
Los dos centros que dominan en Occidente: Roma y Cartago.
Tertuliano
Se destaca por su defensa a los cristianos. En su obra Apologético Tertuliano hacer ver con multitud de ejemplo que los cristianos no son seres extraordinarios, ni pretenden serlo. Aquí va de acuerdo con la mentalidad de la Carta a Diogneto. Si la conducta de los cristianos es reprochable que se les castigue. Pero lo que sucede en el caso de los cristianos es que no es algún crimen el que está en causa, sino simplemente un hombre. La batalla es contra un hombre de peculiar importancia y significación; no lo es tanto contra la secta cuanto contra el fundador de la misma. De aquí que diga Tertuliano: “Es verdad que hay odio contra la secta, pero propiamente es contra el autor de la misma. En definitiva, pues, los enemigos van contra el fundador del cristianismo.
Tertuliano persiste con toda su alma en defender a las comunidades cristianas tanto del error de paganos y judíos como de la fuerza de los herejes.