jueves, 27 de julio de 2017

EL EVANGELIO DE MATEO


 Introducción
            El texto del evangelio de Mateo es conocido como el primer evangelio o el "evangelio eclesiástico", ya que es el texto más usado por la Iglesia. Esta denominación tiene su explicación o sentido en el esquema del evangelio. El evangelista Mateo ha pretendido confeccionar una redacción muy completa de la vida de Jesús: nacimiento, vida pública, pasión-muerte-resurrección, apariciones, y ascensión. Además, en el texto se destaca el papel de Pedro: su protagonismo, su responsabilidad y su autoridad sobre la Iglesia.
            Mateo, como todo evangelista, ha querido escribir una "Historia", un relato de los acontecimientos que han tenido lugar en relación con una persona llamada Jesús, el Cristo. La preocupación del evangelista no es crear una cronología exhaustiva o hacer la transmisión aséptica de unos hechos. El autor del primer evangelio pretende darnos una visión desde la fe, desde su experiencia personal y desde la vida de una determinada comunidad eclesial a la que pertenece. Visión que no tiene otro objeto más que la persona de Jesús.
             Su verdad, es la verdad de la fe y para comunicárnosla compone una vida de Jesús, entendiéndole como el Mesías. Esta vida se desarrolla desde su genealogía hasta su exaltación.
            Los que queremos analizar el evangelio de Mateo debemos hacerlo con el espíritu de la fe, buscando dar respuesta a una pregunta: ¿quién es Jesús? Sus palabras y acciones nos darán elementos para que también nosotros respondamos. Pero nuestra respuesta pasa necesariamente por el misterioso mundo de la fe.
            Para realizar esta labor, Mateo no parte de cero, al menos cuenta con el esquema y la obra de Marcos. Aunque sabemos que junto con su genio literario contó con otras fuentes orales y escritas.
          
 
1.   Ambientación espacio-temporal de Mateo
La autoría de Mateo.
            Se cree, mayoritariamente en la actualidad, que el escritor de este evangelio es un judeocristiano de lengua griega, probablemente de Antioquía de Siria, y que realizó su labor hacia el año 80-85 d.C.
            Incluso podríamos pensar para datar este evangelio en una fecha anterior al año 80, hay incluso quién se retrotrae hasta el año 60 d.C.
            Este personaje, identificado con el nombre de Mateo[1], para llevar a cabo su labor, además de sus dotes literarias, se inspiró en el texto de Mc y en la llamada fuente Q, que recuerda algunas de las palabras dichas por Jesús, y que la comunidad cristiana primitiva recogería por escrito hacia el año 50 d.C.
            El texto del evangelio, aunque no da muchos datos sobre su autor, el estilo nos revela a un hombre profundamente conocedor del judaísmo, muy reflexivo y de gran cultura. Por ello, algunos han apuntado la posibilidad de encontrarse ante un "ex-escriba". Desde esta teoría sería fácil comprender la preocupación, entre otras muchas[2], por las relaciones entre ley oral y escrita tan presentes en el evangelio.
            Este texto está considerado como el evangelio más didáctico y catequético. Muestra de ello es su tendencia a los discursos, y su cierta polémica con el mundo de la sinagoga, que refleja su talante de contraste y comparación entre  interpretaciones. Se ha pensado, por estos rasgos, en la existencia de una polémica antijudía en Mt, pero en realidad los ataques son un procedimiento pedagógico, inspirado en los profetas, y que tiene por objeto provocar la conversión del interlocutor, en esta ocasión, la de Israel.
            Concretando más la oposición de Mt al judaísmo, podríamos decir que sus diatribas se dirigen al rabinismo farisaico palestinense de finales del siglo I, corriente que pervivió a la destrucción del Templo y cuya interpretación religiosa se irá imponiendo como la interpretación oficial judía.
            El nombre semítico de Mateo (don de Dios) se contiene en la lista de los apóstoles (Mt 10,3; Mc 3,18; Lc 6,15). El texto de Mt 10,3 precisa que es un "publicano" y reenvía a un pasaje semejante, a Mt 9,9. En Mc 2,14 este personaje recibe el nombre de Leví, lo cual ha permitido a la Tradición a identificar a Mateo con Leví.

