LA EVOLUCIÓN DE LO RELIGIOSO
Parece ser que en un principio era la religión. Es decir: pertenece a los inicios de la humanidad una interpretación religiosa de casi todo, en especial, de aquello de lo que el ser humano había de servirse, o de aquello cuya realidad no abarcaba, o de aquello presente continuamente en su vida: sol, árbol, tierra, generación, animales…
Después a lo largo de la historia de la humanidad se puede observar un proceso de desacralización, es decir de reducir lo humano a lo profano. Los judíos fueron el pueblo más desacralizador, sólo quedaba la alianza expresada en las tablas y el arca y el templo que lo acogía, y sólo porque los acogía. La fe cristiana, continuó ese proceso: desapareció el templo y el arca y las tablas. Quedó sólo la persona: la de Cristo y la de todos, templos del Espíritu Santo.
Dos respuestas extremas (ante la evolución de la religión)
Progresiva. Las religiones han evolucionado desde las formas imperfectas a las más perfectas. Las más perfectas son las relacionadas con la magia, el totemismo, el animismo, el politeísmo. La más imperfecta sería el politeísmo.
Regresiva: afirma que en religión el proceso fue el contrario o al menos que el monoteísmo estuvo en el principio, y por degradación empezaron a surgir el resto de las religiones.
Lo que es manifiesto, sin embargo, es que las religiones monoteístas actuales proceden de culturas politeístas. Abrahán es quien se aparta del politeísmo cananeo y Mahoma del politeísmo de las tribus árabes. Esto fue debido:
a) No a una especulación filosófica,
b) No a por un proceso de unificación de dioses
c) Sino a una profunda experiencia religiosa de alguien que recibe una revelación: Abrahán, Moisés, Buda, Zoroastro, Mahoma.
EL politeísmo: ampliador de la sacralización
Según algunos estudiosos el politeísmo procede de un proceso de degradación del monoteísmo primigenio. Los factores que intervienen en la aparición del politeísmo serían:
1º El deus otiosus ante la proliferación de fuerzas naturales que intervenían en la existencia humana, y, en la medida en que dios no intervenía en la vida del pueblo, la tribu empezó a divinizar fuerzas inferiores como espíritus de antepasado. O bien se crearon dioses que explicaran las fuerzas de la naturaleza, como el trueno, el viento, la lluvia.
2º Los distintos nombres que se fueron atribuyendo a la misma divinidad llevaron al politeísmo.
3º Personificación de atributos de la divinidad. Dios/a de la sabiduría, Atenea, del poder, Júpiter, de la justicia, de la muerte, la guerra…
4º Influencias de la diversidad de culto en lugares distintos.
5º Divinización de héroes, emperadores, personajes míticos que se produjo en la cultura grecorromana.
HISTORIA DE LAS RELIGIONES
La disciplina de historia de las religiones se trata de la ciencia que estudia la conformación y evolución de las tradiciones y sistemas religiosos.
Fuentes de la Historia de las religiones
Es estudio histórico de la religiosidad humana en general y de cada tradición religiosa en particular se hace sobre la base de los restos y documentos de la cultura material y espiritual de cada pueblo. Entre estas fuentes cabe señalar las:
Fuentes para el estudio de las religiones prehistóricas: tumbas, necrópolis, fósiles y restos humanos, monumentos megalíticos, representaciones artísticas, instrumentos y tecnologías rituales o sagrados, vestigios de culto de adoración o sacrificio, vestigios de recinto sagrados o de templos.
Fuentes para el estudio de las religiones de los pueblos sin escritura: literatura etnológica, literatura misional, crónicas de conquista y colonización, libros de viajes.
Fuentes para el estudio de las religiones de los pueblos con escrituras: libros sagrados, documentos religiosos-culturales, disposiciones eclesiales, documentos jurídico-legales, inscripciones, oraciones, poemas y relatos míticos.
