El Evangelio de Marcos: tiene 661 versículos distribuidos en 16 capítulos, de ellos Mt tomará, de los 1.068 vv. que tiene, unos 600 versículos para escribir su texto. Este fenómeno ha servido a muchos intérpretes modernos para afirmar que Mateo tuvo ante sus ojos Mc, cuando estaba escribiendo su evangelio.
En la historia de la interpretación del texto, se llegó a afirmar que Mc copiaba y resumía a Mt, ya que por el orden establecido y por el diverso valor dado a los textos se pensó que Mt era anterior y más completo que Mc. La razón que servía de base a este error era muy simple: sólo 61 versículos eran aparentemente propios de Mc. Además, formalmente, el primer evangelio es Mt, siendo Mc, el segundo. Se pensó que el orden de aparición era el cronológico.
Con Lc que posee unos 1.150 versículos, el evangelio de Mc tiene en común unos 350 vv.
Desde el siglo II d.C. no hay ninguna duda de su valor canónico, los testimonios que aceptan esta obra como "palabra de Dios" son múltiples y nunca se han planteado especiales problemas al respecto.
Desde el punto de vista de la historia, el evangelio de Marcos ha sido el menos estudiado. Los santos Padres le han dedicado pocos comentarios, los teólogos no han prestado mucho interés y los liturgistas le han dedicado poco tiempo y lo han considerado de escaso valor para la liturgia. Se pensaba que Mc no aportaba nada nuevo sobre Jesús.
En estos últimos años se ha recuperado el interés por esta obra y los investigadores se han dedicado exhaustivamente a su estudio.
Actualmente, Mc es muy interesante porque se le considera el primer ejemplo de un nuevo género literario: el evangelio. Se trata de un libro que anuncia con gozo quién es Jesús, la presencia y salvación de Dios entre los hombres.
2.- El debate sobre la autoría:
El texto se le atribuye a un tal Juan, llamado Marcos (Hch 12, 12-25), personaje que aparece en varias ocasiones: Hch 13, 5-13; 15, 37-39; Col 4,10; Flp 1, 24; 2Tim 4,11; 1Pe 5,13. Esta atribución presupone la opinión de que Marcos compuso su evangelio después de la muerte de Pedro en Roma.
Como se puede comprobar a simple vista, Juan es un nombre hebreo y el sobrenombre Marcos es de origen latino.
En Col 4, 10 se le presenta como pariente de Bernabé, compañero de Pablo en una parte de su misión. Incluso, Marcos llega a acompañarlos en un viaje, abandonándoles en Perge de Panfilia, tal y como narra Hch 13,13. Además parece que fue parte de la causa de separación entre los dos misioneros: Hch 15, 36-40. Bernabé se queda con Marcos y Pablo elige a Silas como nuevo compañero.
En la tradición se ha interpretado que Marcos puede ser aquel joven que en la Pasión se escapó desnudo en el momento del arresto de Jesús, hecho narrado por Mc 14, 51.
Es el mismo Papías quién refiere que Marcos no conoció directamente al Señor, pero sí que conoció a Pedro de quién fue "intérprete". Se hace así que Mc sea un transmisor de la predicación petrina. Esta cuestión sigue siendo una duda.
En algunas ocasiones nos parece que el compositor del texto tuvo que ser un cristiano proveniente del paganismo, puesto que manifiesta no conocer muy bien la geografía de la tierra santa, una prueba es el pasaje de Mc 5, 1-20; y además cuando habla de los judíos y de sus tradiciones, se mantiene a distancia, como si se tratase de cuestiones lejanas o extrañas.
Y, en cuanto al estilo literario, es un conocedor del griego aunque no sea del todo perfecto su estilo. Mezcla en su vocabulario algún latinismo.
Se piensa que el compositor del evangelio de Marcos fue un judío convertido pero hoy en día crece la idea de que se trata de un paganocristiano. Pero no hay modo de conocer fidedignamente el origen concreto de su autor.
