En este capitulo podemos ver como el autor comienza diciendo que, el hombre es esencialmente lo que él se hace, es decir, en su existencia en su día a día, éste es, de alguna manera, el primer principio del existencialismo. El ser humano es más que una mesa y una piedra, ya que, éste comienza por existir, es decir, que empiezan por ser algo que se lanza hacia el porvenir. Este “hacer” del individuo tiene que comenzar por lo que éste se haya proyectado ser, lo cual, tiene que tender a lo bueno, y al éste “Elegir” lo que quiera ser tiene que asumir con responsabilidad lo que haya decidido ser. Y para finalizar el autor afirma que cuando elegimos estamos eligiendo a todos lo hombres. Así pues, el autor quiere con todo lo dicho anteriormente dejar asentadas la base de su filosofía existencial, que surgió gracia a ese abandono del sujeto en sí que se estaba desfragmentando por tantas guerras.
Paráfrasis:
El ser humano, de alguna manera, ha caído en un abismo existencial muy profundo, con dos guerras que se han producido a nivel mundial le ha quitado al hombre el privilegio de ser el centro de todo, por lo que ha caído en un sin sentido abismal. Por lo que surge la filosofía de la existencia, esta quiere recuperar al hombre, ya que éste se va definiendo en su mismo existir, es decir, él no nace determinado, sino que se va determinando en su vivir de cada día. Éste puede elegir lo que quiere ser en su futuro,siempre y cuando sea bueno para él y para los otros hombres porque, de alguna manera, tenemos que elegirlos a ellos también. El hombre se proyecta hacia un fin ya que, éste no es un algo, sino alguien que quiere lo mejor para si. Así pues, cuando tomamos una decisión para nuestra vida debemos de asumirla con mucha responsabilidad a pesar de cuales sean los resultados.
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