Las religiones universalistas de las sociedades tradicionales
Son las que han desarrollado un sistema ideológico basado no en el concepto de comunidad racial o étnica, sino de comunidad de creyentes. Tienden, en consecuencia, a ampliar constantemente su base social, por medios tanto pacíficos (propaganda, misionerismos) como violentos (guerras de religión, guerras santas). Entre las religiones universalistas hay varias basadas en la tradición (como el hinduismo y, en menor medida, el taoísmo) y otras basadas en la revelación (como el budismo, el cristianismo y el islamismo). Las religiones universalistas más importantes son: el taoísmo, el budismo, el hinduismo, el jainismo, el sijismo, el cristianismo y el islamismo.
La religiones de la Edad Moderna
Hasta la Edad Media, la mayoría de las tradiciones religiosas constituían sistemas ideológicos cerrados, cuya finalidad era esencialmente la de estructuración y control sociocultural y político de la sociedad, y de los que estaba cualquier tipo de reflexión que tuviese visos de cientificismo. Por ejemplo, en Occidente, la concepción que predominaba a finales de la Edad Media definía la religión básicamente como la relación del hombre con Dios más el conjunto de normas socioculturales a que el hombre se obligaba para poder participar de esa relación; y daba una importancia fundamental a la oposición y contraste del cristianismo con el conjunto de religiones politeístas paganas o gentiles que la precedieron o con las que convivió durante sus inicios (la griega, la latina, las celto-germánica), o bien con las otras dos grandes religiones monoteístas y tradicionalmente rivales: el judaísmo y el islamismo, a las que combatió incesantemente durante todo aquel período.
La época de los descubrimientos y de la expansión colonial y evangelizadora de las potencias occidentales supuso la toma de contacto con formas de religión y de religiosidad muy diversas y originales que obligaron a redefinir el fenómeno religioso en términos de relación no con el Dios único del cristianismo, sino, en general, con todo lo sagrado. El concepto de religión que había estado hasta entonces arraigado en el mundo occidental era, en efecto, un concepto estrechamente identificado con creencias teístas y monoteístas fuertemente institucionalizadas y normativizadas (el cristianismo, y por contraste negativo, el judaísmo y el islamismo). En aquellas tradiciones, el hombre y la sociedad se movían entre los polos perfectamente distinguibles de lo divino y sagrado y de lo no divino y no sagrado. La constatación de que en muchos pueblos y culturas la religión no consiste exactamente en la relación del hombre con un Dios es lo que llevó, a partir de la época de los Descubrimientos a redefinirla como relación del hombre con lo sagrado. Al mismo tiempo, la constatación de que en muchos pueblos la experiencia religiosa no tenía una dimensión trascendente como en el judaísmo, cristianismo y el islamismo, sino inmanente como el hinduismo y budismo.
A partir del siglo XIX se han desarrollado diversas escuelas y movimientos filosóficos, ideológicos, sociopolíticos, etc., que han construido críticas radicales contra la religión por ejemplo, el marxismo o diversas formas de anarquismo; otros han intentado desarrollar formas de religiosidad nuevas , pero imitadoras de muchos elementos ideológicos y ritualísticos de las religiones tradicionales (diversos tipos sectas); y otros que se han propuesto llevar hasta expresiones radicales, formas de religión anteriores, como diversos tipos de fundamentalismo.
Otra importante religión nacida en el siglo XIX sobre las bases sincréticas fue el bahaísmo. Desde su nacimiento en Irán muestra profundas influencias de la espiritualidad islámica, aunque no acepta la revelación del Corán. En el siglo XX, el incremento del número de sectas escindida o de movimientos religiosos o espirituales nuevos se ha convertido en un auténtico fenómeno sociológico, que está llegando a alterar profundamente el perfil y los hábitos socioculturales de muchos grupos sociales y de numerosos países. En la segunda mitad del siglo XX se han fundado diversos movimientos espirituales o religiosos que han intentado conjugar el pensamiento religioso con el científico entre ellos están: la llamada Gnosis de Princeton, credo fundado a mediados de la década de 1960 por un grupo de científicos (astrofísicos, médicos, biólogos, etc.) de Estados Unidos que se mostraban descontentos con las respuestas que la ciencia daba a la dimensión espiritual y trascendental del hombre, y que, por medio de cualquier iglesia establecida, proponía un tipo de espiritualismo individualista y elitista que permitiese el reencuentro del hombre con los trascendente.
