jueves, 6 de julio de 2017

El Fedon de Platón

1. Describir el lugar del diálogo dentro de la obra de Platón.

El diálogo de Platón en “el Fedón” es escrito en la etapa de madurez de este filósofo, tras el viaje que realiza a la magna Grecia donde conoce el pitagorismo. En esta obra se puede describir como Sócrates, estaba en la cárcel en sus últimas horas de vida, donde se encuentra con sus amigos Cebes y Simmias. En el que se trato el tema de la inmortalidad del alma, donde Platón no estaba presente en esta conversación ya que estaba enfermo. Sócrates esta esperando ser ejecutado por la cicuta, con la cual el muere. Este es el contexto o lugar donde se desenvuelve el dialogo.

Pero en realidad todo comienza cuando Sócrates es acusado de impiedad cuando llegaron unos amigos a visitarle, donde estaban presentes: Cristobulo y su padre Criton, al igual que Hermogenes, Epígenes, Esquines y Antístenes. También se hallaba Ctesipo de Peania, Menexeno y otros más de Atenas, donde Platón estaba enfermo. Igualmente se encontraban los extranjeros Simmias y Cebes, con los cuales Sócrates conversa. El tema principal que los tres filósofos exponen es sobre la inmortalidad del alma donde Sócrates sabe que es la muerte, y procede a  explicarlo de una manera que lo puedan entender.


Por ende, se puede describir en el lugar momentos tristes, por la muerte de éste gran filosofo, pero Sócrates les dice que no estén afligidos, porque ira a un lugar mejor donde van todos lo que hacen el bien.

2. Describir la situación dramática en la cual se inserta el diálogo.

Hay que tener en cuenta que el diálogo comienza con Fedón, el cual le esta explicando a Esquécrates como sucedió o como paso la muerte de Sócrates y quienes estaban con él, como también que dijo Sócrates antes de morir.

La situación dramática comienza cuando Cebes le hace esta pregunta: Cómo dice esto Sócrates;  ¿Por qué manifiesta que no es lícito quitarse uno la vida, y pretendes que el filósofo ha de seguir al que muere? Platón (pp. 94-95) diálogos  socráticos el Fedón.

3. Resaltar la idea central del diálogo y sus elementos.

Lo que quiere explicar Platón en este diálogo es “la idea” y lo explica tomando como ejemplo el alma y su inmortalidad, donde el filósofo tiene que llegar a saber que es la verdad o salir de la caverna. Pero para exponerlo mejor el tomó en cuenta cuatros elementos los cuales son: las pruebas de los contrarios, la reminiscencia, la simplicidad y el principio vital. Los cuales significan:

1. La prueba de los contrarios: esta parte trata de que todo nace de lo contrario. Sócrates le pregunta a Cebes; en cuanto a la vida y la muerte ¿No tiene también su contrario?

Sócrates le dice a Cebes, si todo cuanto vive tiene que morir, y una vez muerto no retorna a la vida. ¿No estaría todo muerto, sin que nadie viviese? Cebes al escuchar esto no le quedó mas remedio que creerle y afirmar que los muertos nacen de la vida.

2. La prueba de la reminiscencia (recordar). Lo que quiere dejar dicho Sócrates aquí, es que nuestro conocimientos lo obtenemos antes de nacer gracias a que nuestra alma es inmortal, y solamente tenemos que recordar aquello de lo cual nos olvidamos.

Aquí se sostiene que todos nosotros hemos tenido que aprender en algún tiempo anterior aquello de los que nos acordamos ahora y que esto es posible gracias a que nuestra alma hubiera existido en alguna parte, antes de tomar forma humana, por lo que lo adquirimos antes de nacer.

Un punto fundamental es cuando Sócrates le dice a Simmias y Cebes lo siguiente: …pero si después de haber adquirido tales conocimientos no lo olvidásemos, lo conservaríamos toda la vida, pues el saber no es más que conservar la ciencia que se ha recibido y olvidado o sea, ¿No es perder lo que antes se habrá sabido? Este elemento es muy esencial en la reminiscencia.

