sábado, 18 de agosto de 2018

Desde una Dictadura Partidista y Silenciosa.

Hoy en día la República Dominicana está pasando por una fase a nivel político en la cual se encuentra, por así decirlo, sumergida. Me refiero al establecimiento de un partido en el gobierno dominicano, en este caso el PLD, el cual, se ha adueñado de la democracia dominicana creando en este sentido un estancamiento sociopolítico. 

Por un lado, no hay partidos que le haga frente y, por el otro lado todo esto desemboca en el resultado de que el gobierno se adueñe absolutamente de todo, teniendo como consecuencia el famoso tema de la corrupción, el cual, el mismo partido quiere tapar con un dedo. Esto ha creado de alguna manera un descontento por parte del Pueblo que ha elegido a los mandatarios con el fin de dirigir al país, pero más que dirigir de una forma correcta se empeñan en hacerse más rico delinquiendo y cayendo en una doble moral para su conveniencia.

Ya el pueblo dominicano debe hacer conciencia en quien elegir para que la situación de corrupción que está atravesando en nuestro país no se vuelva un círculo totalmente vicioso. Nuestra democracia no debe estancarse en un solo partido; debemos tener un pensamiento más crítico a la hora de saber por quién votar y no vender dicho voto, ya que, esto implica negociar nuestra conciencia.  Lo que se estanca se pudre y es lo que está pasado con nuestro gobierno, puesto que ya no sabe de qué manera es que quieren robar el dinero ganado del sudor y esfuerzo del dominicano que se levantan cada día con afán para llevar el pan a su hogar. 

Todos somos testigos que en cada día hay más jóvenes sin empleo; la justicia no está funcionando como debería de funcionar; nuestro sistema de salud es mediocre y que ni se diga de la delincuencia que arropan las calles dominicanas. Hoy en día la dictadura no es de uno, sino que es de un grupo que se ha apoderado del sistema en su totalidad. Creando de esta manera una dictadura silenciosa.   

No podemos seguir eligiendo un partido que no esté para el Pueblo; tampoco podemos apostar por un candidato que se haga de la vista gorda a las principales necesid
ades de nuestra nación y mucho menos por alguien que quiera engañar al pueblo con visitas cuando realmente estuvo involucrado en unos de los temas de corrupción más grande de la historia de América Latina, me refiero al caso de ODEBRECHT. Es toda una confabulación para que la corrupción reine, nadie pague y todo este escándalo se olvide.

República Dominica debe tener más memoria y no olvidar todos los políticos que están involucrados en este tema de corrupción, encabezado por la alta cúpula del gobierno dominicano. No podemos hacernos de la vista gorda, nuestro país no anda bien, aunque nos quieran engañar con encuestas falsas y noticias creadas a beneficio del gobierno, no podemos seguir permitiendo que se aprovechen de la buena voluntad de la nación. 

Ante todo esto, surge la pregunta: cuándo es que el gobierno, encabezado por el PLD, pagará por los casos de corrupción latentes en nuestra nación y que el pueblo exige que paguen por tal atentado. Y la respuesta es sencilla estamos ante una dictadura, la cual se esconde y que muchos no quieren reconocerla o, simplemente algunos no la quieren reconocer puesto que se están beneficiando de ella.

Así pues, aunque suene romántico, en nosotros está el deber de sacar totalmente a un partido del poder y colocar otro;  no debemos pensar que ellos, es decir, otros partidos políticos vendrán con “sed de poder” o que “ellos son peor”, etc., porque entonces justificaremos lo que el PLD está haciendo y nosotros seremos participes de dicha dictadura, y sobre todo de lo MAL HECHO. Muchas veces se tiene miedo de lo nuevo y de lo que es diferente, pero nuestra nación debe abrirse al cambio, aunque lleve tiempo asumirlo, se debe apostar por lo mejor y ahora mismo lo mejor no es el PLD.   

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