
A continuación presentaremos un comentario de la primera homilía de nuestro querido Papa Francisco a propósito de la primera visita al Continente Americano con motivo de la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud que tuvo lugar del 23 al 28 de julio del presente año, en Brasil. En dicho lugar, jóvenes de todas las latitudes del mundo se dieron cita para celebrar y llevar a los demás su fe con el lema: id y haced discípulos míos a todos los pueblos. La primera intervención del Sumo Pontífice, en dicha nación, fue en la ciudad de Aparecida, en la cual está ubicada la Basílica de Nuestra Señora de Aparecida, patrona del pueblo Brasileño. En este mismo lugar, en el año 2007, se realizó la V Conferencia Episcopal Latinoamericana y del Caribe.
En la primera Eucaristía el Papa hace una sencilla pero profunda exhortación dirigida no sólo a los jóvenes que se dieron cita en esta gran Iglesia, sino también a todos los cristianos presentes u ausentes.
En esta intervención, el Papa se refiere a tres elementos que tienen que ser característicos y propios del cristiano de hoy, que vive inmerso en un mundo que cambia constantemente, fruto de las distintas tecnologías y del fuerte auge de la globalización. Un mundo donde el cristiano de nuestros días tiene nuevos retos y a la vez la tarea de proclamar a un Cristo vivo.