martes, 11 de julio de 2017

La Parábola del Sol y la Idea del Bien

Unos de los temas, por así decir, más fundamentales en la filosofía platónica es la idea del bien, ya que de esta dependen y provienen muchas de sus otras doctrinas filosóficas, por lo que, a continuación trataré de abundar sobre esta cuestión pero en relación a la parábola del sol, ya que, Platón realiza una analogía entre el bien y ésta,  por lo que abundaré sobre sus ideas principales basándome en VI libro de la República y las ideas vista en clase, para así terminar por la pregunta que en realidad le interesa a la Teodicea, es decir, la pregunta sobre Dios.

Platón comienza el texto afirmando que existe algo bello en sí y algo bueno en sí y que estas se denomina por “lo que es”, es decir, por lo bueno. En cuanto a la imagen del sol, que éste filosofo utiliza, el texto nos refiere a que de alguna manera nuestra vista necesita de la luz para poder ver, ya que, sin ella es imposible hacerlo y lo únicoque nos puede proporcionar esa iluminación son los rayos del sol, ya que nuestros ojos o la vista es el único sentido, por así decir, que puede mirar a este, es decir, a esa luz que destella sobre cada uno de nosotros y todo esto se debe aque nuestros ojos tienen algo de luminosidad.


Nuestros ojos es el único órgano que están dado para el sol, es decir, son soliforme, esto quiere decir que nuestros ojos tienen la forma del sol, por lo tanto, son los que ven esa luz, es decir, el bien. Por lo que se puede afirmar que el hombre es el único ser que posee ese don, por así decirlo, y si éste no conoce el bien no conoce, en realidad, ni siquiera sobre el resto de las cosas. Pero todo esto se debe, de alguna manera, a la mente humana que, es en cierto sentido, es boniforme, es decir, que tienen la forma de la bondad.  Esto es gracias a que en nuestra mente exista un a priori de lo bueno o de la bondad y por esto es que el ser humano capta el bien.

Así pues, nuestra mente es el órgano para captar ese bien ayudándose de la vista, claro esta, por lo que se puede decir que el bien es razonar, ya que, es la razón que conoce esta idea del bien, y como dije anteriormente, es el hombre que tiene esa gran capacidad. En cuanto a lo inteligible, como ya sabemos el bien está en relación con lo que se intelige y con el entendimiento, podemos decir en una función y en proporción análoga a la que el sol está en relación con la vista y lo visible, según nos refiere tanto el texto como la imagen del sol. Como por ejemplo cuando nuestros ojos miran las cosas en claroscuro de la noche ven poco o como se refiere el mismo texto “Ven débilmente”; en cambio, cuando las miran iluminadas por el sol, todo se puede ver más claramente y la vista se fortalece adecuadamente. Por eso es que decimos, como dije anteriormente, que nuestros ojos están en plena relación con el sol, es decir, son soliforme.

Cabe destacar aquí que esa inteligencia, la cual, nos referimos anteriormente, tiene la forma de la bondad, es decir, de lo bueno por lo que se puede decir que es boniforme, que quiere decir que tiene la forma de lo bueno. En el texto también podemos notar como al referirse al alma se puede interpretar que cuando ésta mira los objetos, por así decir, al perecer tiene inteligencia ya que estos objetos están iluminados por la verdad, pero al estar en las tiniebla, es decir, de lo que nace y muere, es capaz de opinar pero con un entendimiento puramente débil y oscuro. En cuanto al Nous, es decir, a la mente, ésta puede solo conocer a través de la verdad, lo que se puede inteligir y pensar, en cierto sentido o mejor dicho los noúmeno, por medio de la noesis, lo que quiero decir aquí es que la realidad, de alguna manera, se piensa, como por ejemplo: es diferente cuando veo al ser humano que cuando lo pienso y con lo ultimo puedo llegar a lo inteligible, es decir, a su esencia de ser humano.        
Por lo que, se necesita de esa verdad, la cual es una bondad ontológica de las cosas y hace que, de alguna manera, las cosas sean bellas. Esa idea del bien da a las cosas conocidas la verdad y a quien la conoce la facultad de conocer la verdad, por lo que podemos decir que el bien resulta ella misma conocible, por eso es que también la verdad es boniforme, es decir, tiene esa forma de bondad. Esta idea del bien es en sí ella misma conocible.

