualmente destruida. Entre tanto, Bolívar desplegaba en batalla sus divisiones, para reanudar el ataque. El coronel Manuel Villapol se colocó a la derecha; el coronel Florencio Palacios en el centro y el teniente coronel Vicente Campo Elías, con el batallón Barlovento, a la izquierda. La caballería cubría los 2 flancos del dispositivo. Como reserva fue destinado un cuerpo de caballería. Ante el ataque republicano, Ceballos hizo marchar su caballería contra la derecha de los atacantes, para distraerlos y desordenarlos, pero Bolívar, atento a este movimiento, empeñó su reserva, la cual desordenó y puso en fuga a la caballería contraria.
Esta intervención de Bolívar permitió la ruptura del frente enemigo, acción que produjo gran confusión dentro de la posición defensiva, con el consiguiente triunfo de los republicanos. Una división fue encargada de recorrer el campo de batalla, el cual quedó cubierto de cadáveres y suministros de todas las clases, en tanto que de la persecución de los vencidos se encargó el propio Bolívar. Las fuerzas republicanas marcharon ese día a Aparición de la Corteza, donde Bolívar fijó su cuartel general provisional. La Batalla comenzó al amanecer y tuvo una duración de seis horas, aproximadamente. Las tropas realistas eran numéricamente superiores a los efectivos patriotas. Quedaron en poder de los patriotas 200 prisioneros, cuatro banderas y numerosas piezas de artillería. En este solo choque, apasionado y violento, perecieron alanceados más de 500 jinetes de Yañez, el Ñaña de los llaneros. Aquí peleó el batallón que en la pasada jornada de Barquisimeto fue castigado por el Libertador, negándole el nombre y el derecho a llevar bandera. Pero tan valientemente se comportó en la acción, que Bolívar dijo a los soldados al día siguiente:
"Vuestro valor ha ganado ayer en el campo de batalla, un nombre para vuestro cuerpo, y aún en medio del fuego, cuando os vi triunfar, le proclamé del Batallón Vencedor de Araure. Habéis quitado al enemigo banderas que en un momento fueron victoriosas; se ha ganado la famosa llamada invencible de Numancia".

Aparición de José Tomás Boves

El 3 de febrero de 1814 derrota, en La Puerta, a Vicente Campo Elías. El vencedor marcha hacia los valles de Aragua, mientras Bolívar, desde Caracas, se adelante a Valencia para hacerle frente. El 20 ataca Boves a Bolívar en San Mateo; se suceden las ofensivas durantes varios días. El día 28 hay una primera batalla y el 24 de marzo otra. Mueren Villapol y Ricaurte. Boves se retira para detener a Mariño, que viene desde Aragua de Barcelona. En Bocachica se baten el 31 de marzo y triunfa Mariño. Bolívar persigue a Boves, que huye hacia Calabozo. En Valencia, Urdaneta sostuvo un sitio puesto por Caballos, quien lo levantó al ver a Boves derrotados. Mientras, Juan Manuel Cajigal llega a San Carlos y robustece el ejército realista de Ceballos. El 28 de mayo fue derrotado este ejército por el de Bolívar en Carabobo. Cajigal huye por el Tinaco hacia el Apure, mientras Ceballos corre a Occidente.

En junio, repuesto Boves en Calabozo, derrota en La Puerta al ejército de Bolívar y Mariño (día 15). Los dos jefes patriotas huyen a Caracas; Boves fusila a los prisioneros y en el campo de batalla han caído hombres como Antonio Muñoz Tébar. El 16 estaba Boves en Caracas; allí establece una dictadura más severa que la de Monteverde y forma el Gobierno, despreciando a Cajigal, que era el nombrado por España. Envió a Francisco Tomás Morales a perseguir a Bolívar, que iba camino a Oriente, seguido de la población de Caracas, que huía en derrota. El libertador intenta resistir en Aragua de Barcelona, pero Morales lo aniquila. 

Cuando Boves se acercaba a Caracas, los jefes patriotas comprendieron que era inútil resistir y decidieron huir hacia Oriente, por la costa. 

El último trozo de tierra en manos patriotas era, a fines de 1814, Margarita, Gobernada por Arismendi. Algunos jefes -Monagas, Zaraza, Cedeño y Paez- haran guerra de guerrillas en los llanos. Pero la República, que sólo funcionó como dictadura de Bolívar, había desaparecido. 

El éxito de Boves se explica, pues, por el hecho de haber establecido una democracia social entre sus huestes. Para 1814 existían aún las divisiones sociales coloniales, que no quedarán diluidas hasta la segunda mitad del siglo. Los soldados que le seguían fueron recogidos especialmente entre los pardos del llano y las otras clases populares. A eso es menester agregar el valor y el talento de caudillo que poseía el personaje. 