Lugar de Redacción.
La hipótesis más aceptada en la actualidad sobre el contexto vital del primer evangelio es la comunidad de Antioquía de Siria, aunque dicha hipótesis no deje de ser un tanto arriesgada. Determinar la comunidad donde nació Mateo ha sido un tema que  ha dado mucho que pensar a lo largo de los siglos, sin que aún podamos contar con una conclusión definitiva debido a la escasez de pistas dentro y fuera del texto. No obstante, viendo las características del mismo, y su rápida difusión, se han formulado varias hipótesis, entre las que Antioquía de Siria[3] ha ido prevaleciendo. Así, según Bonnard, como lugar de redacción de Mateo se ha pensado sobre todo en Jerusalén, Galilea[4], Antioquía, una de las grandes ciudades del litoral fenicio de Siria (Tiro, Sidón, Tolemaida) o alguna de las ciudades de la Palestina del Norte o de Siria (por ejemplo: Cesarea de Filipo, Damasco)[5]. De igual forma, Meier dice que se ha pensado en Jerusalén[6], Alejandría, Cesarea Marítima, algún campo sirio o Edesa, Fenicia o Antioquía, por la que se inclina. Una de las razones por la cual prefiere a Antioquía como el lugar de origen es porque a partir de ella se puede explicar el lugar de encuentro y mezcla de judíos y gentiles que se ve a lo largo del evangelio[7]. Pella es otra de las hipotéticas ciudades de composición del primer evangelio[8]. Por su parte, R. Brown también se inclina por Antioquía de Siria, y afirma que en la actualidad la mayoría de los investigadores se inclinan por ella[9].
            En este mismo sentido, U. Luz afirma que Antioquía de Siria no es una mala hipótesis: parece poder aceptarse que aunque el evangelio de Mateo no delate su lugar de origen, sin duda se escribió en una ciudad siria bastante populosa, con buenas vías de comunicación, muchos judíos y el griego como lengua. Además, en favor de tal localización habla el hecho de que Ignacio de Antioquía utilizara dicho evangelio poco después del 100 d. C[10]. Del mismo modo, también R. Aguirre piensa en Antioquía de Siria como la comunidad de redacción de Mateo al afirmar que es el único evangelio en que se hace alusión a la resonancia de la actividad de Jesús en Siria; además, entiende que tenía que ser una ciudad muy importante por el uso temprano de Marcos y de Q como fuentes. De ello se deduce una ciudad grande y con buenas comunicaciones[11], como lo era Antioquía en aquel entonces. Como dice R. Aguirre: “Antioquía es la localización tradicional y tiene buenos defensores en la actualidad. Incluso se podrían explicar las características más importantes del evangelio de Mateo a partir de lo que sabemos de la Iglesia de Antioquía”[12].

            Fecha de redacción de Mateo.
En cuanto a la fecha de redacción del evangelio de  Mateo, G. Theissen cree que hay que datarlo en torno a la década de los 80, el 90 cuando más tarde[13]. En este mismo sentido se expresa J. Meier al afirmar que una gran variedad de críticos sitúan el evangelio más allá del 70 d.C[14]. Esta es una conclusión casi obligada para aquellos que sostienen que Mateo depende del evangelio de Marcos. La década de los años 80 sería la mejor hipótesis[15]. U. Luz opina lo mismo, habla de una redacción relativamente temprana no pudiendo situarla mucho más allá de los años 80[16]. D. Senior es partidario de la misma hipótesis, según él el evangelio fue escrito para responder directamente a la situación creada tras la revuelta judía de los años 66-70 d.C. y al subsiguiente surgimiento del judaísmo farisaico como fuerza dominante[17].

         2. Una comunidad que busca su propia identidad
            Composición de la comunidad de Mateo.
            Partiendo de los datos que encontramos en el primer evangelio concluimos que éste nació en una comunidad heterogénea, en la cual  hay un componente fundamental judeocristiano, parcialmente judeocristiano helenista, pero en la que también había cristianos procedentes del paganismo[18]. Estaba formada por judíos y gentiles, quienes convivían desde la fundación de la ciudad[19]. Dicha convivencia es la que encontramos luego reflejada en el evangelio.