Tanto la verdad como la ciencia, en cierto sentido, están en plena armonía, por así decir, con el bien pero esto no quiere decir que por esto se tenga que confundir con el éste ya que esta no puede poseer una definición precisapor lo que se destruiría y la limitaría, por así decir, también la idea del bien es mucho más digna que todo esto. Y como la vista y esta vista no es el sol sino únicamente afines, así también el conocimiento de la verdad no son el bien pero son afines a él.
Aquí también cabe decir que Platón se refiere a que este bien tiene una belleza sumamente extraordinaria, ya que, al producir esta verdad que está por encima de ésta, en cuanto a hermosura, este bien, de alguna manera, es lo más bello que hay.

Como el sol da a las cosas no sólo la capacidad de ser vistas sino que es la causa de la generación, el crecimiento y el alimento, aunque directamente no éste implicado en la generación, análogamente el bien no sólo es causa de la cognoscibilidad de las cosas, sino que además es la causa del ser y la esencia, siendo pues también no ser o esencia sino superior al ser y a la esencia por dignidad y poder.
Por todo esto es que surge la exclamación “¡Por Apolo! ¡Que elevación más demoniaca! Queriéndonos decir que, como todo esto es una gran afirmación o mejor dicho de cómo todo esto es una realidad, ya que, es expuesta con una gran eminencia y de forma muy bien detallada y por eso es que esta elevación es demoniaca.

En ésta analogía del sol, que en cierta medida es el hijo del bien, hemos visto como ésta idea se relaciona con nosotros, es decir, con el ser humano. Pero la pregunta que surge, y que de alguna manera le interesa a la Teodicea, es la pregunta de ¿Dónde está Dios en todo esto, es decir, en la idea del bien? Ya que hemos partidos de la filosofía de Platón es bueno continuar con ella, ya que, nos puedeseguir iluminar más acerca de todo esto.
Como ya sabemos Platón postula  que “Dios es bueno en sí mismo” y ésta idea del bien en Dios es importante, ya que, el hombre necesita de un Dios para actuar bondadosamente, por así decirlo, esto es según la filosofía platónica.

Pero en realidad lo que se quiere demostrar, y pienso que esta es la base de todas estas ideas, es que, este bien, del cual nos referimos anteriormente, de alguna manera es a Dios en primera instancia a que alude todo esto, es decir, la parábola del sol y la idea del bien tiene como trasfondo y objetivo principal demostrar a ese Dios bondadoso. Ante todo a pesar de que se dice que existe el mal pero para Platón este mal no existe, esta ausencia tanto de luz y de bondad no se da, sino es el bien en su máximo resplandor y belleza, que en realidad es Dios en sí manifestándose el que lo proporciona y el que hace que el hombre posea el don de captarlo, por así decir. Si existiera el mal como muchos afirman, en el hombre no estuviera esa chispa de bondad que muchas veces lo mueve para realizar acciones bellas y es así que por esto podemos llegar a la verdadera belleza y a la verdadera felicidad. Por eso decimos que no podemos vivir sino creemos en esa idea, es decir, en la bondad de Dios.

El bien como una forma de esa manifestación de nuestro Dios o mejor dicho prueba de su existencia. Aunque muchos piensen que se necesite de otras cosas más para confirmar su existencia, pero el problema es que la diferencia de Dios y el mundo no es gradual, sino esencial, Dios no es como el mundo; Él existe pero no de la manera que nosotros concebimos la existencia. El verdadero bien como un signo de Dios en el mundo, si podemos decir así.

Y finalmente, es interesante ver como en la antigüedad se tenía una idea del bien muy estructurada, en este caso hecha por Platón y como para éste filosofo esta idea reflejada en una imagen, en este caso del sol, manifiesta la máxima bondad de Dios, ya que este es bueno en sí mismo, como dije anteriormente. Pero lo interesante de todo esto es como es el hombre que posee ese maravilloso don, el cual, muchas veces éste no sabe aprovechar en su máxima plenitud y realmente es tarea de todos llegar esa verdadera belleza que es el bien.                     

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