lunes, 10 de julio de 2017

Crítica al Pensamiento Latinoamericano

En este breve ensayo trataré de dar una respuesta a tres preguntas sobre Fornet Betancourt y el Pensamiento Latinoamericano, mis respuestas estarán fundamentadas, mayormente, en las diferentes perspectivas que da el autor en su obra Transformaciones Interculturales de la Filosofía pero sobre todo el capitulo de Los Supuestos Filosóficos del Dialogo Intercultural, por lo que solo me limito a responder a las preguntas   

¿Como queda recapitulado el pensamiento Latinoamericano en la propuesta de filosofía intercultural de Fornet Betancourt?

De alguna manera todas las posiciones que realiza Fornet Betancourt quedan dentro del pensamiento Latinoamericano, por lo siguiente: Primero, el autor expone el término de intercultura para que cada cultura sea critica y fomente la diversidad y el reconocimiento real de cada cultura, pero este reconocimiento estará dirigido a la practica, es decir, un camino más apropiado para buscar las estrategias común de vida para todos. Por lo que en este punto la cultura no será la solución, sino el medio para alcanzar dichas soluciones. La interculturalidad es como los diferentes problemas que aquejan las diversas culturas, en este caso América Latina. Por lo que no se puede hablar de una cultura sino de diferentes y por lo tanto de diversas nacionalidades.  

“El postulado de la afirmación de la pluralidad cultural se escribe así, estrictamente visto en proyecto alternativo de comunicación e intercambios entre las culturas”. (Transformaciones Interculturalesde la Filosofía p. 204). Este punto de la comunicación es importante ya que abrirá el dialogo intercultural que definiremos a continuación. 

Así pues, el dialogo intercultural es aquella comunicación que se da entre las diversas culturas para el reconocimiento de aquellas culturas que de alguna manera son rechazada. “El dialogo intercultural tiene su sentido fuerte en el intento de abrir las culturas rompiendo sus posibles cierres categoriales, simbólica, morales”“También un método para aprender a relativizar las tradiciones consolidadas como “propia” dentro de cada cultura, agudizar las tensiones o el conflicto entre los sujetos o fuerzas interesados en conservar y/o defender y aquellas interesadas en transformar”.(Transformaciones Interculturales de la Filosofía p. 206)

De alguna manera todo esto ha representado un cambio, un cambio por el hecho de que, encuentra alternativa a la “Barbarie” que se genera en nuestros modelos civilizatorio dominante. 

El pensamiento Latinoamericano entra en todo esto,que de alguna manera realza y reconoce las culturas de nuestro continente, por la razón de que muchos autores que estudiamos no reconocían las diferentes culturas que conforman América Latina, tal es el caso de Simón Bolívar, pero con la interculturalidad hay un acogimiento del sujeto de ser reconocido y poder participar en su cultura o en la que también el dialogo intercultural implica por eso una especial cualidad ética. Es también esa reestructuración de las relaciones entre las personas y sus culturas. También, de alguna manera, este dialogo intercultural representa hoy una opción por la esperanza. 

En el contexto del dialogo intercultural la filosofía (o las filosofías) se ve confrontada con una exigencia de transformación en cuyo marco la tarea autocrítica de repensar los presupuestos del propio discurso es condición para participar en la empresa de identificación de los supuestos filosóficos del dialogo intercultural. (Transformaciones Interculturales de la Filosofía p. 210)

De una manera más sintética de todo esto, podemos decir lo siguiente: hay que fomentar una relaciónlibre y reflexiva de los individuos con mi cultura propia que favorezca el reconocimiento entre las culturas. En esta tarea es necesario operar una transformación intercultural de la filosofía. 

Al leer a Fornet Betancourt el cual hace una propuesta más acorde con el Pensamiento Latinoamericano por la razón de que hay un reconocimiento de todas las culturas, porque a diferencia de muchos autores que vimos, no todos claro esta, dejaban a alguien fuera dentro de su marco, ya sea por ejemplo, una cultura o alguna clase social, la filosofía de este autor encaja muy bien y pienso que se tendría y podría adaptar a nuestra sociedad de hoy para que todos nos demos cuenta de lo que estamos rechazando, que de alguna manera es parte de nosotros. 