Relación con el judaísmo
La Iglesia de Mateo, además de la disputas internas, mantiene una dura polémica con el judaísmo de cuño farisaico que se impuso después del año 70 d. C. A partir de ese momento el judaísmo se centró en la ley y en la sinagoga y los fariseos impusieron su teología y su interpretación de la ley. El judaísmo presente en Mateo es un bloque unitario de naturaleza farisaica, que refleja la situación posterior al año 70 más que la existente en tiempo de Jesús. Es el tiempo en el cual la Iglesia se está separando de la sinagoga, lo cual se realiza en medio de durísimas polémicas. Esto da lugar a expresiones muy fuertes en el evangelio. En cuanto a la presión del judaísmo, encontraba un eco en sectores internos de la Iglesia cristiana, que habían mantenido siempre su idiosincrasia judía. Pensemos en los judeocristianos de la primera hora y, sobre todo, en los del grupo de Santiago que habían llegado en un segundo momento[20].
J. A. Overmann, uno de los estudiosos actuales de Mateo describe dicha comunidad como una secta judía en conflicto con el judaísmo, el cual estaba inmerso en un proceso de reforma después del año 70. Mateo piensa incluso en una autonomía institucionalizada de la comunidad; por lo que, podría hablarse de una separación institucional y organizativa entre la comunidad que Mateo tiene ante si y las sinagogas. Por lo tanto, como es natural, la comunidad de Mateo pretende poseer la misma tradición, la misma autoridad y, en parte, hasta los mismos roles del  judaísmo que se está reformando[21].
En buena medida se disputan una herencia común: ¿quién es el verdadero pueblo de Dios?, ¿quién interpreta rectamente la Escritura?[22], ¿quién tiene el recto conocimiento de la ley? Posiblemente esta Iglesia se ha separado ya de la sinagoga (se habla de sus sinagogas como de algo ajeno[23]), aunque no puede excluirse que, al menos parte de sus miembros estén aún bajo su disciplina, lo que podría explicar la persecución por parte de ésta[24].
            Según U. Luz, “la comunidad mateana, cuya misión en Israel había tocado a su fin, no pertenece ya a la asociación de sinagogas judías. La ruptura entre comunidad y sinagoga es definitiva. El intento de instalar la comunidad dentro de la asociación de sinagogas judías debe considerarse fracasado”[25]. Afirma que no hay ningún indicio de que existan conversaciones entre la comunidad y la sinagoga. R. Aguirre entiende que ahora la comunidad se encuentra ante la gran disyuntiva que se planteó a todo el judeo-cristianismo fiel a la ley después de la separación de la sinagoga y la guerra judía: seguir su propio camino, diferente tanto de Israel como de la gran Iglesia, o abrirse a la misión a los paganos y caminar hacia la integración en la gran Iglesia. Mateo está al inicio de este segundo camino. El abismo entre la comunidad y la sinagoga era ya demasiado profundo y el diálogo no era posible[26].
            F. Vouga también entiende que la comunidad cristiana está separada de las sinagogas; sin embargo, hablando del proceso de separación de las diferentes comunidades cristianas que se desarrollaron dentro de las sinagogas, dice que éstas (las comunidades cristianas) no se separaron, sino que fueron excluidas. A ello ayudó el repliegue del judaísmo sobre sí mismo después de la guerra judía[27]. En este mismo sentido, W. Stegemann cree que la comunidad de Mateo debería ser considerada como un movimiento reformador dentro del judaísmo; pero, como reacción al rechazo por parte del judaísmo, se convirtió en una secta. Sólo después (aunque sin que pasara mucho tiempo) este grupo judío, al igual que la mayor parte de los otros grupos, se habría convertido también en un grupo cristiano, especialmente a causa del rechazo por parte del judaísmo mayoritario y del predominio de los seguidores de Jesús no judíos[28].
            Por otra parte, R. Trevijano entiende que en Mateo es aún más claro el crecimiento institucional de la sinagoga y la ampliación de la brecha entre las comunidades judías y cristianas. Se refiere a las asambleas judías como sus sinagogas[29]. Mateo, en la ampliación de los materiales de Marcos y de Q, refleja la situación del judaísmo que emerge después del 70 d. C., y la respuesta de su  comunidad. Tacha a los líderes judíos de hipócritas y guías de ciegos (Mt 23-25). Incluso llega a llamarles raza de víboras (Mt 23,33). El punto focal de la nueva comunidad de Mateo, contrapuesta a las sinagogas, es el nombre y autoridad de Jesús[30]. El judaísmo farisaico y el cristianismo primitivo entran en el siglo II con el reclamo concurrente de ser los verdaderos herederos de la tradición de la alianza, los verdaderos intérpretes de las Escrituras y los agentes de formas y estructuras institucionales que se desarrollarán en el siglo II en lo que será por un lado la cristiandad apostólica y por otro el judaísmo rabínico[31].
En fin, del mismo modo que R. Aguirre, considero que la ruptura entre la comunidad cristiana y el judaísmo ya se ha consumado, tanto sociológica como teológicamente. Es inconcebible que en una comunidad judía se hubiera podido escribir un evangelio en el que se propone como autoridad máxima a Jesús, en lugar de la ley y los profetas. Un segundo elemento que me induce a pensar en una separación consumada es la apertura a las naciones, a la universalidad; lo cual sabemos no entraba en la concepción judía, casta que se consideraba pura y perfecta, y mucho más el judaísmo fariseo (legalista y escrupuloso), el cual suponemos se estaba afianzando cuando se redacta el evangelio. Un tercer elemento que me parece determinante es el trato que en Mateo se da a los judíos, máxime a los escribas y fariseos. Un caso particular es el de Mt 23,13, entre otros muchos[32], donde a estos se les trata como a gente de fuera de la comunidad y sin ningún respeto, cuando dentro de las comunidades judías debían ser los líderes. Entiendo que todos estos datos implican una ruptura consumada[33], donde el antijudaísmo se utiliza para legitimarse.

Dificultades de la Iglesia de Mateo.
            Ésta es una comunidad cristiana mixta, cuya mayor dificultad era distinguir entre lo que era fundamental y accesorio en la vida cristiana. También les resultaba difícil asumir los compromisos prácticos, esto es, una moral para vivir cristianamente.
            Los principales problemas de esta comunidad son de dos tipos:

            -Internos: problemas de identidad y de misión. Se va apagando el fervor inicial y comienzan a nacer divisiones y deformaciones de la fe.
                        Se hace necesario que Mt exhorte a la fe y a la perseverancia y que se luche contra toda tentación de claudicar  y dejar de ser cristiano.