Finalmente las llamadas síntesis New Age son un complejo de creencias y de técnicas de tipo espiritualista y enorme variedad de manifestaciones que han logrado un cierto arraigo entre las clases más cultivadas de los países desarrollados, partiendo de una base sincrética con elementos cristianos, budistas, islámicos, hinduistas gnósticos, teosóficos, esotéricos, ufológicos, etc, y del conocimiento y práctica de nuevas técnicas de medicinas naturales, homeopatía, meditación trascendental, sugestión, hipnosis, éxtasis, músicas, danzas místicas y estudio de tradiciones espiritualistas.
Manifestaciones de la vida religiosas
1. Categorías y prácticas religiosas
Con el fin de comprender mejor el hecho religioso hacemos una rápida descripción de las categorías y prácticas.
a) Fe y oración
Tanto una como la otra son una constante en las diversas religiones. Se entiende por fe el reconocimiento y aceptación de una realidad trascendente y personal que dota de sentido a la vida del hombre. De su estructura forma parte la obediencia a la verdad creída, así como la confianza en aquel que la manifiesta: “el hombre que cree en Dios, lo presiente, obedece su verdad y se confía a él”.
Dos son, por tanto, los caminos abiertos por la fe: el apoderamiento y el comportamiento. Ambos culminan, a su vez, en la salvación. Apoderamiento, en cuanto que el creyente encuentra su propio lugar en Dios, en quien le es dado vivir su vida en plenitud. Comportamiento, porque ordena su existencia a una totalidad y unidad logradas mediante ritos, costumbres y conducta moral.
La oración es consecuencia de la fe. El que cree implora favores de quien todo lo puede. Saca su fuerza de la palabra y se traduce en recitación invocativa, especie de grito, dirigida a un poder con quien se dialoga.
b) Fiesta y culto
Todas las religiones reconocen días especiales en los que el hombre rompe su monotonía para dedicarse a Dios. Son las fiestas, cuyo carácter sagrado y religioso se manifiesta en el cese de las actividades ordinarias y la especial dedicación al servicio divino en una atmosfera singular.
Es una forma de recuperar y repetir el tiempo, que no se pierde, sino que se renueva y revive. En cada día festivo se reencuentra el mismo tiempo que se había vivido el año anterior en la misma fecha o hace siglos… Es la vuelta a los orígenes donde todo estaba dominado y poseído por lo sagrado. El culto se reserva preferentemente para el día festivo, consta de un conjunto de actos sociales cuya finalidad es exteriorizar las vivencias religiosas.
El culto tiene dos grandes divisiones: el litúrgico y el dramático. Litúrgico, porque se basa en la repetición de la palabra y dramático, porque todo acto cultico tiene carácter de representación.
c) Sacrificio
Se refiere a la introducción de algo profano en el área de lo sagrado con el fin de fortalecer la vinculación del hombre con la divinidad. Consiste en el establecimiento de una comunicación entre lo sagrado y lo profano por medio de una víctima.
Entre las diversas formas de la acción sacrificial destacamos las siguientes: ofrecimiento de dones o intercambios de favores entre el hombre y los dioses, expiación de las culpas mediantes la destrucción de la victima que sustituye a quien la sacrifica, comunión o unión con la divinidad compartiendo la comida.
d) Culpa y pecado
Significa el rechazo consciente de la voluntad divina por parte del hombre en el cumplimiento de sus obligaciones. Denota asimismo una actitud perversa cara con Dios que en determinados casos puede degenerar en arreligiosidad.
e) Muerte e inmortalidad
La muerte es un hecho y una realidad biológica. Pero con la inmortalidad no es así, esta es interpretada de diferentes maneras en los diversos credos, aunque siempre es considerada un don de Dios que supone la trasfiguración de la duración en un instante eterno propio de la vida divina. Es como la recuperación del tiempo en su totalidad o el logro de una vida interminable en un nuevo estado. En las distintas religiones se entiende de diferente manera.
