El autor parte de dos conceptos o categoría importante que es la tesis fundamental de toda la obra, me refiero al concepto de habitus y el de campus. Ambos explican con claridad de que se trata su sociología. Lo primero es que antes de adentrarnos a lo fundamental del tema tenemos que saber que es el constructivismo estructuralista, que el mismo Bourdiau lo caracteriza como su paradigma o legado sociológico.
La problemática constructivista no es ninguna escuela o algo parecido se trata, más bien, de un espacio de problemas y, de cuestiones en torno a los cuales giran los trabajos de un número significativo de investigadores, pese a todas sus tradiciones e itinerario intelectuales. Esto puede ser explicado de dos maneras:
La primera es la superación de las parejas de conceptos dicotómicos como por ejemplo el idealismo y materialismo, entre sujeto y objeto, entre colectivo y lo individual. La sociología ha heredado esto de la vieja filosofía social. La segunda es aprender las realidades sociales como construcciones históricas y cotidianas de actores individuales y colectivos. De este modo iniciamos con La Sociología de Pierre Bourdieu.
La Teoría del Habitus Según Bourdieu
Lo primero es que, la corriente constructivista en las ciencia sociales es bautizada por el autor como constructivismo estructuralista. Pero el tipo de denominación estructuralismo es de sentido muy diferente al de la tradiccion saussuriana o levi-straussiana.
Bourdieu entiende por constructivismo que existe un génesis social de los esquemas de percepción, de pensamiento y de acción que constituye lo que el denomina habitus; y a la estructuras sociales a los que el llama campos o grupos, estos mayormente son conocidos o llamados como clases sociales.
El habitus como sistemas de disposiciones con vista de la práctica, ya sea sentir, pensar, actuar, obrar, etc., constituye el sistema fundamento objetivo de conducta regulares y viceversa. Por lo que esto permite a Bourdiau postular como principio generador de las prácticas una intencionalidad sin intención, una regularidad sin sumisión conciente a una regla, una racionalidad sin cálculo y una causalidad no mecanicista. pero ojo, esto no se trata de un paradigma nuevo, sino que Bourdiau lo presenta como una idea que estuvo siempre tanto en la tradición filosófica y la tradición sociológica.
Para definir el concepto de habitus hay que partir de lo siguiente: el de disposición y el de esquema. El primero ya viene dado desde la filosofía moral: “el termino disposición parece particularmente apropiado para expresar todo lo que recubre el concepto de habitus (definido como sistema de disposición): en efecto expresa ante todo el resultado de una acción organizadora que reviste, por lo mismo, un sentido muy próximo al termino como estructura; además designa una manera de ser, una propensión o una inclinación”.
En el segundo el habitus se caracteriza como un sistema de esquema interiorizado lo cual permite engendrar todos los pensamientos, percesiones y acciones característicos de una cultura, y sólo a éstos.
Otra atribución que le corresponde al habitus es que éste debe ser entendido como un juego, hablando metafóricamente. Primero, una actividad sometida a reglas generalmente escrita y explicita como cualquier juego, lógicamente; Segundo, el juego incita a que uno mismo juegue de una manera, claro esta, con sus reglas; Tercero, esto implica afrontar en cada jugada las posibilidades abiertas por la situación del juego en un momento determinado. Por ultimo, la condición esencial para acceder al juego social es el poder, dado que la capacidad de jugar es solidaria del juego que se posee. Por lo tanto, todo agente social esta condenado al habitus; pero el sentido del juego está desigualmente distribuido y depende del capital que posee.
Bourdiau presenta el génesis del habitus como el proceso de inculcación. Esto supone una acción pedagógica efectuada dentro de un espacio institucional (familia o escuela) por agentes especializado, dotado de autoridad de delegación, que imponen normas arbitrarias valiéndose de técnicas disciplinarias.
Este modo de sociología, del habitus constituye la respuesta esencial a una serie de cuestiones que tiene que plantearse toda teoría sociológica.
El Espacio Social Como Articulación de Campos
El concepto de campos es indisociable del habitus: ambos tienen una relación dialéctica, esto quiere decir, que una no puede funcionar sino en relación (reciproca) con la otra.
La primera pregunta que surge es ¿Qué es un campo? Para explicarlo primero hay que partir del concepto de espacio social. Este es entendido como el sistema de posiciones sociales que se definen las unas con relación con la otra (patrón y empleado; hombre y mujer; rico y pobre), etc.
Es muy común que la sociedad moderna se presenta con muchas desmembraciones, oposiciones y complejidades y se presenta los diferentes campos relativamente autónomos, aunque articulado entre si: campo de la economía, político, religioso, etc. Por lo tanto un campo, es una esfera de la vida social que se ha ido independizando progresivamente a través de la historia en torno a ciertos tipos de relaciones sociales.
La especificidad de cada campo viene dada, según el autor, por el tipo de recursos (o la combinación particular de tipos de recursos) que se moviliza y tiene curso en su ámbito. A pesar de su aparente diversidad, estos tres grupos pueden reagruparse entre tres grandes categoría:
• Recurso de naturaleza económica: aquí el dinero tiene un papel importante por su equivalente universal.
• Recurso de naturaleza cultural: los diplomas escolares y universitarios han tomado una función fundamental creciente.
• Recursos sociales: esta consiste en la capacidad de movilizar en provecho propio de redes de relaciones sociales más o menos extensas, derivadas de la pertenencia a diferentes grupos o clientes.
Estos constituyen los intereses en juego dentro de determinados campo, sino también las condiciones para entrar en juego y hacer jugadas rentables dentro de un campo, de modo que se acrecienta los recursos inicialmente comprometidos. Lo que implica todo un trabajo de valoración de los recursos invertido para obtener beneficio. Por esta razón se da el nombre de capital a los recursos puesto en juego en los diferentes campos: capital económico, cultural y social.
Bourdieu introduce una cuarta especie de capital: el capital simbólico. Este consiste en ciertas propiedades impalpables, inefables y cuasi-carismática que parecen inherentes a la naturaleza misma del agente.
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