lunes, 24 de julio de 2017

Historia de los Concilios

1) Distinción entre: Sínodo  y  Concilio

Sínodo viene de synodeuein, que significa en griego =
caminar juntos y equivale, a la vez, al término:

Concilio que viene del latín
    (= concilium, proveniente de cumcieo que también
     significa = moverse juntos).

   El Sínodo es una asamblea deliberada. Puede ser una asamblea de obispos (o de un obispo con sus presbíteros).


 En el Sínodo se trata: - cuestiones dogmáticas   у
  “      disciplinarias.

   Actualmente se utiliza el término sínodo más bien para asambleas de la Iglesia local.

   (En cambio el Concilio tiene más bien un carácter universal).

2) Introducción gral. al tema:-
La Historia de los Concilios Ecuménicos = es una materia complementaria, sub-sanante de la Historia de la Iglesia.

   Toledo, s. y Pisa, XIV = no son concilios ecuménicos, pero nos interesan.

   - ¿Qué han significado los Concilios en la Historia de
la Iglesia? (Historia de pequeñas herejías.)

Desde el punto de vista histórico, es necesario precisar que los C.E. son un fenómeno relativamente tardío.

En el s. III los sínodos de obispos son una institución regular en Capadocia y en África, y a principios del s. IV se multiplican por toda la Iglesia.

Pero se trata de reuniones locales que agrupan a obispos de una región o provincia y esto hasta el año 325 d.C., cuando en Nicea están convocados los obispos de toda la Iglesia.

No hay que imaginarse, sin embargo, que los primeros C.E. hubiesen proyectado sobre ellos la universalidad que gozaban las grandes asambleas de TRENTO, VATICANO I y VATICANO II.  Efectiva-mente, en cuanto a su ecumenicidad, hay que reconocer que ésta solamente ha sido relativa. Pues, las veces que el Occidente había estado representado, lo fue apenas por algunos obispos ó delegados.

En cuanto a su convocación, la realizaba el emperador, limitándose el Papa a suscribirla, al menos a posteriori.

En cuanto a la aprobación de sus decisiones por el Papa, en ocasiones ha sido sólo implícita.

Los C. reconocidos como ecuménicos son 20, aunque algunos autores añaden el de Constanza, en cuanto a sus decretos aprobados por el Papa MARTÍN V.

     Se dejan clasificar en cuatro grupos, conforme al criterio complejo del ambiento exterior y de la intervención del poder secular.

Esta clasificación en 4 grupos, como se verá, depende de criterios históricos más bien exteriores, que no afectan para nada a lo sustancial, -su carácter de actos eclesiales solemnes- y, por tanto, tampoco a su valor dogmático.

El primer grupo está formado por los 8 primeros Concilios Ecuménicos, convocados por los Emperadores, se las celebra en Oriente y Occidente está representado en ellos solamente por Legados Papales. Este primer bloque de concilios se preocupa fundamentalmente por las herejías de la época.

El segundo grupo lo constituyen los nueve C. E. siguientes; son presididos y convocados por los Pontífices, sus decretos llevan la cláusula *SACRO APROBANTE CONCILIO*, celebran en Occidente y los obispos asistentes pertenecen casi exclusivamente al rito latino; interviene el poder secular, aunque en ellos se pone de manifiesto la acción independiente del papado.

El tercer grupo lo forma el Concilio de TRENTO, que es un concilio de transición entre la época anterior y los C. Contemporáneos, pues, muy semejante a éstos, tolera una cierta intervención  del poder secular.

El cuarto grupo está integrado por el VATICANO I y el VATICANO II, en los que se manifiesta su absoluta independencia con respecto a la potestad secular.

La lista cronológica de los C. E., con los rasgos mínimos diferenciales, es la siguiente:

  NICEA (325 d.C.)  -  Convocado por Constantino para condenar y deponer a ARRIO, proclama que el VERBO es consustancial al Padre y redacta una fórmula de Fe o Símbolo de Nicea.


  CONSTANTINOPOLITANO I (381 d.C.)   -   Convocado por Teodosio I, condena a MACEDONIO, que negaba la divinidad y consustancialidad del Espíritu Santo. Según la tradición, en él se aprueba al símbolo llamado niceno-constantinopolitano. El papa Dámaso, en los C. Romanos del 380 y del 383, define la misma doctrina. Por ello, desde el C. de Calcedonia (451 d.C.), se le considera ecuménico.


