En
estas breves páginas Felicísimo Martínez Díez presenta cuales son las
implicaciones del compromiso cristiano, señalar los límites o ampliaciones del
mismo. Para dar respuestas a estas referencias del compromiso cristiano,
Felicísimo Martínez propone, que es necesario regresar al evangelio de Jesús; y
buscar en él, el criterio definitivo para descubrir nuestro compromiso como
cristiano y como seguidor de Jesús. “El compromiso cristiano es una forma de hacer
y reaccionar acorde con la fe y con las exigencias del Reino de Dios y su
justicia”.
La
predicación de Jesús ha forjado unos valores imprescindibles para nuestro
actuar como seguidor suyo, por ejemplo: el amor, la justicia, la misericordia,
la solidaridad, etc. Pues, es preciso actualizar el evangelio de Jesús y
aplicarlo en las situaciones y en los problemas de nuestro tiempo.
El
mandamiento primero que nos manda el evangelio es amar a Dios sobre todas las
cosas y el compromiso que se desprende de este mandamiento es el amor al
prójimo como fruto del amor a Dios. Además, el evangelio nos propone como
criterio de acción para un compromiso cristiano, todo aquello que surge de la
caridad, hasta las obras de misericordias, etc. El compromiso del amor y de la
misericordia lleva en su seno un elemento esencial de la vida cristiana y de la vida humana, la
gratuidad. En este sentido, el amor y la misericordia son un compromiso
irrenunciable para el cristiano. Pues, cuando son autenticas, representan lo
más humano y lo más evangélico del compromiso cristiano. Tal compromiso debe
traducirse en obras, como persona de fe, seguidora de Jesús, la cual ha sido
volcada, por la misma experiencia de fe a dar testimonio.
Como
conclusión se puede decir, que nuestro compromiso cristiano está inscrito en la
persona de Jesús. Pues, nuestro accionar debe de estar conforme a lo que Jesús
nos ha enseñado y nos ha dejado por medio de los evangelios. Cuando actuemos
como cristianos debemos de tener presente la siguiente interrogante ¿qué haría
Jesús en tal circunstancia? Dando respuesta a esta pregunta podemos acertar en
el bien obrar desde el cristianismo. Saber que los parámetros que Jesús nos
propone para la acción no son limitaciones, sino más bien propuestas para el
bien caminar por los caminos del Señor y del amor. Y saber que el proyecto de
Jesús es un querer plenificar, dignificar al ser humano. Es un compromiso por
el bien del ser humano para motivarlo y orientarlo a una realización plena como
persona.
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