En todo el curso se ha criticado al criollo y su manera de imponer sus ideologías a todas las culturas por lo que ha habido un rechazo de parte de ellos a los otros individuos que también forman parte de “América Latina”, pero con esta propuesta que Betancourt nos ofrece no hay rechazo alguno, al contrario hay una acogida de este sujeto que forma parte de su cultura.                                                                                         
¿Cómo Fornet Betancourt retoma y reinterpreta la oposición de Sarmiento entre “Civilización y Barbarie”?   

Antes de que Betancourt reinterprete la oposición de Sarmiento de “Civilización y Barbarie”, él comienza explicando como es que éste autor interpreta estos dos conceptos, y comienza por lo siguiente: “La civilización es como la alternativa social y cultural en cuya realización efectiva deberían empeñarse las naciones americanas para superar el estadio de Barbarie” (Transformaciones Interculturales de la Filosofía p. 191). Es decir, la Civilización es superior a la Barbarie, el último debe quedar atrás como un pasado. Este es el postulado fundamental con el cual Fornet realizará su analice sobre los Supuestos Filosóficos del Dialogo Intercultural. 

A partir de esto Fornet se realiza una pregunta ¿No podríamos hablar de nuestro tiempo en términos de un tiempo cuya contradicción de fondo también esesa de civilización y Barbarie? (Transformaciones Interculturales de la Filosofía p. 206). Nuestro tiempo, de alguna manera, no nos remite a la “Barbarie” como un capitulo pasado o un nivel superado por su dinámica civilizatoria, sino que nos confrontaría con un presente de “Barbarie” como una de las dimensiones o de las caras que lo hacen visibles y operante, es decir, nuestro tiempo generaría “Barbarie”, por lo que estaríamos viviendo en “tiempo de Barbarie” que no es algo anterior sino contemporáneo. 

Betancourt no está de acuerdo con Sarmiento en cuanto que la “Civilización” es la solución a los problemas que están aconteciendo a nivel de toda la humanidad, sino más bien, ve esto como la dificultad fundamental y como unos de los problemas centrales, dicho por él. 

A partir de todo esto Fornet Betancourt pasa a realizar una reinterpretación de todo esto, de tal manera, que realiza su propio diagnostico, que es la siguiente: nuestra sociedad está pasando por tiempos, que es hoy, de su propia “Barbarie”, las cual es Postcivilizatoria, que de alguna manera se revela con la destrucción de las culturas, ¿Cuál o cuales culturas? Aquellas de las cuales conforman lo que podríamos llamar “América Latina” pero no como la concibe el criollo latinoamericano, sino más bien cada cultura que conforma nuestro continente, incluso hasta la más rechazada por los sectores criollos de más alta envergadura. Esta destrucción se realiza por medio de lo siguiente: la exclusión social, destrucción ecológica, el racismo, en el reduccionismo de nuestra visión de la creación, en el desequilibrio cómico que genera el modelo de vida propagada por nuestros medios de publicidad, en el hambre y la desnutrición.

En lo dicho anterior me llama la atención como Betancourt pone énfasis en el rechazo cultural, es decir, en todas nuestras culturas no hay un reconocimiento de las otras culturas que conforma “América Latina”.  Esto se debe a que hoy en día haya o exista un tiempo que engendra lo que denominamos “Barbarie” y la cual hace que se patentice la destrucción de las culturas.     

Fornet opone la visión de Sarmiento con la de José Martí cuando éste último hablaba de una América Nuestra que no se salvaría contra, sino con sus indios. Martí habla de la necesidad de corregir el proceso histórico, imitador de la “Civilización”, por el que ingenuamente se había apostado, el cual recurre a las fuerzas vivas que la “Civilización” quiere marginar y alterar. Pero Martí, muy contrariamente a Sarmiento, propone el camino de la protesta contra el modelo civilizatorio que se empeña en uniformar el planeta. Betancourt vincula su discurso protestatario a la realidad y naturalidad de los pueblos originarios de América. Para Betancourt todo esto es muy importante, ya que, constituye la pista que le permite complementar la caracterización de nuestro tiempo como un tiempo engendrador de “Barbarie”.