  Éfeso (431 d.C.)  -  Convocado por Teodosio II, condena y depone a Nestorio, que negaba la maternidad divina de María (Teotokos). Lo presidió San Cirilo de Alejandría como delegado del papa CELESTINO I. No redacta una nueva fórmula dogmática, pero aprueba la II Carta de Cirilo a Nestorio como auténtica interpretación del Símbolo de Nicea.


  CALCEDONIA (451 d.C.)  -  Convocado por el emperador Marciano, con la aprobación del papa San León MAGNO, define la existencia en Cristo de dos naturalezas aceptando así la EPÍSTOLA DOGMÁTICA AD FLAVIANUM del papa San LÉÓN I, que condenaba el monofisismo.  


  CONSTANTINOPOLITANO II (553 d.C.)  -  Convocado por Justiniano I, condena los “Tres Capítulos” o doctrina de Teodoro de Mopsuestia, Teodoreto de Ciro e Ibas de Edesa, que era sospechosa de nestorianismo.


  CONSTANTINOPOLITANO III (680 d.C.)  -  Convocado por Constantino Pogonato de acuerdo con el papa Agatón, condena el monotelismo, afirmando la existencia de dos voluntades en Cristo.


  NICEA II (787 d.C.)  -  Convocado por la emperatriz Irene, condena a los iconoclastas, definiendo  la legitimidad del culto a las imágenes.


  CONSTANTINOPOLITANO IV (869 – 870 d.C.)  -  Convocado por Basilio el Macedonio, depone a Focio. Tiene carácter disciplinar.


  LETRÁN I (1123 d.C.)  -  Convocado por el papa Calixto II, consagra la solución dada al problema de las investiduras en el concordato de Worms (1122). Es el primer C. celebrado en Occidente.


  LETRÁN II (1139)  -  Convocado por el papa Inocencio II, se refiere a cuestiones disciplinarias: simonía, usura y nicolaísmo.


  LETRÁN III (1179)  -  Convocado por Alejandro III, condena a los cátaros. Trata cuestiones disciplinarias de gran trascendencia, como las referentes a la elección pontificia.


  LETRÁN IV (1215)  -  Convocado por Inocencio III, es el más importante de los c. Medievales. Condena a cátaros y albigenses y trata importantes cuestiones de disciplina (sacramentos, matrimonio, predicación, inquisición . . .)


  LYÓN I (1245)  -  Convocado por el papa Inocencio IV, condena al emperador Federico II.


  LYÓN II (1274)  -  Convocado por Gregorio X, tuvo como finalidad la reducción del cisma de Oriente. Contó con la colaboración del emperador Miguel Paleólogo. No alcanzó éxito.


  VIENNE (1311-12)  -  Convocado por Clemente V, tuvo como principal finalidad el enjuiciamiento de los templarios, junto a temas doctrinales.


  CONSTANZA (1414-18)  -  Convocado por Gregorio XII, está intimamente unido al cisma de Occidente. En él se elige a Martín V como papa. Condena las doctrinas de Wiclef y Hus. Sus decretos “in materiis fidei conciliariter” fueron aprobadas por Martín V, pero no “aliter nec alio modo”.


  FLORENCIA (1439-45)  -  Convocado por Eugenio IV, fue un nuevo cont. FLORENCIA (1439-45) intento de terminar con el cisma griego, que también fracasó.


  LETRÁN V (1512-17)  -  Convocado por Julio II, fue terminado por León X. Su finalidad primordial fue la reforma del clero.


  TRENTO (1545-63)  -  Convocado por Pablo III, fue proseguido por sus sucesores Julio III y Pío IV, durante los pontificados de Marcelo II y Pablo IV no hubo actividad conciliar. Significa la reacción de la Iglesia frente a la reforma protestante, tanto en el plano dogmático, como en el disciplinar.


  VATICANO I (1869-70)  -  Convocado por Pío IX, fue suspendido el 20 de octubre de 1870. Elaboró dos importantes definiciones dogmáticas, la Const. “Dei Filius”, acerca de la Fe y el racionalismo, y la Const. Pastor Aeternus, sobre la infalibilidad del papa.