            -externos: enfrentamientos con el rabinismo naciente, con las diversas interpretaciones sobre Dios, la ley, el Reino y el Mesías.
            La comunidad de Mateo parece que está bien organizada. Su tensión con el judaísmo plantea este problema: ¿entre Jesús e Israel, hay continuidad o ruptura?
            Sin duda, Jesús debe ser situado en la mejor tradición de Israel, él da cumplimiento y sentido a la Ley y a toda la historia de Israel. Pero hay que admitir una realidad, Jesús plantea también discontinuidad con el judaísmo.
            La continuidad se manifiesta en múltiples rasgos:
            - Jesús nace en el seno del pueblo elegido, es hijo de Abrahán y de David.
            - Jesús cumple la Ley y los profetas. Él no ha venido a abolir la Torah, sino a darle cumplimiento.
            La discontinuidad, supondrá una cierta ruptura entre la comunidad de Mateo y la sinagoga. Varios textos lo evidencian: Mt 4,23; 9,35; 10,17; 12,9; 13,54; 23,34. Quizás sea Mt 23 el lugar dónde mejor se percibe esta ruptura entre el judaísmo y el cristianismo.
            La comunidad de Mateo, muestra en su evangelio contar con una organización litúrgica bien definida. En primer lugar es una iglesia que vive el bautismo y la eucaristía. Los aspectos bautismales destacan en Mt 3,13-17 y 28,19; y los eucarísticos en Mt 26, 26-30; Mt 14, 13-21 y 15, 32-39.
            Este grupo de creyentes no olvida la celebración de otras prácticas creyentes. La penitencia  aparece en Mt 9,6-8; 16,18; 18,17, etc; la práctica de la oración acontece en Mt 6, 5-15; 7, 7-11; 18, 19-20.
            Podemos considerar, sin duda, la presencia de ministerios dentro de la Iglesia. Nadie duda de la primacía de Pedro en el texto: Mt 14, 24-33; 16, 13-16. 18-23; 17, 4.24-27; 26, 69-75; ni tampoco de la relevancia del grupo de los "doce".
            Dentro de esta comunidad parece que existen otros ministerios o carismas: la profecía, los sabios y escribas.
            La presencia de profetas ambulantes o itinerantes se detecta en Mt 10,41 y 23,34. Éstos tienen como rivales los falsos profetas, tal y como nos lo sugiere Mt 7, 15-16. Estos profetas eran misioneros itinerantes que predicaban el evangelio y procuraban vivirlo radicalmente.
            Los sabios y escribas eran estudiosos que resolvían los problemas que se suscitaban en la comunidad. La clave de sus soluciones está en la fidelidad a Jesús.
            La comunidad de Mt parece que se percibía a sí misma como la iglesia "de los pequeños" (Mt 10,42; 18, 6.10.14; 25, 40.45), que podría ser traducida por una comunidad de discípulos que se sienten hermanos.

            Conclusiones:
            1.- La comunidad de Mateo es de origen judeocristiano con un componente helenista. Esta comunidad está en una relación de ruptura y polémica con el judaísmo fariseo con el que ha roto tanto a nivel teológico como sociológicamente.
            2.- La comunidad de Mateo tiene un estilo y características propias entre las que destacan:
            -     se centran en la persona de Jesús y no en la Ley.
            -     Se sienten el verdadero Israel y se llaman a sí mismos con la palabra ekklesía
            -     Mantienen con los que llaman “los judíos” tensiones pero no han renunciado a predicarles y buscar su conversión a Jesús.
            -     Aunque la mayoría es judeocristiana están abiertos hacia los gentiles. Se predica que hay que someterse a la Ley tal y como Jesús la interpreta. Y hay una honda preocupación por legitimar la misión universal.
            -     Cuando escribe el evangelista la comunidad está siendo perseguida por el judaísmo contemporáneo.
3. Estructura del Evangelio
            La reflexión científica sobre el cómo fue construido el texto de Mateo es uno de los aspectos más discutido de este evangelio.
            Establecer una estructura bien definida del Evangelio de Mateo resulta difícil. Hasta el momento existen varios modelos[34].

A.- División a modo de Pentateuco:
Según esta división el evangelio de Mateo está estructurado a partir de 5 grandes discursos:
  1. Discurso Evangélico o Sermón del Monte (5-7)
  2. Discurso Apostólico (10)
  3. Discurso Parabólico (13,1-52)
  4. Discurso Eclesiástico (18)
  5. Discurso Escatológico (24-25)
            Muestra de que esta estructura es querida por el autor es el empleo de una fórmula final semejante para concluir cada discurso: Mt 7,28; 11,1; 13,53; 19, 1; 26,1.
            Esta quíntuple división convierte al evangelio en la "Nueva Ley", y a Jesús en un nuevo Moisés en medio de un nuevo Israel, formado por judíos y gentiles. Esta división la vemos claramente en la Biblia de Jerusalén, la cual estructura a Mateo de este modo.
            A estos 5 discursos le precede un bloque narrativo. Así, los capítulos 3-4 conforman el bloque narrativo del Sermón del monte; los capítulos 8-9 son el bloque narrativo del Discurso Apostólico; los capítulos 11-12 son el bloque narrativo del Discurso parabólico; los capítulos 13,54-17,27 conforman el bloque narrativo del Discurso Eclesiástico; y por último, los capítulos 19-23 son el bloque narrativo del Discurso Escatológico. Finalmente, los capítulos 1-2 tratan el nacimiento e infancia de Jesús, y los capítulos 26-28 tratan el tema de la Pasión y Resurrección.



B.- División sugerida por Marcos y algunos indicios lingüísticos propios del Evangelio:
            En el texto griego del evangelio de Mateo hay una estructura que repetida, sirve como indicador de las distintas secciones del evangelio. Nos referimos a Mt  4,17 y 16,21: "Desde entonces Jesús…".
            La primera sección (Mt 4,17-16,20) se refiere a la actividad de Jesús en Galilea; mientras que la segunda (Mt 16,21-28,20) se concentra en la Pasión, muerte y resurrección de Jesús en Jerusalén.
            Lo restante, (Mt 1,1-4,16) presenta la venida de Jesús: sus antepasados, nacimiento, el bautista, etc; en definitiva, se detiene en los preparativos para la misión o la actividad de Jesús.

0.- Preparativos para la misión de Jesús (1,1-4,16).
            En estos capítulos se presenta a Jesús como Hijo de Dios y de los hombres. Él es el Cristo de Israel, luz de las gentes.
            Mt 1,1-2,23: libro de los orígenes de Jesús, el Cristo.
            Mt 3, 1-4,16: Preparación de Jesús para el ministerio.