Formas afines a la religión
a) Magia por magia se entiende el conjunto de prácticas por las que se intenta conseguir bienes y favores inalcanzables por medios ordinarios. El mago pretende apropiarse de unos poderes superiores valiéndose de su habilidad especial para manipular las fuerzas de las naturalezas. Dos son los fines del mago: obtener favores y evitar los males. El mago cree que el puede manipular a la divinidad, mientras que el sacerdote se pone al servicio de la divinidad.
b) Hechicería
Es apropiación de poderes naturales ocultos con fines maléficos mediante una habilidad extraordinaria en quien la ejerce. En algunos casos el hechicero es considerado como un hombre poseído por el demonio, en cuyo nombre habla y actúa, aunque sin perder su personalidad. Los medios empleados varían según los pueblos y las culturas y son transmitidos de padre a hijo de maestros a discípulos.
c) Superstición
Basadas en determinadas creencias, esta práctica se asemeja en parte a la actitud religiosa y atribuye poderes extraordinarios a ciertos ritos sin relación con la divinidad. Valiéndose de objetos especiales (amuletos) y practicando ritos singulares, el supersticioso cree vencer el temor y la angustia producidos por fuerzas amenazantes incontroladas.
Entre sus manifestaciones más frecuentes se encuentra el culto indebido, oraciones milagreras, adivinación del futuro, hechizos profilácticos, maleficios, etc.
Razón del pluralismo religioso. Religión y religiones
La pluralidad religiosa es un hecho incuestionable que no se debe a la casualidad ni al capricho. Se trata de una realidad histórica con causas bien definidas, pues no en vano la religión es la respuesta de unos individuos insertos en colectividades concretas a los requerimientos de la divinidad que les llegan a las circunstancias singulares. En el origen de esta diversidad X. Zubiri hace intervenir factores de dos clases que, aunque no son causas últimas, sí son determinantes del hecho.
En primer lugar a los cuerpos sociales, y en segundo término, a los ciclos y tipos de vida de cada religión. Tantos unos como otros son elementos esenciales que determinan la diferencia estructural de cada religión. No olvidemos que ésta nunca se presenta como algo abstracto, sino que expresa la actitud de unos individuos que da forma a un pueblo; es nuestra religión. Esta es, precisamente, la razón formal de su diversidad.
El lenguaje religioso
I. Desde una perspectiva integradora
Signo y símbolo
El concepto de símbolo se suele definir como una totalidad que, al ser conocida, lleva a conocer a otra. El signo puede anunciar una realidad que existe dentro del sujeto o fuera de él.
Un signo puede ser una acción (bostezo), Objeto (humano) o situación (calle mojada). La conexión entre signo y significado puede ser directa (ladrido=perro) o arbitraria, establecida por acuerdos (bandera=Patria)
En la antigua Grecia sym-bolon, significaba la unión de dos fragmentos de un objeto. El símbolo es un signo que combina dos aspectos de la realidad. Uno objetivo, el otro subjetivo.
La función de un símbolo es trasformar un objetivo o un algo en algo distinto de lo que ese objeto o ese acto son en la perspectiva de la experiencia profana.
Algunas expresiones de la actitud religiosa a nivel racional
Estas expresiones están fundamentadas en todos los niveles de la existencia humana en los que funciona lo que denominamos “la razón”. Serían, en orden e complejidad, el mito, las fórmulas de fe y el dogma.
1. El mito
Plantea el estado originario, ideal y tras presentar una serie de contradicciones intrínsecas, ofrecen soluciones que conducen al actual estado dinámico.
Malinowski hace notar que el mito es una realidad viva, de la que se cree que tuvo su lugar en tiempos antiquísimos y que desde entonces sigue ejerciendo influjos en el mundo y en los destinos de los hombres. Mítico, es no sólo lo que se cuenta de ciertos acontecimientos y personajes que vivieron “in illo tempore”, sino todo aquello que está en relación directa o indirecta con aquellos acontecimientos o con personajes primordiales.