  VATICANO II (1962-65)  -  Convocado por Juan XXIII, continuó sus trabajos bajo Pablo VI, quien aprobó y promulgó sus decisiones.
(Véase: GRAN ENCICLOPEDIA RIALP, Tomo VI, págs. 190ª, b y 191ª (Historia de los Concilios Ecuménicos), Ed. RIALP, S.A., Madrid,
                                                                  1972)
Historia de los CONCILIOS.

Preliminares:-

Entendemos que un Concilio es una asamblea compuesta, esencialmente, de obispos y que también constituye una forma de gobierno de la Iglesia.
El Concilio viene a ser una institución muy antigua. Encontramos las primeras huellas en la reunión de Jerusalén (50 d.C.) donde los Apóstoles y los "Antiguos" discutían las observancias judías. Mas entendemos que aquella era una asamblea muy particular.

Durante la segunda mitad del siglo II surgieron las primeras reuniones de obispos que son reuniones documentadas. Se trata de asambleas episcopales (concilios o sínodos), suscitadas por las circunstancias. Había que resolver problemas fuera del ámbito del presbyterium local, es decir, los jefes de las iglesias (o de una región) tenían que armonizar sus respectivas experiencias. De manera que hubo primeramente concilios regionales (reuniones) o provinciales.

Los primeros Concilios conocidos ocurrieron en ASIA MENOR y trataban de la doctrina de Montán, un místico exaltado de entonces. Pero en sí no eran tan frecuentes, ni contaban con gran asistencia. Más tarde, sin embargo, se multiplicaron.

A partir del s. III hubo concilios en: SIRIA, ITALIA, ÁFRICA y EGIPTO. Y a principios del s. IV se celebraba concilios en ESPAÑA y GALIA. Algunas de estas reuniones/concilios desbordaban ya el ámbito regional, agrupando, por ejemplo, el episcopado de todo un país. También comienza haber concilios concurridos por casi todos los obispos orientales y occidentales. (ANTIOQUÍA, 264 y 268 d.C. y ARLES, 314 d.C., son los primeros concilios nacionales o plenarios). El concilio de NICEA (325 d.C.), reúne ya más de 200 obispos. Según el deseo del que lo convocó, los obispos representan al episcopado de toda la Iglesia, extendida por el mundo civilizado: "oikoumene ge", es el primer concilio ecuménico.

Trataremos en nuestro curso solamente a los CONCILIOS ECUMÉNICOS.  En el pasado tales concilios ecuménicos interesaban a la Iglesia entera. Actualmente es prácticamente la Iglesia Católica la parte interesada y también realizadora. El más importante viene a ser: el Concilio Vaticano II.

Historiadores, teólogos, canonistas y publicistas estudiaban y analizaban desde 1959 los distintos Concilios Ecuménicos. Pues JUAN XXIII había anunciado que reuniera un Concilio Ecuménico. Y de pronto se actualizó esta institución que prácticamente ya había pasado de moda.

El Concilio Vaticano II es importantísimo para nuestra actualidad/realidad eclesial, más los concilios del pasado también lo son. En sí hubo siempre interés por los concilios. Pero solamente desde el s. XVI confeccionaban los historiadores actas sobre los concilios. La primera publicación de actas sobre los concilios fue editada en 1524 por J. Merlin en París. En el mismo s. XVI salieron otras 3 ediciones más.
En 1644 se publica en París la colección real (sobre los concilios) en 37 volúmenes. Y apróx. por el año 1675 salen los 17 volúmenes de Labbe y Cossart. De 1759 hasta 1798 aparece en Venecia la colección Mansi en 30 volúmenes. La misma está completada (aumentada) a 53 volúmenes entre 1902 y 1927. En años más recientes empezó Schwartz a publicar actas de los concilios orientales y la "Sociedad Görres" publicó las actas del Concilio de Trento.

2) Ecumenismo y Lista de Concilios:-

No existe una lista oficial de los Concilios Ecuménicos. Hay duda sobre su número (cantidad) ya que los autores del pasado están divididos. En la actualidad tampoco todos los escritores católicos quieren comprometerse con este punto. Además, la noción: Ecumenismo no está bien definida en cuanto al pasado se refiere.
Hoy día el concepto: Ecumenismo sugiere en cierta medida la universalidad del asunto religioso/cristiano. Sin embargo, en cuanto a los concilios nos encontramos con una universalidad relativa cuya acepción ha variado durante los siglos.