1°.- Actividad de Jesús en Galilea (4,17-16,20)
            En ella se nos habla del Reino de los Cielos que Jesús predica, y de la escisión que suscita esta predicación entre los hombres.
            En ella se pueden distinguir las partes siguientes:
            a).- Una introducción que habla de las condiciones generales de la actividad de Jesús: Mt 4,17-25.
            b).- La actividad de Jesús: Mt 5,1-11,1.
            c).- Las reacciones a esa actividad: Mt 11,2-16,20.

            a).- La introducción:
            Mt 4,17:
            "Desde entonces comenzó Jesús a predicar y decir:
            Convertíos, porque el Reino de los Cielos ha llegado."
            En este tema principal hay dos elementos que debemos tener en cuenta:
            1.- un mandato que recoge lo que los hombres debemos hacer: "convertíos".
            2.-y una noticia, que al estar expresada en perfecto adquiere el valor de una acción realizada en el pasado pero cuyos efectos permanecen en el presente.
            El reino de los cielos ha llegado, y sigue llegando.
            Mt 4,18-22: llamada a los primeros 4 discípulos.
            Mt 4,23: Sumario de la actividad de Jesús, que se repite en Mt 9, 35. Esta repetición crea una inclusión semítica.
            Mt 4,24-25: Se describe el efecto de la actividad de Jesús.
            b).- Actividad de Jesús.
            Mt 5,1-9,35: descripción de la actividad de Jesús: sus obras y palabras.
                        Mt 5,1-7,29: las palabras: Discurso del Sermón de la montaña.
                        Mt 8,1-9,35: las obras
            Mt 9,36-11,1: discurso misionero de Jesús. Prepara a la actividad a los seguidores y discípulos. Lo importante es continuar la obra de Jesús. Esta actividad dura siempre.

            c).- Reacciones a la actividad de Jesús: Mt 11,2-16,20
            En Mt 11,2-6  y 16,13-20; hay una nueva inclusión formada por la pregunta acerca de la identidad de Jesús. También se insiste en esta amplia sección en "las obras de Cristo.

2°.- La sección Mt 16,21-28,20
            A su vez admite las partes siguientes:

            Mt 16,21-20,34: El camino de Jesús hacia Jerusalén
            Mt 21-25: La actividad de Jesús en la ciudad Santa.
            Mt 26-28: La Pasión, muerte y Resurrección del Señor.

            Otra estructuración del texto que ha tenido bastante éxito es la siguiente: se trata del esquema ideado por Vaganay y difundido por Benoit. Nos referimos  la división del evangelio en 7 partes:

            1.- El prólogo, es decir, el evangelio de la infancia de Mt 1-2.
            2.- la segunda sección que se subdivide en:
                        - Narración: 3,1-4,25
                        - Discurso: 5,1-7,27
                        - Fórmula final: 7, 28-29.
            3.- la tercera sección
                        - parte narrativa: 8,1-9,35
                        - Discurso: 9, 36-10, 42
                        - Conclusión final: 11,1
            4.- Sección cuarta
                        - Parte narrativa: 11,2-12,50
                        - Parte discursiva: 13,1-52
                        - Fórmula final: 13,53.


            5.- Quinta parte
                        - Parte narrativa: 13, 54-17,27
                        - Parte discursiva: 18, 1-35
                        - Final: 19,1
            6.- Sexta sección
                        - Narración: 19,2-22,46
                        - Discurso: 23, 1-25,46
                        - Conclusión: 26,1
            7.- Séptima parte o epílogo: Mt 26-28
            A pesar, del interés que suscita este esquema, como suele ocurrir, no ha sido aceptado por todos, pero sigue manteniendo su vigencia. No obstante, son varias las voces que aseguran que no existe esta correspondencia entre dichos y hechos en cada sección.

4.- Dimensión literaria del evangelio de Mateo.
            El evangelio de Mt hace una síntesis literaria con un orden propio basándose en dos fuentes: el evangelio de Mc y la fuente Q. Por eso, el primer evangelio mezcla elementos narrativos, típicos de Mc, y elementos discursivos característicos de la fuente Q.
            Se podría decir que el texto de Mt consta de materiales provenientes de Mc, de textos extraídos de Q y de otras perícopas de elaboración propia.
            La influencia de Mc se percibe, sobre todo, a partir del capítulo 12, desde él se usa claramente el esquema del evangelio de Mc, aunque alterando el orden. El material elaborado por el propio Mt se concentra en Mt 1-11.
            No se puede negar que lo que hace Mateo es retomar el evangelio de Mc y contarlo de un modo nuevo.
            También podríamos afirmar que desde el punto de vista literario el evangelio de Mateo es ante todo y esencialmente, una obra narrativa.

            4.1.- Recursos estilísticos.
            El texto de Mt es el más judío de los evangelios, pero, sin embargo, posee abundantes elementos de cultura clásica. De suyo, escribe en un griego[35] más correcto que Mc y utiliza abundantes recursos semíticos: inclusiones, paralelismos y quiasmos (ej. No son todos los que están, ni están todos los que son. Estructura cruzada, en forma de X), repeticiones de palabras claves, gematría (relacionado con los números), etc.
            Algunos califican el griego empleado por este evangelista como "sinagogal".
            El vocabulario de Mt es típicamente semita y rara vez explica las expresiones arameas, salvo algunas excepciones: Enmanuel (Mt 1,23), Gólgotha (Mt 27,33), y Eli, Eli, lamma sabakhtani (Mt 27,46).
            También son semitas las costumbres que se describen con gran exactitud: filacterias, las abluciones, las costumbres alimenticias, etc.
            Incluso el texto manifiesta con claridad y armonía el mundo de la teología judía del tiempo de Jesús.
            La tendencia general del lenguaje de Mateo es formalista, sobrio y conciso. Pretende destacar lo esencial y, por eso, podríamos decir que es pedagógico.
            En su lenguaje le ha influido la versión de los LXX, esto es, el griego bíblico tiene mucha presencia en Mt.
            Todos los recursos estilísticos empleados y el mismo vocabulario muestran que el evangelio de Mateo no es una obra literaria improvisada, sin duda alguna estamos ante un evangelio bien construido digno de ser leído y meditado.