Respecto a la labor del autor o autores del texto, siguen existiendo en la actualidad diversas teorías. El P. Boismard sostiene la existencia de un Mc intermedio, antes del Mc definitivo.
Otros exégetas distinguen otro número de redacciones, en concreto, tres. Son de esta idea W. Bussmann y E. Wendling. Este último, por ejemplo, distingue en las tres redacciones, otros tantos niveles. El primer redactor es un historiador, el segundo un poeta y el tercero es un teólogo.
3.- La cuestión cronológica o composición de Marcos:
El texto comienza con el Bautismo de Jesús y culmina con el sepulcro vacío después de la Resurrección, y cronológicamente su composición se sitúa en el quinquenio 65-70 d.C., muerto ya el apóstol Pedro. Es considerado el evangelio canónico más antiguo .
Hoy día la mayoría de los críticos ya no dudan de que se trata de un evangelio anterior al año 70 d.C. cuando se destruye el Templo.
Si fuesen ciertas las tesis de O´Callaghan, elaboradas en 1972, tendríamos que situar el evangelio cronológicamente hacia los años 50 d.C. Este autor asegura que Mc 4, 28 y 6,52 han sido encontrados entre los manuscritos griegos de Qumrán.
4.- La comunidad marciana:
Habíamos anunciado que la tradición piensa al autor de este evangelio como un secretario de Pedro , y como tal, testigo de su predicación apostólica.
Iconográficamente su símbolo es el león. Y literariamente parece el evangelio de un judío que se expresa mal en griego, y que se dirige a cristianos de origen gentil de Roma.
No obstante, hay quién piensa, entre ellos S. Jerónimo y Crisóstomo, que el origen de este evangelio está en la comunidad de Alejandría fundada por Marcos y que más adelante se usó en la de Roma. Según Clemente de Alejandría, Jerónimo, Eusebio de Cesarea y Efrén, Marcos escribió su evangelio en la ciudad eterna. Muestra de ello sería el grupo de latinismos del texto.
La tesis tradicional o al menos más usada respecto a lo comunidad de Marcos es la de pensar en un grupo de cristianos de origen no judío y que no habitan en Palestina. Hoy sigue siendo mayoritario pensar que Roma es la comunidad para quién y en dónde se compuso Marcos.
Investigando en el texto, vemos como parece que existe una cierta relación entre lo escrito y las comunidades de Jerusalén y Galilea; esto se puede deducir de algunas expresiones arameas traducidas al griego: Mc 3, 17; 5, 41; 7, 35; 14,36.
También se ha llegado a pensar en la comunidad de Antioquía de Siria como lugar de origen de Mc.
Respecto a la situación de la comunidad, lo que se puede decir es muy genérico. Parece que la comunidad que generó el texto de Mc se estaba replanteando la cristología, más concretamente, su fe en Jesús.
Los problemas suscitados pueden provenir de una situación de persecución, que les hace dudar de su fe y necesitan un replanteamiento vital y doctrinal. Reflejo de esta situación de persecución o tribulación puede ser Mc 13 o también Mc 4, 16-17 y Mc 10, 29-30.
El punto débil del grupo parece ser el tema del señorío de Jesús. Si Jesús es Señor, ¿por qué sufrimos? Mc nos presentará a un Cristo también sufriente, él es Señor desde la cruz; y proporciona una explicación satisfactoria a nuestra situación.
Uno de los temas más recurrentes es la "incomprensión" hacia la persona de Jesús. Los discípulos no acaban de entender adecuadamente lo que Jesús les propone ni comprender su verdadera identidad. Esto puede significar que la comunidad a la que pertenece Mc, no termina por comprender el misterio de Cristo y los compromisos que esa identidad conllevan.
En el culto y en la enseñanza es dónde se tiene que percibir una respuesta.
El evangelio de Mc pretende acabar con una idea de Jesús excesivamente helenista, buscando los rasgos "divinizantes" que lleven a una errónea "theologia gloriae". Este reto teológico ha hecho que la cristología de Mc sea "alta".
Para Mc, la comunidad no es el "nuevo Israel" sino la "nueva humanidad". Y se percibe que los miembros de esta comunidad proceden de Israel o del mundo de los excluidos de Israel y de la gentilidad. Parece reservar el título "discípulos" (43 v.) o los "doce" (11 v.) para los que tienen su origen en Israel, mientras que son designados otros componentes de la comunidad con otros títulos: "los que estaban en torno a él", "la multitud", etc.
Parece existir un cierto conflicto entre los componentes judeocristianos y cristianos de la gentilidad de la comunidad de Mc.
Ante la crisis el evangelista favorece al segundo grupo.
La comunidad de Mc tiene una gran preocupación misionera y se abre a la incorporación de los paganos. Su talante es universalista.
La comunidad de Mc parece además poseer una organización bien definida. Se nos habla de la existencia de un grupo el de los discípulos, que acompañan a Jesús en su ministerio; y otro el de un grupo bien definido, el de los doce.
5.- Crítica textual.
Los testimonios más antiguos completos provienen del siglo IV de nuestra era, aunque poseemos testimonios fragmentarios del siglo III, concretamente, el papiro 45, que se suele cifrar en el primer tercio del tercer siglo.
Los estudiosos piensan que Mc 16, 9-20 fue añadido al resto de perícopas tempranamente, aproximadamente hacia el año 150 d.C.
Se duda de que sean primitivo varios versículos: Mc 7,16; 9,44.46; 11, 26; y 15,28.
El griego usado en el texto es koiné, con algún que otro semitismo, y latinismo. Su estilo no es muy cuidado y emplea los términos con excesiva libertad, no obstante, consigue dar a la narración gran viveza y agilidad. Casi nos parece estar ante un griego hablado más que literario.
6.- El estilo de Marcos
Actualmente se afirma que el mayor logro de Marcos es haber creado un género literario de gran éxito que llamamos "evangelio" . En él se reúnen en un solo relato tradiciones de palabras y acciones de Jesús que se habían elaborado en las primitivas comunidades cristianas. Esta narración tiene un criterio de selección y organización propio. Cada evangelista utiliza sus materiales, propios y recibidos, siguiendo criterios particulares que hay que descubrir.
Desde el punto de vista del vocabulario, Mc es pobre y monótono aunque es realista y busca sentidos precisos y concretos para sus palabras. Emplea unas 11.242 palabras en su evangelio pero sólo usa 1345 vocablos: 60 nombres propios y 79 hapax.
Posee algún que otro arameísmo: Boanerges (Mc 3,17), Talitha qum (Mc 5,41), korban (Mc 7,11), Epphata (Mc 7,34), Bartimaios (Mc 10, 46), Abba (Mc 14, 36), Eloí, Eloí lamma sabakhtani (Mc 15, 34). También existen abundantes latinismos y palabras claramente latinas: centurión (Mc 15, 39.44.45), legión (Mc 5, 9.15), pretorio, denario (Mc 6, 37; 12,15; 14,5), dracma, Cesar, etc.
Marcos no es un estilista, parece que está narrando estereotipadamente, al modo de un reportero que busca, sobre todo, fidelidad. Presenta respecto a la persona de Jesús un retrato bastante vivo y concreto y, a veces, entra en los sentimientos de sus personajes .
El lenguaje de Marcos manifiesta más bien el griego hablado.
Emplea muy abundantemente el presente histórico y usa términos que le son característicos. Por ejemplo, emplea el adverbio "euthys" -enseguida- 41 veces, y "palin" -de nuevo- 28 veces.
Narrativamente Marcos posee entre otras las siguientes características: esquematismo de los relatos, búsqueda de vivacidad y colorido y, por último, se prefiere dramatizar los relatos.
En las narraciones Mc suele introducir "interpolaciones" que interrumpen intencionalmente los desarrollos de las perícopas. Por ejemplo: Mc 2, 1-12 se interrumpe en vv 5b-10a; Mc 3, 1-6, en los vv 4-5; Mc 3, 20-35 3n 22-29, etc.
6.1.- Estructura de la obra:
A simple vista, el evangelio de Mc parece compuesto por una serie de materiales desordenados y cuya elaboración es poco cuidada. Por eso, el estudio de la estructura de la obra se ha convertido en una de las preocupaciones básicas de la exégesis de estos últimos años.
Desde el punto de vista cristológico, nos presenta a Jesús como "el Mesías, el Hijo de Dios", son los dos títulos que más le preocupan (Mc 1,1-13). Sin embargo, el único título que Jesús se da a si mismo, a lo largo del texto, es el de "Hijo del hombre".
La perícopa conocida como confesión de Pedro (Mc 8,27 ss.) es un momento clave en el relato y tradicionalmente divide el Evangelio en dos partes bien definidas. Por eso, se suele hablar de Jesús antes y después de la confesión de Pedro.
El objetivo de la obra es ir presentando a Jesús como un hombre cualquiera que se va caracterizando cada vez más por una nota: la soledad. Cristo es el hombre incomprendido que vive un gran drama: la no aceptación. La gente que le rodea no ve, está obcecada y no percibe su identidad. No puede reconocer quién es él.
Jesús trata de explicar el sentido de las cosas enseñando y predicando el Reino de Dios; y se va manifestando como Mesías.
A partir de Mc 11-13 se habla de Jesús como Hijo de David, esto es, una forma concreta de su identidad mesiánica. A lo largo del relato se va afirmando, cada vez con mayor fuerza, la idea de que el Mesías debe padecer e incluso morir como fruto del plan de Dios. Destaca por esta razón el evangelista el creciente conflicto que Jesús tiene con diversas instancias: sus discípulos, las autoridades, su familia, etc.
La verdadera identidad de Jesús se descubre en el momento cumbre de la Pasión, cuando un pagano proclama la filiación divina de Jesús, el Cristo (Mc 15, 39). La parte central de la narración la constituye las perícopas que forman el relato de la Pasión. Para algunos el evangelio de Mc es el evangelio de la "Theologia crucis".
Uno de los problemas aún pendiente de solucionar es el tema de las fuentes en Marcos. Unos afirman su existencia y otros las niegan. Generalmente, se habla de un Marcos primitivo, que será la base del texto que actualmente conocemos y desde el cual se constituirá la redacción final. Este texto premarciano usaría tradiciones orales, relatos escritos fragmentarios, los materiales de la fuente Q, etc.
Volviendo al tema de la estructura del relato se pueden tener diversos esquemas de interpretación :
A.- CRITERIO GEOGRÁFICO:
Si tomamos este criterio dividiríamos el texto en las siguientes secciones:
1.- Ministerio Galilaico de Jesús: Mc 1-9
Aquí encontraríamos dos secciones. La primera Mc 1,1-13 que tiene como protagonista el Jordán y Mc 1,14-9,50 que está marcada por la importancia de la región de Galilea.
2.- Viaje o período de transición: Mc 10.
Es la narración de la subida de Jesús hacia Jerusalén.
3.- Ministerio jerosolimitano de Jesús: Mc 11-16
Con esta división le permite el texto establecer una oposición entre el mundo pagano y judío. Sin duda alguna, la balanza se inclina por exaltar el mundo gentil.
Como dato ya expuesto, recordar que el evangelio de Mc no muestra un conocimiento exhaustivo de Palestina desde el punto de vista de la geografía física.
B.- DIVISIÓN DESDE LOS ACTORES:
Adoptando un planteamiento de analizar los actores de la narración, la cuestión giraría en saber ¿quién es Jesús?, actor principal del texto.
La respuesta a este interrogante divide el texto:
1.- Mc 1,1: Título del Evangelio: nos afirma que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios.
2.- Mc 1,1-14: Juan Bautista da su respuesta sobre quién es Jesús. El texto del Bautismo es la perícopa más significativa. Durante este episodio Dios nos dice quién es Jesús: su Hijo (Mc 1,11).
3.- Mc 1, 14- 8,26: Serán los destinatarios de la Buena Noticia quienes se hacen esta pregunta y se maravillen: Mc 1, 27; 2, 12; 4, 41; 6, 14-15. El texto que se puede ver con más detalle es Mc 1, 21-28. En él, y en otras ocasiones (Mc 1,34; 3, 11-12; 6, 6-7), son los espíritus inmundos quienes sí conocen la identidad de Jesús.
4.- Mc 8, 27- 16, 8: En la segunda parte del evangelio se alternan respuestas de los hombres y Dios al tema de la identidad.
En Mc 8, 29 hay una respuesta de los hombres: Jesús es el Mesías. En esta ocasión se pone en boca de Pedro.
En Mc 9, 2-13, hay una nueva respuesta en el episodio de la transfiguración que es obra de Dios mismo. En ella Jesús es llamado Hijo. Coincide esta respuesta con la dada en el Bautismo.
En Mc 10, 46-50; será el ciego de Jericó el encargado de dar una respuesta a la demanda de la identidad: Jesús, Hijo de David, esto es, mesías davídico.
La entrada de Jesús en Jerusalén es otra respuesta a este interrogante (Mc 11, 1-11), para ello se sirve la gente de Za 9,9 y Sal 108, 25-26.
En Mc 11, 27-33 abordan los sumos sacerdotes y letrados el tema planteado de la identidad y Mc 12, 35-37 da una respuesta.
En Mc 14, 55-64, Jesús da testimonio de sí mismo, aplicándose además el título "hijo de hombre" que puede tener su origen en la apocalíptica de Daniel (Dn 7, 13-14).
En Mc 15, 39, un hombre, pagano, centurión romano da respuesta la respuesta definitiva al tema de la identidad de Jesús y confirma el título del evangelio Mc 1,1. Sólo después de morir Jesús, se puede dar la verdadera respuesta al interrogante planteado. De Jesús debemos hablar como Mesías sufriente, o lo que es lo mismo sólo desde la teología de la cruz es adecuado referirnos a Cristo. Es el crucificado el hijo amado de Dios y por eso será resucitado.
Los cielos se vuelven a abrir por tercera vez en la resurrección Mc 16, 1-8, concretamente en Mc 16,6. Anteriormente se habían abierto en el Bautismo y en la Transfiguración.
C.- DIVISIÓN DESDE LOS ASPECTOS LITERARIOS:
Si estructuramos el texto desde los aspectos literarios entonces tendríamos la división siguiente:
Mc 1,1-13: Prólogo del evangelio.
Es la aparición en escena de Juan Bautista.
Mc 1, 14-8, 26: La primera parte. Jesús Mesías.
Jesús se manifiesta veladamente a los suyos. Se conoce también como la sección de la actividad de Jesús en Galilea. Se subdivide en:
- Mc 1, 14 -3, 6: Jesús inicia su actividad y se encuentra con los primeros discípulos.
- Mc 3, 7 - 6, 6a: Las acciones y discursos de Jesús.
- Mc 6, 6b - 8, 21: La llamada "sección de los panes"
Con Mc 8, 22-26, el episodio del ciego de Betsaida, tendríamos el centro del Evangelio, el cual se uniría a la confesión de Pedro de Mc 8, 27-30.
Mc 8, 27- 16,8: La segunda parte del evangelio. Jesús, Hijo.
Ahora ya, Jesús se revela con claridad. Y lo mismo que en la sección anterior, tenemos varias subdivisiones:
- Mc 8, 31-10, 52: el camino de Jesús hacia Jerusalén.
Que a su vez se subdivide en:
- Mc 8, 31- 9,29
- Mc 9, 30 - 10, 31
- Mc 10, 32-52
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