3. La prueba de la simplicidad: en dicha prueba se compara lo visible y lo invisible y como cada una de estas se compara con el cuerpo y el alma.

Pero la idea principal de este elemento reside en que cuando el alma y el cuerpo están juntos, la naturaleza ordena a uno ser esclavo y obedecer, y a la otra mandar y dominar. Por consiguiente, a lo divino le pertenece mandar y dirigir, y a lo mortal obedecer y ser esclavo. De esto es que se habla en esta prueba.

4. La prueba del principio vital: en este punto lo más importante es que lo inmortal es algo imperecedero o sea, cuando la muerte se acerca al alma es imposible que muera, porque el alma no recibirá jamás la muerte y no morirá nunca ya que es inmortal.
                                     
4. Elegir un texto del diálogo y comentarlo. 

 La prueba de la reminiscencia.

       -Todo cuanto dices, Sócrates, es consecuencia de otro de tus principios: que nuestra ciencia no es más que reminiscencia. Si esto es cierto, hemos tenido que aprender en algún tiempo anterior aquello de lo que nos acordamos ahora. Y esto no sería posible si nuestra alma no hubiera existido en alguna parte, antes de tomar esta forma humana. De ahí puede deducirse que nuestra alma es inmortal.
-Pero Cebes - interrumpió Simmias -, ¿Cómo lo de muestras? Dímelo, porque no lo recuerdo ahora.
     -Existe un argumento bellísimo -continuó Cebes-. Todos los hombres al ser interrogados correctamente, lo dicen todo tal como es. Y ciertamente, no serían capaces de hacerlo sin tener un juicio razonable. Además, cuando se les sitúa ante un diagrama o algo por el estilo, entonces la prueba resultante revela con toda claridad que esto es así.
-Si no te convence nuestro argumento, Simmias -admitió Sócrates-, atiende ahora: ¿Te es difícil creer que nuestro saber sea una reminiscencia, verdad?
      -Precisamente desearía comprenderlo -replicó Simmias-. Cebes ha reavivado mis recuerdos, pero ahora escucharía gustoso las pruebas que quisieras exponerme.
-Veamos -prosiguió Sócrates-, ¿Estamos de acuerdo en que para recordar es preciso haberlo sabido antes?
-De acuerdo.
       -¿Y que cuando la ciencia llega de este modo es una reminiscencia? He aquí mi convicción: cuando un hombre al ver u oír alguna cosa, o percibir algo por los demás sentidos, no solamente conoce este algo, sino que piensa que procede de un conocimiento distinto, ¿No diremos que este hombre recuerda algo que ya ha pensado?
-¿Cómo dices?-preguntó Simmias.
-Atiende a este ejemplo: es distinto conocer a un hombre que conocer una lira, ¿Verdad?
-Cierto-contestó Simmias.
        -¿Sabes -prosiguió Sócrates- qué les ocurre a los amantes, cuando ven una lira, un traje o cualquiera de las cosas de que tiene costumbre de servirse? Al ver la lira, piensan en quien la usa. Esto es pues, la reminiscencia. Como sucede cuando al ver a Simmias, te acuerdas de Cebes, y miles de ejemplos como éste.
-Infinitos- admitió Simmias.
-La reminiscencia se pone más de relieve cuando se trata de hechos olvidados por el transcurso del tiempo o por falta de atención.
-Cierto.
       -¿Acaso al ver un caballo o una lira pintados -prosiguió Sócrates- no despierta en nosotros el recuerdo de un hombre? ¿Y al ver un retrato de Simmias, no recordamos inmediatamente a Cebes?
-Evidentemente.
-Y con más razón, al contemplar el propio retrato de Simmias, le recordamos a él mismo.
-Es natural.
-De esto se deduce que la reminiscencia se origina tanto entre cosas distintas, como semejantes.
Comentario

Comentario:
De todo el diálogo, la única prueba que para mí se ve más clara y lógica es la inmortalidad del alma. ¿Por qué lo digo? Porque Platón da una explicación más concreta y precisa, ya que se afirma que nuestro saber está desde antes de que tomemos forma humana. Donde las almas de los muertos transmigran de un cuerpo a otro.               

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