            4.2.- Perícopas propias de Mateo.
            El evangelio de Mateo tiene materiales propios que no existen en el resto de los sinópticos:
            - El evangelio de la infancia: Mt 1-2.
- Determinadas secciones del sermón de la montaña: Mt 5, 27-30.33-37; 6, 1-8.16 ss.
            - curación de dos ciegos: Mt 9, 27-31
            - el endemoniado mudo: Mt 9, 32-34.
            - La persecución por el evangelio: Mt 10, 17-25
            - Texto de "venid a mí": Mt 11, 28-30
            - la parábola de la cizaña: Mt 13, 24-30.36-43
            - Parábola del tesoro escondido y de la perla preciosa: Mt 13, 44-46.
            - Parábola de la red: Mt 13, 47-50
            - Pedro camina sobre las aguas: Mt 14, 28-31.
            - Contribución al templo: Mt 17, 24-27
            - parábola del siervo despiadado: Mt 18, 23-35
            - parábola de los trabajadores de la viña: Mt 20, 1-16
            - parábola de los dos hijos: Mt 21, 28-32.
            - parábola de las diez vírgenes: Mt 25, 1-13.
            - ciertos pasajes de la pasión: Mt 27, 51-53. 62,ss.
            - Despedida del resucitado en Galilea: Mt 28, 16-20.

            4.3.- El estilo de Mt.
            El evangelista Mateo emplea en su texto abundantes recursos estilísticos de origen semítico. Son característicos del estilo mateano, los siguientes:
            a.- Empleo de estructuras numéricas, bien como recursos nemotécnicos o como elementos simbólicos.
            Se usan estructuras basadas en el número tres[36], y también en el número siete[37] y en el dos[38] y el cuatro.
            b.- Uso de inclusiones semíticas.
            Se trata de una figura literaria concéntrica que el principio coincide con el final, pero entre uno y otro se producen una serie de cambios importantes que nos transmiten un mensaje.  Por ejemplo se establece una inclusión entre Mt 1,24 y 28,20. Se trata de una explicación del "Emmanuel: Dios con nosotros", esta referencia se cumple en las palabras últimas de Jesús despidiéndose de sus discípulos.
            c.- Repetición de fórmulas.
            Un ejemplo son las fórmulas que concluyen cada uno de los cinco discursos que aparecen en este primer evangelio.

            d.- aparición de palabras nexo.
            Se emplean para facilitar los procesos de memorización de frases o sentencias que no guardan entre sí relación. Se trata de una técnica de las tradiciones orales que consiste en repetir palabras clave.
            En Mt 5,14.15.16, se emplean diversas palabras nexo: luz, lámpara, alumbre.
            También en Mt 18,4.5.6, se emplean los vocablos nexo: niño y pequeño.
            e.- El paralelismo.
            Consiste en la semejanza de diversos miembros de una frase. Un ejemplo típico es Mt 7, 24-27.

            4.4.- Los Discursos de Mateo.
            El plan del evangelista no es introducir sin más discursos en una narración, al contrario, estos discursos están perfectamente integrados en el texto y sirven para conectar las distintas secciones narrativas y dar más viveza a la acción. Cada uno de estos discursos posee su estructura y unidad y versan sobre distintos aspectos del Reino de los Cielos.

            a.- Primer Discurso Mt 5,1-7,29: es el conocido Sermón de la Montaña, en él Jesús proclama ante sus discípulos y rodeados de una multitud las exigencias del reino de los Cielos.
            La dimensión clave de este fragmento es llegar a comprender el concepto mateano de "justicia", experiencia que debe caracterizar y definir a todo seguidor de Jesús.
            Se anima a los discípulos a no decaer y a no desanimarse, es preciso ser fiel, mantener el ánimo y la radicalidad. Y no dejarse vencer por las dificultades, en especial ante el peligro de la persecución que  puede hacer pender la fe.

            b.- Segundo discurso Mt 9, 35-10, 42: llamado el discurso misionero. En este texto se nos habla de la extensión del Reino de los Cielos, y se ayuda a los seguidores de Jesús para que comprendan la razón de la misión.
            En esta sección se insiste sobre la misericordia entrañable de Jesús por los suyos y la inminencia escatológica.
            El Reino de Dios no se puede quedar encerrado debe extenderse incluso aunque haya persecuciones.

            c.- Tercer Discurso Mt 13, 3b-52. Es conocido como el discurso de las parábolas y en él se nos habla de la naturaleza del reino de Dios. Unas veces son parábolas para la gente y otras para los discípulos pero el objetivo es el mismo.
            También se aprovecha la circunstancia para hacerse eco de la reacción que provoca la predicación de Jesús y de sus discípulos sobre la gente.

