martes, 25 de julio de 2017

Del Edicto de Milan a Gregorio Magno

Los cristianos en el corazón del Imperio romano

Como refiere Mt 24-14 el evangelio debía ser predicado en toda la tierra habitada, expresión de un ideal universal. El centro político de este espacio era Roma, qie los cristianos, en razón de su paganismo, primero califican de Babilonia, pero que al hacerse cristiana, unen sus voces a la alabanza generalizada.

La referencia a la persona de Jesucristo es siempre un dato fundamental para la difusión del cristianismo. Sin embargo, también se puede mencionar algunos factores históricos a modo de preparación evangélica. Así la koiné cultural, era un hecho desde Alejandro Magno. Este vehículo lingüístico y cultural va a favorecer al cristianismo. La movilidad y las comunidades hacían posible los viajes por la impresionante red viaria que roma había construido. Por eso, la primera predicación cristiana sigue el curso de las grandes comunicaciones y es fundamentalmente urbana. La tolerancia religiosa practicada por los  romanos permitía un cierto sincretismo, pues así mantenían sus instituciones políticas. Este sincretismo plantea al cristianismo la cuestión de sus señas de identidad. La tendencia al asociacionismo y el propio el judaísmo de la diáspora, fue otro vehículo importante de la misión cristiana.



La religion romana. Breve esbozo

Octavio obtiene el poder del Senado en el 27 a.C. con el nombre de Augusto. Su moderación y su conciencia de la pax romana lo convierten en fundador de un imperio.  La religión había sido un factor importante en la gestación de Roma, donde vivía en régimen de culto oficial. La religión, cuya práctica garantizaba la grandeza y culto del imperio, atribuye el título y los deberes de pontifex  maximus a Augusto. De este modo el culto se oponía al servicio de la reorganización política y hacia del mismo la base de la religión oficial. La salus publica es un beneficio que se obtenía con el respeto de las leyes imperiales.

Juntamente con el cristianismo se difunden en el mundo romano los llamados “cultos orientales” o “religiones mistéricas”. El éxito de estas religiones mistéricas estaba en el pretendido poder de dar al iniciado una respuesta satisfactoria a la pregunta existencial por el propio destino, librándose así de todo inicuo fatalismo.

Enfrentamiento entre el cristianismo y el imperio romano. Las persecuciones
El número de adeptos al cristianismo no significaba preocupación especial para roma, pero el creciente desarrollo de la iglesia hace que despierte interés por parte del paganismo. Se asiste en el siglo II a un proceso de propaganda contra los cristianos, aunque el imperio no tenía una clara línea política sobre la conducta a seguir.

Las relaciones entre cristianismo e imperio en los siglos II y III pasan por un período de ajuste más que por un enfrentamiento radical. Melitón de Sardes (180) no dudo en poner en relación el bienestar del estado con el surgir del cristianismo. Esta época fue conocida como la era de los mártires la cual la iglesia ha guardado una imborrable memoria a las victimas cristianas,  ya que no aborrecieron su fe en la persecución y así corroboraron con su vida la verdad del cristiano.
Algunos paganos acusaban a los cristianos de no ser suficientemente patriotas en su defensa de Roma. La acusación es clarividente,  porque la idolatría  permanece el pecado contra el primer mandamiento.

Las primeras medidas las toma Nerón en el año 64. Así lo escriben Suetonio y Táctico. El odium generis humani o misanthropia se usaba como acusación contra los judíos. La perniciosa superstición era la religión cristiana.

Se puede afirmar que durante el s.II no existe una ley que regule jurídicamente la actitud del estado frente a los cristianos. Las persecuciones que surgen tienen carácter local y son esporádicas. Mártires famosos de ese tiempo son Ignacio de Antioquia (110) y Policarpo (155).

Cómodo, el último de los emperadores dela familia Antoninos, fue asesinado el 193. En este período en algunas iglesias se discutía sobre los oficios aceptables o no por parte de los cristianos. Quiere decir que no se sentían integrados en el imperio romano.

Al africano Septimio severo toma las riendas (193-211), que no albergaba con los cristianos la antipatía intelectual de un Marco Aurelio. En 202 publica un edicto en el que prohíbe la actividad misionera. Las persecuciones alcanzaron ahora a los catecúmenos y la escuela de Alejandría perdió algunos maestros.