La función principal del mito es fijar los modelas ejemplares de todos los ritos y de todas las acciones humanas significativas.
Hay mito de la creación, de origen, de nacimientos, anuales, ect.
2. Fórmulas de fe
La doctrina religiosa, constituye el segundo momento de la expresión racional de lo religioso. Su diferencia con el mito, radica en el mayor grado de abstracción y de la elaboración de conceptos que utiliza. Los primeros elementos de la doctrina, se pude encontrar en las formas culticas por medio de las cuales el sujeto religioso busca alabar y adorar a la divinidad y en las fórmulas espontáneas de su confesión de fe.
3. El dogma
Pronto surge la necesidad de comprensión de integración en la propia mente de la realidad trascendente con lo que pone en contacto la experiencia religiosa. En este esfuerzo, influirá de forma decisiva razones sociales tales como la necesidad de expresar la fe correcta de un grupo religioso delimitándola frente a expresiones deformadas de la misma. El término de este esfuerzo es la doctrina religiosa como dogma.
Algunas expresiones de la actitud religiosa a nivel de la acción
El aspecto común a este tipo de expresiones consiste en que la manifestación del misterio, afecta a la condición espacio-temporal del sujeto, originando en el una forma particular de vivirla que da lugar a la aparición de un espacio y de un tiempo sagrado.
1. El templo: espacio sagrado
Toda hierofanía trasfiguran el lugar en que ha acontecido: aquel espacio profano pasa a ser un espacio sagrado. La validez del espacio sagrado viene dada entonces por la persistencia de la hierofanía que lo consagró
La hierofanía, no sólo santifica una determinada zona del espacio profano homogéneo, sino que, además asegura la persistencia de esa sacralidad en e futuro. El templo, conduce del mundo de los seres humanos al mundo superior de los dioses. El santuario es el lugar donde mora el misterio y donde sale al encuentro de sus moradores. De hecho el sujeto religioso no elige el lugar; se limita a descubrirlo.
El templo-lugar sagrado, es considerado el “centro del mundo”: en el centro del mundo está la “”montaña sagrada”, el punto en el que se une el cielo y la tierra.
El acceso al “centro” equivale a una consagración, a una iniciación.
2. El tiempo sagrado
El problema del “tiempo sagrado” es uno de lo s más difíciles de la fenomenología religiosa. La dificultad no está sólo en la diferencia de estructura entre “tiempo profano” y “tiempo religioso”, sino en la experiencia misma del tiempo que no es la misma en los pueblos “primitivos” que en un sujeto de nuestros días. Por un lado, pues el “tiempo sagrado” se opone a la “duración profana” y por otro, esa duración presenta a su vez diferencias de estructuras según se trate de sociedades arcaicas o modernas.
En el hecho religioso, la periodicidad de una fiesta o de un tiempo, significan ante todo la utilización indefinida de un tiempo mítico hecho presente. Todos los rituales tienen la peculiaridad de ocurrir ahora, en este instante.
Las fiestas tienen lugar en un tiempo sagrado, es decir, en una eternidad. Pero ciertas fiestas periódicas nos hacen descubrir algo más: el deseo de abolir el tiempo profano ya trascurrido e instaurar un tiempo nuevo. Ejemplo las purgas, purificaciones, etc.
Esta voluntad de abolir el tiempo aparece más claramente en la “orgía” que acompañan a las ceremonias de año nuevo; una orgía es una vuelta a lo “oscuro”, al caos primigenio y en cuanto tal, precede a toda creación.
Lo que llamaríamos “nostalgia de eternidad” muestra que el ser humano aspira a un paraíso concreto y cree que este paraíso puede conquistarse hacia abajo, en la tierra y ahora. En este instante,
3. El culto
Desde esta forma de ser-ser- en-el-mundo, en un espacio y en un tiempo sagrado es desde surge el culto. Las acciones cultas están presente en todas las religiones históricas aunque no en todas ellas revistan las mismas formas concretas. Trataremos dos formas culticas concretas: la oración y sacrificio
• Oración
Es universalmente aceptada que la oración es un elemento integrante del fenómeno religioso. En todas las manifestaciones religiosas de que se tiene noticia a lo largo de la historia, está presente la oración.