La Caída de la Segunda República

Con la destrucción de los ejércitos libertadores de Occidente y de Oriente, acaudillados por Bolívar y Mariño, desapareció la base de sustentación de la segunda República. 

Basta con referir las fundamentales para reflejar la complejidad de los motivos que dieron al traste con el restablecimiento de la autoridad Venezolana en 1813 y que apenas se mantuvo hasta el año siguiente: 

1) La opinión general era hostil a la independencia y lo seguirá siendo hasta 1820. La masa popular, formada por las clases que se consideraban inferiores, seguía a los caudillos, sin que el ideal de República formara principio moral en ella. 

2) La economía se dispersó en una bancarrota general desde el año 1811. Se continuó agravando la situación en los siguientes de manera alarmante, a causa del estado de guerra. El informe del 31 de diciembre de 1813, hecho por Antonio Muñoz Tébar como secretario de Hacienda, lo dice, a pesar del lenguaje que utiliza, tendiente a no alarmar al público: “Nunca Venezuela ha estado más exhausta de fondos, nunca ha tenido más gastos y nunca el poder de las circunstancias ha atrasado tanto sus rentas como en la presente guerra”. 

3) La poderosa reacción realista, que se presenta con las guerrillas surgidas en todo el territorio y con la organización de ejércitos por oficiales muy competente. 

4) Finalmente, la acción arrolladora de Boves. “La patria del año 13 va a caer al bote de su lanza y sus caballos correrán impetuosos sobre las glorias de Bolívar, sobre la naciente República, sobre su civilización y sus esperanzas”. 

La Reacción Peninsular y el Tercer Periodo de la República

Simón Bolívar viajó de Carupano a Cartagena en septiembre de 1894, después de su derrota y de la emigración caraqueña al Oriente venezolano. Desde Cartagena se dirige al congreso de Nueva Granada para explicar los acontecimientos venezolanos. Este congreso le nombra mariscal de campo. Marcha Bolívar a Pamplona y a Tunja, donde se halla reunido aquel Cuerpo, presidido por Camilo Torres; aprueba el Congreso su conducta y le hace general de división, a la vez que le encarga la sujeción del Estado de Cundinamarca, que se había revelado contra la Unión. Bolívar se pone en marcha y el 12 de diciembre somete a Santa Fe. Esta victoria le vale el nombramiento de Capitán General de la Confederación de Nueva Granada y la misión de libertar a Santa Marta de la posesión española, lo cual le permitiría invadir Maracaibo y regresar así a Venezuela. 

En Cartagena Tropezó Bolívar con la oposición del Gobernador Manuel del Castillo, su antiguo rival de 1813, quien se negó a auxiliarle para seguir su marcha a Santa Marta. El 8 de mayo renuncia el mando del Ejército, para evitar un encuentro entre patriotas, y al día siguiente se embarca el Libertador rumbo a Jamaica. 

Bolívar en las Antillas y Significación Histórica de la Ayuda que Recibe

Desde el 14 de mayo, cuando llega a Kingston procedente de Nueva Granada, permanece Bolívar en Jamaica hasta el 18 de diciembre de 1815. Pudo mantenerse gracias a la protección económica que le prestó el comerciante británico Maxwell Hyslop. Durante su forzado destierro en aquella isla, Bolívar se dedicó a remover la opinión pública, con intento de crear ambiente a la causa de la independencia. Escribió artículos en la Royal Gazette de aquella colonia y dirigió mensajes a diversas personalidades. Se preocupa en especial de promover la colaboración inglesa, insinuando hasta la cesión de territorios como Panamá y Nicaragua si Inglaterra apoyaba la liberación americana. 

La Carta de Jamaica

Con fecha 6 de septiembre de 1815 escribió Bolívar una contestación de un Americano Meridional a un caballero de esta isla. Es una larga exposición de la situación de los países hispanoamericanos empeñados en la lucha y de los pensamientos políticos del autor respecto al futuro de los mismos. 

En primer lugar se refiere a la separación que se ha producido entre España y América, a pesar de la común tradición; a la exaltación libertaria en el Río de la Plata, Chile, Perú, Nueva Granada y México. “En cuanto a la heroica y desdichada Venezuela, sus acontecimientos han sido tan rápidos y sus devastaciones tales, que casi la han reducido a una absoluta indigencia y a una soledad espantosa”. “Cerca de un millón de habitantes se contaba en Venezuela; y, sin exageración, se puede asegurar que una cuarta parte ha sido sacrificada por la tierra, la espada, el hombre, la peste, las peregrinaciones; ecepto el terremoto, todo resultado de la guerra. 