La dinastía de la familia de los severos se acaba el 235, cuando el joven emperador y su madre, son asesinados y sube al trono Maximinio el Tarcio. La segunda mitad de este siglo la cuestión cristiana da lugar a nuevos brotes sanguinarios. El deseo de volver al imperio romano su esplendor augusteo y la urgencia de defenderse de los barbaros, junto con la necesidad de confiscar bienes para fortalecer el imperio, serán los motivos más sobresalientes y más encarnizado enfrentamiento. Decio (249-250) invita a todos los súbditos a una supplicatio generalis, cuya ejecución debía ser controlada mediante la concesión de un certificado (libelus). De aquí el problema de los lapsi (traidores de la fe)
Diocleciano (285-305), de una forma teatral y feroz publica cuatro edictos de persecución entre 302 y 303. La persecución resulta aparatosa y desigualmente difundida. Cmo consecuencia de estas persecuciones arraiga en África a partir del 303-304 el donatismo. También en la iglesia de Alejandría tiene lugar el cisma meleciano.

Algunos de los rasgos beneficios de la época de las persecuciones para la vida de la iglesia se destaca el que la misma iglesia no lamento el número de sus mártires; al contrario, los considero siempre como su mayor riqueza; el aumento del fervor religioso; el heroísmo que se plasmara en el tipo del santo cristiano,  no solo desde el aspecto cultural, sino también como ideal de vida. Las actas de los mártires, son las narraciones acerca de los últimos acontecimientos de la vida de los mártires; tenían una doble finalidad: perpetuar la memoria de un mártir y servir para edificación para el resto de los fieles.

El ‘Giro constantiniano’

El camino de Constantino al poder
En el 284 diocleciano llega al poder y por la situación compleja del imperio elaboro un sistema político, denominado tetrarquía. Inicialmente en el 286, nombró a un segundo emperador, Valerio Maximiano, asociado a él, al que encomendó la solución de los problemas occidentales. Y mientras Diocleciano era el sumo emperador, el Augusto, Maximiano accedía al imperio como César.
Cuando muere Constancio Cloro (306), su ejército proclamo augusto a Constantino, su hijo. En 311 Galerio reconoce finalmente a Constantino como augusto y el mismo reconocimiento otorgó a Máximo Daya. Así el imperio conto ese año con 4 augustos.

El ‘giro’ constantiniano: la nueva situación del crsitianismo

Con el término giro constantiniano se designa la nueva situación del cristianismo en el imperio y sociedad romana con motivo de la llegada al poder de Constantino. Galerio preocupado por su enfermedad, publica un edicto de tolerancia en el 311y declaro que fue un fracaso la política de Diocleciano sobre restablecer la tradición romana. Reconocía el derecho d elos cristianos de dirigirse y orar a su Dios por el emperador, el estado y el propio bienestar. Galerio muere en el 311 y Licinio se convirtió en el nuevo hombre fuerte de Oriente.

Constantino en el 312 en Italia inicia una campaña a favor de los cristianos. En esa guerra, ante las puertas de Roma, ordeno luchar con el anagrama de Cristo puesto en los estandartes. La victoria del Puente Milvio adquiere el carácter de una prueba especial de la protección divina a sus iniciativas.
Como consecuencia de esta bendición divina equipara el cristianismo a una religio licita en el edicto del 313 que dice “que a los cristianos ya  todos los demás les sea dada la posibilidad de confesar libremente la religión por ellos elegida, para que  lo que de divino y eclesial exista sea propicio a nosotros y a nuestros súbditos”.  Este edicto fue un acuerdo entre Constantino y Licinio tomado en Milan. El fin del edicto era: asegurar al cristianismo los privilegios de religio licita. Solo máximo Daya seguía fie a los antiguos cánones políticos y religiosos.

Lo decisivo de esta medida no es que el emperador se percatara de la trascendencia de sus decisiones, sino que desde ahora el cristianismo es una religión estrechamente unida al destino de Roma. El concilio de Arlés del 314, convocado por Constantino, es la prueba de la relación estrecha entre el campo eclesiástico y el político.

El pacto con Licinio no duro mucho. A partir del 316 Constantino se enfrenta con Licinio. Licinio es derrotado en Adrianápolis el 324 y ejecutadoen Tesalónica. Es entonces cuando Constantino publica, en el 324, su edicto de libertad. Convoca en el 325 el primer concilio en Nicea para tratar la pendiente cuestión arriana y otras cuestiones importantes relativas para la vida de la iglesia. Su obra es la construcción de la nueva capital: el 11de mayo de 330 queda inaugurada la fundación de Constantinopla, la nueva Roma. En el 337 recibe el bautismo, admitido por Eusebio de Nicomedia, en el lecho de muerte.