La oración se encuentra a medio camino entre las fórmulas de invocación mágica (por medio de las cuales el ser humano quiere manipular a la divinidad) y las formas de mediación filosóficas sobre el misterio o sobre el ismo sentido de la vida. Entre estos dos límites existen las más variadas formas de oración.
En las religiones en que Dios es representado bajo fómas deciodicamente personales, la oración es un intercambio con él, un diálogo que presupone una presencia constante de la divinidad. Toda la vida pasa a ser una “oración permannete”.
En la llamada “oración mística” se insisten en el carácter trascendente del misterio y por ello el mismo deseo de preservar la trascendencia llevando a perder toda verdadera relación con ella y, por lo tanto, a una forma larvada de negación de la misma.
Este tipo de oración mística aparece en tradiciones religiosas muy diferentes como taoísmo, hinduismo, sufismo y e misticismo cristiano.
En suma en todo tipo de oración, se acerque a uno o a otro de lo dos extremos (magia y filosofía) lo que si aparece como rasgo clave, es una relación viva del hombre piadoso con Dios, pensado como presente. En todas están presentes dos elementos: el reconocimiento del Misterio y la relación viva con él como realidad salvífica. Algunos autores llaman a este reconocimiento con el nombre de adoración.
• Sacrificio
Por sacrificio se entiende “la acción religiosa (el rito), que mediante la consagración a una divinidad de un ser vivo, una especie vegetal, un líquido o un objeto (si se trata de un ser vivo, con o sin inmolación), crea un vínculo entre esa divinidad y la persona que lleva a cabo el rito” y todo ello bajo el supuesto de que dicho rito puede influenciar a la divinidad en el sentido pretendido por el oferente.
Sacrificium significa propiamente “sacralización”, es decir, hacer sagrada la materia del sacrifio. Una consagración de la víctima a la divinidad. Hay muy diversos modos de concebir el sacrificio, estos se pueden agrupar en tres grupos principales: sacrificio de oblación, expiación y comunión.
Sacrificio de oblación
Predominante en las religiones “primitivas”. En ellas, el ofrecido es considerado como una ofrenda a los dioses con el fin de que le sirviera de alimento. En una evolución posterior, podemos observar que el sacrificio oblativo se une un elemento votivo, es decir, uno promete a la divinidad un sacrificio en el caso de que la divinidad acceda a lo que se le ha pedido.
La auténtica esencia del sacrificio-don, consiste en que crea un estrecho vínculo entre el donante y el receptor.
Sacrificio expiación
Este tipo de sacrificio es el más complejo por la variedad de formas que reviste. El objeto de este tipo de sacrificio es una víctima, es decir, una realidad que en el transcurso del acto sacrificial va a ser destruida.
Sacrificio comunión.
Es, según la opinión de todos los fenomenólogos de la religión, el modo más importante de plasmarse la acción sacrificial. El sacrificio de comunión puede incluir dos tipos de comunidad comensal con la divinidad: o bien se como con la divinidad o bien se come de ella. En este último caso, la divinidad puede tener diversos representantes cúlticos: una persona, un animal o un manjar vegetal.
Comunión con, se basa en la comunión que crea el hecho de participar de una misma mesa común. La divinidad toma parte de esta misma mesa, reservando para ella, por ejemplo, una parte del animal sacrificado.
Comunión de, tiene un carácter más místico; el animal, persona o vegetal sacrificado, representa la misma divinidad y como tal representación es comido por todos los participantes del sacrificio.
El servicio a la divinidad
Al hablar del servicio de la divinidad, queremos expresar la acción humana diferente del culto y que se percibe en un cierto comportamiento ético-moral. Con ello solo se quiere afirmar que el sujeto religioso se ve impelido a mantener un determinado tipo de comportamiento a causa de su relación con la divinidad.
La primera motivación o raíz de este comportamiento religioso reside en que la fe es un hecho generalmente social.