            d.- Cuarto discurso Mt 18, 3-34. Es el discurso que gira en torno a la realidad de la Iglesia, esto es, se trata de analizar a la comunidad que acepta el reino de los cielos.
            Es un discurso claramente enfocado hacia los discípulos y así nos lo manifiesta Mt 18,1-2.
            Se nos dice como debe vivir el grupo de los seguidores de Jesús y se nos alerta sobre el riesgo de divisiones internas, sobre los frutos negativos que el pecado tiene sobre los demás y sobre la naturaleza débil de algunos hermanos.
            La clase de reflexión para cualquier comunidad debe estar en la experiencia de la misericordia con la que el padre se comporta.

            e.- Quinto discurso Mt 23, 1-25,46, esto es, el conocido como discurso escatológico. En él se nos ayuda a prepararnos debidamente para la venida y recepción del Reino de los Cielos. El tema del juicio y su relación con la justicia y con el comportamiento con el prójimo es un tema de un gran interés en esta sección.

5.- La teología de Mateo.
            El texto de Mt es una obra de síntesis desde el punto de vista teológico. Mezcla aspectos típicamente hebreos (judíos y legalistas) y universalistas (con críticas a la Ley). También es considerado Mateo como un evangelio que media y pone un punto de equilibrio entre las distintas tendencias del cristianismo primitivo.
            El Evangelio de Mateo pretende hablarnos de la persona de Jesús y, sobre todo, de su enseñanza. Así como en Mc 1,1, la palabra evangelio hace referencia a la proclamación de un acontecimiento salvífico del que Jesús forma parte; en Mateo el evangelio se confunde con la predicación del Jesús terreno.
            Esta idea nos hace pensar en que la enseñanza de Jesús terreno es el centro del texto mateano.

            5.1.- El reino de Dios.
            El reino de los cielos: es una expresión típica de Mateo que tiene una gran hondura teológica. Refleja tanto la dimensión temporal (reinado) como espacial (reino) de la soberanía de Dios sobre el mundo y la humanidad.
            Esta categoría refleja aspectos o dimensiones duales, esto es, tiene diversos significados: es una realidad futura y presente a la vez, celestre y terrestre, visible e invisible, etc.
            Desde el punto de vista de la Historia, Mateo no va a distinguir entre un tiempo de Jesús y otro de la Iglesia. El Cristo glorificado que está con el Padre en su Reino se identifica con el Jesús terrestre. Y su presencia se sin distinción en la tierra y en el cielo, él mora siempre en medio de los suyos.
            5.2.- La Cristología.
            Mateo narra la historia de Jesús desde la perspectiva postpascual, asocia al Jesús histórico con el Cristo kerigmático e introduce a Jesucristo en la vida de la comunidad.
            La figura de Jesús: Jesús es visto como el cumplimiento de las promesas del AT. En él se cumple lo dicho desde antiguo por los profetas: nace de una Virgen, en Belén, huye a Egipto, es llamado nazareno, en él se cumple lo dicho por Isaías, etc. Hay, en definitiva, una estrecha relación entre Jesús y las Escrituras.
            Respecto al modo de llamar a Jesús hay dos títulos típicamente mateanos: "Jesús el Cristo" y, sobre todo, el "Hijo de David". Pero Mt se centra como todo evangelio en mostrar que Jesús es el Hijo de Dios.
            Este evangelio, aunque en cierto modo manifiesta un tono hierático, no está exento de rasgos humanos de Jesús. Se destaca especialmente la misericordia y compasión de Jesús, aunque no se olvidan otros aspectos emotivos: la irritación, la violencia, etc.
            Ante la persona de Jesús sólo existen dos posibles reacciones: aceptarlo como Señor o rechazarlo.
            Esta segunda actitud que repudia a Cristo es la adoptada por Israel que no ve en Jesús al enviado del Padre. Ante esta cerrazón, Jesús es presentado ante un nuevo pueblo de Israel. Pueblo en el que caben todos los que quieran creer en él, sean gentiles o judíos.
            Cristológicamente hablando la clave del evangelio de Mateo está en reconocer en Jesús la presencia de Dios en medio de su pueblo. Él es el "Enmanuel" y estará siempre con los suyos. Hay en el texto una inclusión que englobando todo el evangelio confirma lo que hemos señalado se trata de la referencia a Mt 1,23 y Mt 28, 20.

            5.3.- Ser discípulo.
            La comunidad de los discípulos: se trata del grupo de los seguidores de Jesús que viven y misionan con él.
            Ellos forman la Iglesia, el nuevo Israel. El antiguo Israel no ha querido creer en Jesús y no le sigue, por eso es sustituido.
            La comunidad de los creyentes se convierte en el ámbito en el que Dios ejerce su soberanía. Así entre Iglesia y Reino de Dios hay una relación muy íntima.
            La referencia al grupo de los discípulos como iglesia y su pertenencia a ella radica en la relación que se mantenga con Jesús. Todo discípulo lo es por su relación con el maestro.
            Entre los discípulos debe existir la fraternidad, si se da tenemos comunidad. Pero se reconoce, por otro lado, que la cizaña crece junto con el trigo, es decir, que el bien y el mal, los malos y los buenos conviven. La comunidad está compuesta de fuerzas contrapuestas que entran en conflicto, se impone para superar estos límites una verdadera "paciencia".

            5.4.- La justicia.
            En Mt existe un verdadero evangelio de la justicia. La justicia no es otra cosa más que el recto comportamiento con Dios y con el prójimo. Ella supone una total entrega del ser humano en manos de Dios y de los demás. Ser justo es ser fiel al proyecto de Dios (Mt 3,15; 5,6.10.20; 6, 1.33; 21,32) y esta fidelidad se comprueba en el obrar ético del hombre.
            El evangelio de Mateo acentúa intencionalmente la morales de la enseñanza de Jesús.