Se queja de que Europa y Norteamérica hayan permanecido insensibles a las labores de la independencia, cuando por allá se obtendrían muchos beneficios. 

El documento se ha considerado como una carta profética por los señalamientos que hace acerca de la historia futura de las naciones hispanoamericanas. “Nosotros somos un pequeños género humano; poseemos un mundo aparte; cercados por dilatados mares, nuevo en casi todas las artes y ciencias, aunque en cierto modo viejo en los usos de la sociedad civil”, afirma, para estudiar luego los modos de ser políticos. La America “Comporta la creación de diez y siete naciones”. En vez de monarquías, hará repúblicas. “Los estados del istmo de Panamá hasta Guatemala formaran quizá una asociación”. “La Nueva Granada se unirá con Venezuela si llegan a convenirse en formar una repúblicas federal, cuya capital sea Maracaibo o una nueva ciudad...”; el nombre de Colombia se menciona por Bolívar. “En Buenos Aires habrá un gobierno central”, con primacía de militares y degeneración hacia la oligarquía o monocracia. Chile será la república más firme. La suerte del Perú es difícil por su estructura social. Las provincias americanas obtendrán su libertad y “Algunos se constituirán de un modo regular en repúblicas federales y centrales; se fundaran monarquías casi inevitablemente en las grandes naciones, y algunas serán tan infelices que devorarán sus elementos ya en la actual, ya en las futuras revoluciones, que una gran monarquía no será fácil consolidar, una gran república imposible”. Hasta ahora se han cumplido estas profecías. 

De gran importancia son las ideas políticas concretan que Bolívar expone en esa carta, repitiendo lo dicho en otros documentos y adelantándose a futuras actuaciones. Dice, por ejemplo, respecto al sistema de gobierno: “No convengo en el sistema federal entre los populares y representativos, por ser demasiado perfecto y exigir virtudes y talentos políticos muy superiores a los nuestros; por igual razón rehúsa la monarquía mixta de aristocracia y democracia, que tanta fortuna y esplendor ha procurado a la Inglaterra”. Antes había expresado estos conceptos: “Los acontecimientos de la Tierra Firme nos han procurado que las instituciones perfectamente representativas no son adecuadas a nuestro carácter, costumbres y luces actuales”. La forma democrática y liberal era una fórmula ineficaz para los Estados nacientes. 

Expedición de Los Cayos

Jamaica se intentó hacer desaparecer a Bolívar de la escena pública mediante un atentado (10 de diciembre) que prepararon cabezas Españolas, pagado por Morillo. Como además no logró ninguna ayuda efectiva para una nueva invasión a Venezuela, se marcho a Haití. En realidad partió con rumbo a Cartagena, llamado en auxilio de la plaza por Luis Brión y otros; pero en alta mar supo la toma de aquella ciudad por Morillo. El 19 de diciembre se dirige a Haití, llega a los Cayos el 25 y pasa a Puerto Príncipe, donde arriba el 31. 

En Haití gobernaba Petión, con capital en puerto Príncipe, Goman al Suroeste y Christophe al Norte. Bolívar se acogió al primero, que gobernaba republicamente y con gran entusiasmo por la independencia de Suramérica. Con la condición puesta por el presidente de la República haitiana, al prestar ayuda para una expedición invasora, fue la que Bolívar libertaría a los esclavos en cuanto restableciera la República venezolana promesa que fue hecha y cumplida posteriormente. 

Establecido en Los Cayos, puerto en la costa sur de la isla, Bolívar comenzó a recibir ayuda del Estado de Haití, de Brion y de algunos emigrados de Nueva Granada y Venezuela. En una asamblea de emigrados se dio el mando político y militar a Bolívar a propuesta de Brion el 7 de febrero de 1816. La expedición estaba formada por siete goletas, que trasportaban 240 expedicionarios. Se puso en movimiento el 31 de de marzo con dirección a Margarita. El 2 de mayo se lucha frente a la isla de los Frailes y el 3 desembarco en Juan Griego. Margarita era gobernada por Arismendi, quien poseía parte del territorio. 

De Margarita pasa la expedición a Tierra Firme y se toma a Carúpano (1 de junio). Piar y Mariño son enviados a Guiria y zonas circunvecinas para levantar tropas. Al mes, sin lograr éxito, se dirige la expedición a Ocumare. Envía Bolívar a Soublette hacia los valles; este oficial no supo aprovechar algunas ventajas. En los Aguacates fueron derrotados los patriotas por Morales, quien había sido enviado por Morillo desde Nueva Granada. Fracasado, tuvo Bolívar que reembarcarse, dejando tropas en tierra, gobernadas por Soublette y MacGregor. El 4 de septiembre estaba de nuevo el libertador en Haití, decidido a reemprender la aventura. 