La segunda motivación-raíz de este comportamiento ético-religioso, está en el carácter totalizarte que tiene la relación entre lo divino y el sujeto religioso.
Algunas expresiones religiosas a nivel se sentimiento y la emoción
La primera expresión a nivel del sentimiento y la emoción, es una atmósfera, ese clima emocional que rodea todas las demás manifestaciones de la actitud religiosa. Es el mundo que llamamos de lo maravilloso.
Otra, el entusiasmo Este sentimiento “se percibe en la actitud grave, en los ademanes, en el tono de voz, en el semblante, en la expresión de insólita importancia del acto, en el solemne recogimiento de la comunidad orante”.
El arte, busca sucintar sin auxilio de la reflexión, la impresión de lo mágico, de lo numinoso, trascendente. La arquitectura, pero también la escultura y la pintura, es el medio como mejor se produce esta expresión de lo religioso.
En occidente, dos elementos ayudan a conseguir esta emoción: el silencio y la oscuridad; ambos nos hablan de la ausencia, de lo separado, y ambos nos concentran con nosotros mismos a la vez que con lo Otro.
Desde la lingüística
Durante mucho tiempo el lenguaje religioso fue por todos plenamente aceptado. Con el desarrollo de la ciacia-téctica, con su crítica a la misma filodofía por los términos no empíricos que utilizaba, se extiende su crítica a la religión. No dice que sea falsa la religión, sino algo mas hondo, no tiene sentido el lenguaje religioso. No puede ser verdadera ni falsa porque carece de significado.
Los términos del lenguaje religioso
Palabras que se refieren a diversas realidades como Dios, salvación, pecado y resurrección…, no tiene soporte experimental, dicen referencia a Dios, está más allá de toda experiencia sensible.
Otros términos sí se refieren a realidades ordinarias cotidianas, de nuestra historia o de la Naturaleza; `pero son utilizadas refiriéndolas a otras no experimentales.
Los términos religiosos utilizados tienen un significado simbólico, es decir, no expresan sólo lo que inmediatamente dicen, sino que hacen referencias a otras realidades, a realidades de otro mundo, de un mundo superior.
La referencia al sujeto: lenguaje es autoimplicativo
Esto quiere decir que el lenguaje religioso está cargado de la experiencia del sujeto, de la experiencia religiosa del sujeto.
Esta actitud implícita del sujeto, en lenguaje religioso, es lo que le da sobretodo ese carácter de religioso al lenguaje, más que los términos que puede emplear. Por ejemplo, la fuerza de la oración no estará en los términos que empleemos, o los actos que realicemos, sino ante Dios, en la relación que con él establecemos.
¿Qué tipo de comunicación se establece?
El lenguaje religioso, como todo lenguaje puede ser: asertivo, exclamativo, desitrativo, invocativo, etc.; de distintos modos nos comunicamos ante la divinidad.
El primero, es un lenguaje exclamativo que se funda en el reconocimiento de la superioridad manifiesta de la divinidad y la dependencia íntima que se tiene e ella. De ahí que será la exclamación la reacción lingüística más propia del lenguaje religioso. “¡Dios mío!” “¡El Todopoderoso!” “¡El sólo santo!” De aquí que sea la alabanza la primera actitud.
Incluido en esos himnos de alabanza está la dependencia que se tiene de la divinidad y el deseo. Ello da lugar a la forma invocativa y desiderativa. Es leguaje, no de significados, de conceptos, sino de experiencias sentidas, en un sistema de ideas. Es un lenguaje testimonial, da testimonio de una actitud del sujeto ante él. El lenguaje que pudiéramos llamar teológico es posterior, es ya una elaboración mental.
El lenguaje de la Teología
En su convivencia con os demás desea justificar esa actitud suya, lo “razonable” de su testimonio. Y busca “razones” que justifiquen ese lenguaje ante los demás. Este discurso racional “objetivo” se las ve con una actitud previa del sujeto, con lo que podemos llamar la fe.