En el concilio de Arlés en 314 produce una serie de cánones, algunos inspirados en el de Elvira, en los que declara que los funcionarios públicos no deben ser excomulgados ‘ipso facto’ y se condenan a los soldados que se condenen a la autoridad legítima.

El reconocimiento del cristianismo como religión permitida no elimino el paganismo.
Después de la muerte de Constantino

A la muerte de Constantino le suceden sus hijos: en Occidente Constante (337-350), y en Oriente Constancio(337- 361). Constancio se involucró en cuestiones teológicas y se quiso imponer a las autoridades eclesiásticas para que modificaran el concilio de Nicea en sentido arriano.

Cuando muere Constancio, Juliano (361-363), ultimo heredero de la familia imperial constantiniana, asumió el poder y pasa a la historia apodado el apostata. Este escribe un libro llamado “contra los galileos” donde acusa a los cristianos de apostasía de la fe judía; califica esta fe de ‘superstición de Galilea’.

La obra de una verdadera separación del paganismo y del imperio pertenece a Graciano (375-383), autor de dos hechos sintomáticos. Primero , la renuncia al título de pontifex maximus en el 379 y, segundo, retira la estatua de la Victoria del aula del Senado el 380.

Las premisas de Constantino las completo Teodosio (378-395), que inaugura el régimen de tipo teocrático medieval y bizantino. Ya el 379 por le divina e imperial anula las herejías, con lo cual ayuda a vencer al arrianismo. Con le edicto de fe del 27 de febrero del 380, dirigido a la población de Constantinopla, pero con la mirada puesta en todos los súbditos del imperio, acuna la expresión católicos cristianos. Este edicto convirtió al cristianismo en religión de estado.

El 381 celebra el segundo concilio ecuménico en Constantinopla. Donde la fe ortodoxa en mantenida administrativamente contra toda una amplia gama de herejías. A partir del 394 la iglesia es la única que goza de las ventajas materiales y sociales, que Constantino había comenzado darle. San Ambrosio el más popular de los eclesiásticos de occidente, reivindica la autonomía de la iglesia. Decía que el emperador está dentro de la iglesia, no sobre la iglesia.

Significado y comprensión del ‘giro constantiniano’

El objetivo de la política de Constantino era conseguir la integración de los ciudadanos cristianos a todos los efectos en la estructura del imperio. El ‘giro’ constantiniano tiene en Lactancio  y Eusebio de Cesarea a dos testimonios cualificados. Ambos realizan una apología sobre acontecimientos pasados, propugnando una estrecha unión entre cristianismo y imperio romano. Para Eusebio  el  reino terrenal único y el Dios cristiano único encontraban con Constantino la unidad a la que estaban predestinados.

La iglesia del s. IV es una  iglesia triunfante (ecclesia triunphans).
El problema de ;a incompatibilidad del “Reino de Dios” con un imperio, cuyo ordenamiento político era de origen pagano, se plantea expresamente entonces. La caída del imperio de Roma (410) y la invasión delos Barbaros, no podían resolverse con la nostalgia o la consternación. Por esto los paganos hacen la pregunta critica: ¿Por qué el dios cristiano no protege al imperio, si a su ayuda se atribuyó su existencia renovada?

San Agustín 430 formula una teoría más profunda. un tratado sobre esta cuestión De civitate Dei ( La ciudad de Dios). En ella se dirige no solo contra los paganos, sino también contra el exagerado patriotismo de sus contemporáneos cristianos.

Su teología acentúa las posibilidades de la conciencia cristiana en si misma. Las formas políticas se tornan irrelevantes ante tal posicionamiento. Para Agustín la identificación de Roma  con Babilonia no deriva ya de posiciones apocalípticas, porque este juicio vale también para el imperio cristiano, sino que la razón profunda de esta desconfianza radica en la escatología cristiana.

La iglesia de Oriente siguió estrechamente unida en su evolución al estado, convirtiéndose en parte integrante de la forma de vida bizantina. En Occidente, el papado y la iglesia evolucionan hacia una mayor autonomía, aunque muchas veces entraba en conflicto con el estado.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario