sábado, 15 de julio de 2017

El Misterio

A continuación, expondremos de manera breve y concisa nuestro tema , el Misterio. En primer lugar, hablaremos de algunas nociones generales del término (etimología, acepciones, distinción de enigma y misterio) con la finalidad de tener un panorama más o menos amplio del término, que nos sirva como punto de partida de nuestro trabajo. En segundo lugar, mencionaremos algunos modos en los que el término es usado (ontológicamente, existencialmente y en el campo de las religiones). En tercer lugar, de manera muy puntual, trataremos sobre el sentido antropológico del término. Seguidamente, nos detendremos en el sentido religioso. Por último, haremos una breve síntesis que nos ayudará a subrayar lo más importante del término misterio.

Preámbulo
En el lenguaje común se emplea la palabra misterio al concluir una reflexión que ha agotado las capacidades de la razón y ya no consigue aportar más luz. O tal vez, para indicar intenciones o realidades ocultas al común de los mortales. Misterio puede también significar el aura de interés, curiosidad y fascinación que irradia una persona.

En su origen la palabra misterio (mysterion en griego, que a su vez proviende de múein, que quiere decir percibir el carácter escondido, no comunicado, de una realidad o de una intención) no posee un contenido teórico, sino que está ligada a la experiencia religiosa en los ritos de iniciación. La persona es llevada a experimentar, mediante celebraciones, cánticos, danzas, dramatizaciones y realización de gestos rituales, una revelación o una iluminación conservada por un grupo determinado y cerrado. Es relevante poner énfasis en el hecho de que el misterio está ligado a esa vivencia-experiencia globalizante.

Nociones generales
La palabra misterio viene del griego misterion, derivado de múein, que significa cerrar la boca, y que puede designar:
a. Un rito religioso oculto, en que solo pueden tomar parte los iniciados, “mystes”, y por el que tratan de alcanzar la salud; en este sentido se halla ordinariamente en plural.
b. Desde Platón, una doctrina oculta y oscura;
c. En la magia, una fórmula o acción mágica.
d. En la lengua familiar, un secreto.
e. En la lengua de gnosis, una revelación divina oculta.

Otras acepciones del término nos ubican en el lenguaje común,en el que se emplea la palabra misterio al concluir una reflexión que ha agotado las capacidades de la razón, y ya no consigue aportar más luz. O tal vez, para indicar intenciones o realidades ocultas al común de los mortales. Misterio puede también significar el aura de interés, curiosidad y fascinación que irradia una persona.

Hay misterios que sólo lo son porque no se conoce el fondo de las cosas y de los sucesos, mientras que hay algunas cosas y sucesos que se entienden como misterio pero que en realidad son enigmas. Los enigmas son realidades aparentementeimpenetrables con la posibilidad de ser penetradas y agotadas por el conocimiento, que una vez sean aprehendidas dejan de ser enigmas. Por el contrario, el misterio es esa realidad que el hombre nunca llegará a penetrar. 

Ya lo subrayaba con claridad Leonardo Boff, “misterio no equivale a enigma que, una vez descifrado, desaparece. Misterio designa la dimensión de profundidad que se inscribe en cada persona, en cada ser y en la totalidad de la realidad y que posee un carácter definitivamente indescifrable”.

Algunomodos del término
Se habla de misterio para hacer referencia a todo aquello que el hombre no puede explicarse o no es comprensible en absoluto para la inteligencia humana. Hay misterios que sólo lo son porque no se conoce el fondo de las cosas y de los sucesos, aunque se estime pueda esclarecerse un día, mientras que, por el contrario, existen otros que el hombre nunca llegará a penetrar. Con una actitud positivista se puede ignorar el misterio, si bien es imposible que el hombre lo elimine por completo de su existencia.
a. El misterio de las cosas
El misterio procede de la filosofía, y la naturaleza misma de las cosas es un misterio, así como lo es también todo lo que existe; sólo algunos genios han percibido su profundidad sin poder, pese a todo, captar sus raíces. Por muy lejos que el hombre que intente llegar, siempre termina en un momento o en un lugar que llama la puerta del misterio. Por esta puerta del abismo abierta al infinito, surge ese misterio con formas palpables y aprehensibles.  Todas las filosofías han intentado atravesar este misterio de las cosas sin lograrlo jamás. El misterio en cuestión es el ontológico, que no se puede aprehender en su esencia, aunque sea posible percibirlo en su acción y en sus manifestaciones.
b. El misterio de la existencia
Nos referimos al misterio de la vida. El hombre se encuentra en cada momento ante el misterio de la vida y de la muerte, el misterio del conocimiento, el de la presencia, el del amor y el de la relación humana. En cada acción que se plantea el hombre se encuentra igualmente de cara al misterio de la relación del espíritu, del alma y del cuerpo. Realidades dotadas de un poder prodigioso, los misterios de la existencia son fuerzas que el hombre puede utilizar parcialmente y dirigir de forma incompleta. En realidad, lo importante es permitirles obrar en el ser humano, aun cuando éste no pueda comprenderlos ni dominarlos por completo.
c. El misterio religioso
Mediante la fe el hombre sobrepasa las fronteras de lo que la inteligencia propone y explica para unirse al misterio mismo en lo que posee de más personal e irreductible. Ésta es una maravillosa capacidad del espíritu humano, que puede superar así sus propios límites para entrar en el conocimiento del misterio a través de la fe. El origen de la fe es el misterio vivo.
Más adelante abundaremos sobre este sentido

Sentido antropológico-existencial de misterio
Cuando nos confrontamos con lo infinitamente complejo – la persona humana, hombre y mujer-, ahí es donde tomamos conciencia de lo que significa existencialmente, a nivel experiencial, un misterio (…)”.

Cada persona es un misterio, que solo es posible conocer desdede una larga convivencia, por la intimidad del amor o abordándola desde las diversas ciencias y tradiciones de la humanidad. Aun así nadie podrá descifrar quién es la persona en sí. La persona emerge ante sí misma y ante los otros como un misterio desafiante.
La persona sigue siendo un misterio vivo y personal a pesar de todas las posibilidades de conocerla.

Sentido religioso de misterio
En este sentido Leonardo Boff dice que “cuando las personas personalizan la experiencia del misterio, se sienten como habitadas por él e invitadas al diálogo, a la oración y a caer de rodillas ante su sacralidad, entonces es cuando surgen las religiones. En la raíz de cada religión está la experiencia del misterio. Antes que nada está la experiencia del misterio. Después viene la fe.
Para Martin Velasco misterio es “la categoría o realidad primaria en el interior de lo sagrado de las religiones”

Al hacer uso de la denominación “misterio”, se pretende mostrar que lo sagrado es una región o un ámbito que no se agota en la figura de un dios y que, para comprender todas sus manifestaciones, es preciso elegir una realidad que, por una parte, sea capaz de realizar la función que realiza la figura de la divinidad y, por otra, sea más amplia, de manera que comprenda otras manifestaciones indudablemente religiosas en las que falta esa figura concreta de la divinidad.

El misterio es lo que tienen en común todas las formas de divinidad, es decir, todas las configuraciones que el sujeto ha dado de lo que es el término de su actitud religiosa. El misterio es el nombre de la divinidad en el que todas las formas de la misma coinciden, y por tanto, aquel en el que se reconocerán todos los sujetos religiososEn palabras de Gómez Caffarena, es “el eje, el centro, la raíz de este ámbito de lo sagrado”

En síntesis
El misterio en su acepción general, significa solamente lo extraño, lo que no se comprende y no se explica. Pero el misterio religioso, “es lo heterogéneo en absoluto, lo extraño, lo chocante, lo que se sale resueltamente del círculo de lo comprendido, familiar, íntimo, oponiéndose a ello, y por, tanto nos lleva a la experiencia del asombro”, a la inquietud de acceder a él, impregnados por la realidad trascendente de ese misterio que nos ubica en la posición de incomprensión. Nos reconocemos pequeños ante el misterio.

El misterio no constituye, por lo tanto, una realidad que se oponga al conocimiento. Es propio del misterio ser conocido. Pero también es propio del misterio seguir siendo misterio en el conocimiento. Ahí reside la paradoja del misterio. El no es el límite de la razón. Por más que conozcamos una realidad, jamás se agota nuestra capacidad de conocerla más y mejor.

Referencia Bibliográfica
BOFF, Leonardo y BETTO, Frey: Mística y espiritualidad, Madrid, Ed. Trotta, 1999, 2da edición, 142 pp.
CABADA CASTRO, Manuel: El animal infinito, una visión antropológica y filosófica del comportamiento religiosoAletheia 49Salamanca, Esteban, 2009, 255 pp
DE AUSEJO, OFM. CAP., SerafínDiccionario de la bibliaHerder, Barcelona, 1975, 6ta ed., 2126 pp.
OTTORudolffLa Santo. Lo racional e irracional en la idea de DiosTrde F. Vela, Lb. 7936, Madrid, Alianza, 1980, (2da reimp. 1991), 232 pp

No hay comentarios.:

Publicar un comentario