Existe una diferencia entre: Concilio ecuménico  y
                             Consejo ecuménico de las igle-
                                                      sias.

El Concilio ecuménico es actualmente un asunto interno de la Iglesia Católica Romana y afecta únicamente a los católicos. Sin embargo, las demás iglesias no se quedan insensibles. Hasta los judíos y los musulmanes se interesan por los concilios. Es así que J.M. Domenach escribe en la revista "Esprit" (París) 1961, pág. 675: "... a todo hombre que cree en Dios le concierne cuando otros creyentes se reúnen para purificar su fe y mejorar su comunión...".

De hecho son los Concilios ecuménicos actuales: Reuniones de obispos católicos y otros delegados sometidos a la autoridad del Papa.(No es una asamblea de representantes de todas las iglesias.) Las demás iglesias mandan, en todo caso, "observad¬ores". Para los católicos el concilio es ecuménico ya que todas sus iglesias de la tierra entera están representadas. Más allá de la iglesia romana, incluyendo a todos los bautizados, ya no se trataría de un concilio ecuménico o universal, lo que se celebra dentro de la jurisdicción católica. Pues, en sentido estricto, una importante fracción de cristianos no está "presente".

El CONSEJO ECUMÉNICO DE LAS IGLESIAS, en cambio, no es un asunto interno de una comunidad cristiana. Este Consejo Ecuménico trata de congregar las numerosas iglesias de todo el mundo cuyos fieles son bautizados. Dicho Consejo Ecuménico fue fundado en 1937 en Edimburgo (Escocia) y pretende ser: "1 asociación fraternal de Iglesias que aceptan a Cristo como Dios y Salvador".
Cada iglesia, afiliándose, está reconocida con su particularidad individual y se le pide reconocer así mismo a las demás iglesias. No se quiere unificar a todas las iglesias en una Iglesia Mundial o Supra Iglesia.
La Asamblea Ecuménica, celebrada en 1961 en Nueva Delhi (India), la IV Conferencia de Fe y Constitución, llevada a cabo en Montreal(Canadá) en 1963, no buscaban "la plenitud de la unidad". Ésta se deja al misterio de Dios.
En 1967 el Consejo Ecuménico agrupaba a: 231 Iglesias distintas. La Iglesia Católica aún no se ha adherido, pero mantiene relaciones permanentes con dicho Consejo. El contacto se intensificó aún más después del Concilio Vaticano II en 1965 cuando se instituyó oficialmente: 1 grupo mixto de trabajo, el "CONSEJO ECUMÉNICO *IGLESIA CATÓLICA*".

En resumen, de hecho, el Consejo Ecuménico de las Iglesias se dirige a todas las iglesias cristianas del mundo, sin excepción, invitándolas a formar parte de la asociación. Visto desde la perspectiva de todos los bautizados del mundo, el Consejo es virtualmente ecuménico.
Mas: una cosa es un Concilio ecuménico (dentro de la Iglesia Católica) y otra es el Consejo Ecuménico de las Iglesias. Pues sus respectivas naturalezas, su organización y los objetivos que se han fijado son diferentes.

La Noción del CONCILIO ECUMÉNICO.