Con la colaboración de Petión se organiza una segunda expedición. Sale el 21 de diciembre y toca en Juan Griego; el 31 estaba en Barcelona. Con Bolívar viene Brion. Hace aquél una llamada a los jefes patriotas que mantenían la guerra en los llanos con dirección a Guayana. 

Restablecimiento de la República

Morillo había dejado en Margarita a Antonio Herráiz como gobernador. Pero fue sustituido por Joaquín de Urreiztieta, quien comenzó a tomar represalias contra las familias patriotas. La esposa de Arismendi fue arrestada. El jefe margariteño pudo tomar Juan Griego y parte de la isla en noviembre de 1815. Hubo batallas varias entre fuerzas de Arismendi y de Urreiztieta. En enero de 1816 llegó Juan Bautista, enviado por Moxó para sustituir a Urreiztieta. La isla fue bloqueada por fuerzas realistas. Con la expedición de Los Cayos y los sucesos posteriores, las fuerzas realistas en Venezuela se distrajeron en otros objetivos. Para noviembre de 1816, Arismendi podía invitar a los patriotas emigrados a refugiarse en la isla, donde él gobernaba. 

Gracias al levantamiento de Arismendi pudo la expedición de Los Cayos encontrar ambiente en Margarita. El 7 de mayo de 1816 se reunió una asamblea de notables en la iglesia de Villa del Norte, en la isla. En esta asamblea fue reconocido Bolívar como jefe supremo de la República. Este acto ratifica el del 7 de febrero, cuando fue nombrado jefe supremo por la asamblea de jefes militares en Los Cayos de San Luis, Haití. 

Al día siguiente de la asamblea de la Villa del Norte, Bolívar comenzaba una proclama dirigida a los venezolanos diciendo: “He aquí el tercer período de la República...”. Se denominaba jefe supremo de la República. Anunciaba la instalación del Congreso de Venezuela, al que convoca en ese mismo documento. 

Carabobo y la Independencia de Venezuela

A principio de 1821 la guerra en territorio venezolano va a decidirse. El 28 de enero se incorporó Maracaibo, mediante una revuelta, a Colombia. La plaza fue tomada por José Heras, quien estaba en Gibraltar: Rafael Urdaneta había estado en contacto con los revolucionarios. La Torre, sustituto de Morillo al marcharse éste a España, consideró el hecho como un rompimiento de hostilidades y quebrantamiento del armisticio. La guerra se inicia el 28 de abril. Bolívar prepara un plan de campaña, según el cual las fuerzas de los llanos, de los Andes y de Maracaibo avanzan hacia los Valles de Aragua, acorralando al ejército realista. Bermúdez había invadido Caracas desde Oriente; Morales le desaloja, pero queda dividido el ejército enemigo. 

En Carabobo se enfrentan los dos ejércitos el 24 de junio. El patriota, encabezado por Bolívar, estaba formado por tres divisiones dirigidas por José Antonio Páez, Manuel Sedeño y Pedro Briceño Méndez, jefe del Estado Mayor Santiago Mariño y subjefe Bartolomé Salom. Estuvieron presentes oficiales muy distinguidos: Tomás Farriar, Aramendi, Juan Uzlar, Rondón, entre otros. El ejército realista estaba dirigido por Miguel de La Torre; segundo jefe era Francisco Tomás Morales; Feliciano Montenegro Colón servía como jefe del Estado Mayor; otros oficiales eran Juan Sain Just, Francisco Illas, Narciso López, etc. 

El triunfo fue de Bolívar. Las Torre se encierra en Puerto Cabello – había salvado del desastre un batallón -; José Pereira, que huye a la Guaira desde Caracas, capitula. Las resistencias realistas se concentran en torno a Maracaibo, Coro, Cumaná y Puerto Cabello. 10 de noviembre de 1823 se entregó este puerto y “Venezuela quedo libre e incorporada a Colombia”. 

“Los resultados de la batalla de Carabobo fueron inmensa importancia, pues además de asegurar la independencia de Venezuela y Nueva Granada, permitieron que el libertador dirigiera definitivamente sus miradas hacia el sur”. 

El 25 de junio, desde el Cuartel General de Valencia, comunicó Bolívar al presidente del Congreso General el éxito de la batalla. Comenzaba diciendo: “Ayer se ha confirmado con una espléndida victoria el nacimiento político de la República de Colombia. 





Bibliografía 
*Guillermo Moron. Historia de Venezuela 
*Manuel Maza, SJ. Historia de social de América Latina  
*James Mudie Spence. La Tierra de Bolivar.

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