Una cosa es lo inteligible, lo que es consecuencia de un proceso racional y otra lo creíble, a lo que se llega por la fe. Pero lo creíble nunca será absurdo aunque sí supere los límites de lo que la razón puede alcanzar
De la tradición judía hemos heredado el segundo mandamiento “no emplear el nombre de Dios en vano”. Los cristianos hemos perdido el miedo de pronunciar el nombre de Dios, ese miedo que tenían los judíos. De ahí se ha pasado a tener a Dios continuamente en nuestra boca. (Algunas veces para blasfemar de él, como sobretodo sucede en España, de modo no pocas veces inconsciente, pero reveladora al menos de la frivolidad con la que se emplea su nombre). A Dios le responsabilizamos de lo que sucede o de que las cosas sucedes como suceden o sea como son. Como si el ser humano no tuviera su responsabilidad en o que hace o deje de hacer y la Naturaleza sus leyes. De este modo un exeso de religiosidad conyeba a una utilización impropia del nombre Dios. Un ciento temblor deberíamos sentir cuando metemos a Dios en nuestros asuntos. Otra cosa es que en nada de lo que suceda nos aparate de Dios; pero sin hacerlo protagonista único de lo que sucede. Dios está siempre cerca para que en cualquier circunstancia contemos con Él, para agradecerlo lo bueno y pedirle ayuda ante lo malo, no para responsabilizarlo de todo. Advertía Sto. de Aquino que cuando lo que sucede se puede explicar por causas terrenas, humanas, no acudamos a Dios como explicación.
PATOLOGIAS Y PSICOPATOLOGIAS VINCULADAS AL HECHO RELIGIOSO
Patología: -del griego, estudio del sufrimiento o daño (paethothos)- es la parte de la medicina encargada del estudio de las enfermedades en su más amplio sentido, es decir, como procesos o estados anormales de causas conocidas o desconocidas. Aplicado a las religiones seria el estudio de enfermedades cuyo origen, real o supuesto, está en los trastornos y desajustes religiosos.
a. Tipos de patologías religiosas:
1. Alucinaciones religiosas
2. Violencia religiosa
b. Causas de patologías religiosas:
1. Pérdida del sentido del misterio de Dios: valor absoluto en lo tangible, querer dominar a Dios con gestos, palabras o ceremonias.
2. Búsqueda de lo seguro: religión no es fundada en el misterio, sino en la certeza.
3. Constitución de un autentico poder de quien domina la religión: en nombre de la divinidad a él se le someten todos.
c. Algunas patologías religiosas:
1. Fanatismo: es una enfermedad del espíritu. Pertenece a seres humanos con una idea fija muy fija. Las otras ideas son débiles, vive para esa sola idea. Suelen reaccionar violentamente. el fanatismo remplaza la fe. el fanático hace de la religión cosa suya. La dimensión divina es puramente humana.
2. Fundamentalismo: tiene un origen protestante. Fue un movimiento en defensa de la fe; en 1895 se reunió una conferencia de protestantes que llego a las siguientes conclusiones fundamentales:
a. La infabilidad y verdad literal del texto
b. El nacimiento virginal y la divinidad de Cristo.
c. El carácter expiatorio de la muerte de Cristo; la resurrección corporal, física de Jesucristo
d. La segunda venida de Cristo, seguida de un reino de 1000 años.
3. Integrismo: inicialmente es el nombre que se le da al fundamentalismo católico. Es un término con el que se quiere presentar oposición al modernismo. Modernistas son católicos que creen compatibles con la fe el desarrollo de las ciencias, la nueva lectura de la biblia, la reinterpretación de los dogmas y preceptos morales de la Iglesia, incluso sin negar nada de ello. Estos aplican el apodo de “de integristas” a los que se oponen a esta postura de manera que entienden intransigente.
Características del integrismo:
a. Defensa ultranza de los derechos de la Santa Sede y de la Iglesia en el ámbito político social.
b. Defensa de la teología escolástica( ámbito intra-eclesial)
c. Temor a toda innovación teológica
d. Denuncia a los que introducen cambios en la teología, moral, disciplina, en estilo de celebraciones.
e. Miedo a las libertades sociales y políticas.
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