El Ecumenismo, como explicado anteriormente y aplicado a los concilios, ha variado durante el curso de los siglos. En nuestra actualidad se entiende el Ecumenismo de la siguiente manera:
De hecho, consiste en fijar las condiciones que debe reunir un concilio de la Iglesia Católica para merecer el calificativo de ecuménico.
La definición de concilio según la legislación eclesiástica la encontramos en el código del Derecho Canónico, promulgado en 1917
La reglamentación en los artículos (=cánones) 222 y 229 estipula: el concilio ecuménico es una institución bien determinada,
a) es una asamblea convocada por el Papa,
b) reúne a todos los obispos y otros prelados que representan a la Iglesia Católica Universal.
Asambleas que no reúnen estas condiciones ni pueden ser llamadas CONCILIO ECUMÉNICO.  Mas aplicando este criterio a las asambleas eclesiásticas del pasado viéramos que prácticamente todos los grandes concilios antiguos deberían ser descartados como tales. Pues no fueron convocados por los Papas, sino por los emperadores Tampoco podemos guiarnos por el criterio de la cantidad de participantes.  Por ejemplo, se reunieron en Rímini(Italia) en 359 d.C. más de 400 obispos, mientras Éfeso (431 d.C.) y Constantinopla (381 d.C.) se quedaron cortos con solamente 200 y 150 participantes respectivamente. Mas Rímini no consta como Concilio Ecuménico, pero los otros sí. Tampoco podemos guiarnos por el criterio de la universalidad de la representación. Pues para el Ier Concilio de Constantinopla (381 d.C.) convocó el emperador Teodosio solamente los obispos de oriente. Fue prácticamente una reunión de la Iglesia oriental y el mismo año celebraban los occidentales otra asamblea en Aquilea(Italia). Se considera a Constantinopla, pero a Aquilea no. No hay criterio fijo, ni tampoco definición fija. De manera que el Ecumenismo, en cuanto de concilios se trata, es una noción vaga. Aplicando el juicio actual se eliminaría los concilios más venerables. A parte de esto: no siempre se utilizó la denominación: Concilio Ecuménico.  También se los llamaba:
a) Concilio general;
b) Concilio principal   o
c) Concilio universal.
Es en el año 382 d.C. cuando la primera carta, cursada por los obispos reunidos en Constantinopla a los obispos que realizaban en Roma una asamblea con el Papa Dámaso, menciona la denominación de: CONCILIO ECUMÉNICO.
El historiador Theodoret (s.V) conservó esta carta en la cual los obispos orientales denominaban al Concilio de Constantinopla en 381 d.C. como ecuménico. Este concilio lo colocamos hoy como el segundo en la lista de los Concilio Ecuménicos.
Compilaciones españolas de los siglos VI y VII definen:

                               CONCILIO PRINCIPAL
 
   y a partir del siglo XI  =  CONCILIO UNIVERSAL   o

                            =  CONCILIO GENERAL.

Pero también otras asambleas recibieron este calificativo. En el siglo XVI el Concilio de Trento se llama a sí mismo:

  S í n o d o   E c u m é n i c o   y   G e n e r a l  .

De manera que no se ha procedido con un criterio preciso en denominar a los concilios. Insertar una asamblea episcopal en la lista de los Concilios Ecuménicos es el resultado de una larga tradición, que se ha formado poco a poco y nosotros trataremos seguirla los pasos.

Primer Bloque:  "Los Concilios de la Antigüedad".

El cristianismo nació en el Oriente. Y Jesús ofrecía a los intelectuales de su época un amplio tema de reflexión. Sin embargo, la mente humana no logra captar el acontecimiento Jesús en su totalidad:  JESÚS = hombre  y  a la vez  =  DIOS.
¿Cómo se debe entender esto?
La elite académica de entonces, lógicamente trataba de aplicar la filosofía griega para llegar a conclusiones . . .

Sabemos que el misterio de Dios no se deja traducir a un lenguaje racional y pronto vemos divergencias, causadas por los términos filosóficos que discrepan del contenido doctrinal del Evangelio. No obstante, aunque se formaban sectas disidentes que defendían y siguen defendiendo sus propias conclusiones, la mayoría de los fieles no se sentía involucrada, manteniéndose insensibles. Esta situación cambia en el siglo IV cuando el pueblo está incluido en los debates sobre delicados problemas teológicos. Surgían pasiones y se formaban bandos y partidos. Sin embargo, las cuestiones personales prevalecían sobre los problemas doctrinales. De manera que la unidad de la Iglesia estuvo gravemente amenazada. Y por lo consiguiente, las divisio¬nes internas de la Iglesia pusieron la paz civil en peligro. Bajo estas circunstancias se llevaba a cabo los CONCILIOS ECUMÉNICOS en la antigüedad.

Son Concilios doctrinales donde los obispos aprovechan dando sus pautas de disciplina necesaria. (Aún hoy día se reflejan aquellas disposiciones en la Iglesia Católica.)
Pero las cuestiones disciplinarias no fueron el motivo de dichos Concilios. Las autoridades civiles se interesaban por los Concilios que trataban solucionar: las discrepancias doctrinales que eran factores de división . . .  Por eso intervinieron los emperadores imponiéndose, para garantizar la unidad de la Iglesia y de su imperio.
!Todos estos Concilios 'sufren' de injerencia imperial!


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