Para este autor la forma de responder a la alternativa de la “civilizada” organización del planeta radica hoy, fundamentalmente, en el reconocer o responder la diversidad cultural como pluralidad de visiones del mundo. Reconocer que existen diferentes culturas y no una y que por lo tanto que existen diferentes identidades

El objetivo de Betancourt con todo esto es lograr la articulación intercultural de esas posibles respuestas alternativas en unas respuestas más universalizable de vida digna para toda la humanidad. Tratar de que las culturas sean inevitables para encontrar y organizar alternativas viables a la “Barbarie”. 

El autor propone que haya un reconocimiento de las diversas culturas por medio del recurso intercultural crítico a la diversidad cultural, este reconocer será de cada cultura como una visión del mundo, para buscar los caminos más apropiados y para buscar las diferentes estrategias comunes de vida para todos. Por lo que las culturas no se convertirán en solución, pero si en medio para alcanzar esas soluciones viables universalizable.      

¿Cómo se posiciona la perspectiva intercultural ante la filosofía de la liberación, especialmente ente el pensamiento Enrique Dussel?   

Lo primero es que Fornet Betancourt afirma que toda cultura conlleva para toda persona humana, una tensión dialéctica insoslayable. Para el individuo quevive su cultura de origen no solamente sobre el trasfondo de esta dialéctica de determinación y libertad la cual lo vincula fundamentalmente al proceso de crecimiento en su identidad biográfica personal. Pero lo que realmente importa aquí es quetodo universo cultural concreto, además de la dialéctica de opresión y liberación, confronta a sus miembros a tener que discernir y esto es denominado “su” cultura y su manera de identificarse con ella. Esta es considerada la primera dialéctica por el autor.          

En la segunda dialéctica podemos percibir como Betancourt posiciona la perspectiva intercultural a la filosofía de la liberación con el pensamiento de Dussel, por lo siguiente: esta dialéctica de opresión y liberación, que responde a la praxis de los distinto sujetos sociales y se agudizan con la articulación de la protesta de los oprimidos en una cultura y esto lo podemos ver con la categoría de la ética de la liberación de Dussel. 

El principal postulado, con el cual Betancourt se posiciona, es el “Principio de liberación”, la cual se concreta con una praxis ético – critico finalizada por el imperativo de liberar a la victima, esta ética de Dussel es la mejor clave para interpretar los conflictos internos que fragmenta las culturas a este nivel. Toda su ética ofrece lo esencial y necesario para optar por lo ético – críticamente dentro de la “propia” cultura, comprometiéndose en su renovación y reorganización desde la óptica de la memoria de liberación de las victimas. 

Por lo que el posicionamiento de la interculturalidad va por esta línea y de acuerdo con la filosofía de la liberación, en cuanto al “Principio de la liberación”, que como se ha dicho, se concretiza en esa praxis ético – critico. 

Así como por ejemplo Betancourt emplea el instrumental analítico de la ética de la liberación de Dussel para alumbrar el proceso de discernimiento, que había dicho más adelante, en el conflicto entre tradiciones de expresión y de liberación al interior de un universo cultural concreto, y por eso Fornet recurre al “Principio – liberación” el cual tiene el imperativo de liberar a la victima, por lo que la praxis de este principio, supone la superación de los convencionalismo, en cualquier sistema culturar estabilizado y este se analiza por la reflexiónpersonal que remite a las tensiones característica señaladas en el primer momento de la dialéctica. 

Pienso que la perspectiva intercultural se posiciona también ante la filosofía de la liberación porque Betancourt toma esta ética del “principio de liberación” de liberar a la victima, para que cada cultura de “America Latina” salga de la “Barbarie” que le arropa para que se pueda reconocer las culturas por medio del dialogo intercultural.     

El objetivo de este “Principio – liberación para las culturas es que, a parte de teorías y practicas, que están bien, también requiere una apropiación reflexiva por parte de los posibles sujetos y esta reflexión hace que la convierta en criterio paradigmático convincente para así discernir el conflicto, y optar por él. Pero aquí lo importante es el movimiento de reflexión lo que puede hacer del “Principio de Liberación”, algo razonablemente comunicable y por eso convence y mueve a la acción y con ella la reversión liberadora de la historia y de las culturas. Y si llegamos a obtener esto podemos dejar la “Barbarie” y reconocer las diferentes culturas.        


Bibliografía
*Betancourt, Fornet. 2001. Transformaciones Interculturales de la Filosofía. Desde, Bilbao      

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