            5.5.- La Ley.
            Mateo está muy preocupado por el cumplimiento del AT. En su evangelio se usarán unas 41 citas, 37 de las cuales son introducidas con una fórmula esteriotipada de cumplimiento: "para que se cumpliera lo dicho por..." La mayor parte de estas referencias provienen de los textos proféticos, especialmente de Isaías.
            Con estas referencias del AT en su texto Mateo se propone ver la continuidad entre la antigua alianza y la nueva. Además consigue también afirmar en la comparación que el NT es más perfecto que el AT, porque lleva a término lo anunciado en los profetas.

            5.6.- Escatología.
            El primer evangelio posee abundantes llamadas que insisten en la necesidad de la vigilancia y denomina a la venida de hijo del hombre con una palabra técnica: parusía.
            Esta llegada del señor estará marcada por el juicio, en él se juega el hombre su destino.
            Todos los discursos del evangelio recuerdan este hecho de que el hombre debe dar cuentas a Dios de su comportamiento.
            La comunidad mateana no esperaba una parusía inminente y se hace continuas referencias a ella y al juicio es porque quiere forzar la conversión de los todavía no dan los frutos deseados.

6. Anexo sobre la autoridad en la comunidad de Mateo:
            En este apartado vamos a intentar asomarnos a la problemática interna de la comunidad de Mateo, pero sólo desde el ámbito que nos interesa, desde la autoridad.
            Lo primero que nos llama la atención al respecto es que la autoridad como tal  sea uno de los temas vertebrales de Mateo. Así lo veíamos al estudiar el texto de Mt 28,16-20[39]. Ello nos induce a pensar que, en el momento en que se redactó el primer evangelio, la autoridad constituía uno de los problemas fundamentales de la comunidad.
            La existencia de dicho problema es lógico, si tenemos en cuenta que, el evangelio se redactó en un momento en que la comunidad se estaba consolidando como diferente de las sinagogas, de donde entendemos se había separado. Y es que una comunidad que se está organizando necesita conocer su estructura interna, necesita saber a quien recurrir para la toma de cualquier decisión[40]; sin embargo, estas comunidades (la de Mateo, y las demás comunidades cristianas), que recién se habían separado del judaísmo, carecían de ciertas estructuras. El primer problema a la hora de la separación fue: ¿quién es en adelante la cabeza visible de la comunidad? ¿Quién es la autoridad máxima a la que todos deben obedecer? Éste fue un problema de todas las comunidades, que mientras estuvieron a la sombra de las sinagogas tuvieron  resuelto[41].
            En el caso de la comunidad de Mateo, el evangelista quiere hacer frente a este problema presentando en primer lugar a una autoridad superior a todos, la de Jesús, como vimos en Mt 28,16-20. Y es que en este momento la comunidad corría el riesgo de desviarse siguiendo a los que se presentaban como potenciales líderes (profetas carismáticos). Éstos, a primera vista parecían ofrecer una alternativa a las esperanzas de muchos judíos y gentiles que, ante el sistema de explotación romano esperaban un cambio de gobierno, bien fuera por intervención de Dios o de los hombres[42].
            En este contexto es donde Mateo propone una nueva vía: reinterpreta el mesianismo de Jesús y su propuesta, haciendo que en Él se cumplan las esperanzas de ambos grupos[43]. A partir de aquí Jesús es el Mesías de los judíos y el rey esperado de los paganos. Los miembros de la comunidad ya no tendrán que ir detrás de otro que se presente como el Cristo, como el Mesías, porque ya este vino y su mensaje está contenido en el evangelio, el cual se erige por encima de cualquier otra ley.
            Los carismáticos itinerantes son gente de mucha oración (que dicen: “Señor, Señor”) y que en el nombre de Jesús profetizan, expulsan demonios y hacen muchos milagros, pero, algunos de ellos solo hacen daño[44], no dan buenos frutos ni practican la justicia cristiana[45], objetivos principales en el nuevo reino propuesto por Jesús, según Mateo. Por dentro son lobos rapaces, que con sus falsas doctrinas sobre la ley desvían el comportamiento de muchos (Mt 7,15-23)[46].
“Parece que detrás de estos graves defectos prácticos se encuentran desviaciones doctrinales. ¿En qué consistían? Probablemente en un entusiasmo espiritual que les llevaba a considerarse por encima de la Ley y a promover actitudes libertinas”[47].
            Mateo aquí tiene que enfrentarse con cristianos de tendencia judaizante radical, judeo-helenistas radicales y a herederos de Pablo, que, tras la marcha del apóstol, lo interpretaban en línea libertina[48]. Ante ellos, Mateo tiene que invitar constantemente a la acción. Un término relevante en dicho contexto es “poca fe”[49], motivo de parálisis en otras áreas de la vida cristiana. La comunidad necesita que alguien la exhorte a la perseverancia, la fidelidad, la praxis, la fe valerosa. Se trata del problema básico: cómo un cristiano o una comunidad sigue siendo lo que es sin claudicar[50]. U. Luz entiende que la falsa profecía y la falsa doctrina fueron problemas que la comunidad tuvo que afrontar pero que han pasado ya a un segundo plano[51].  
            En fin, en este terreno, el principal problema al que Mateo tuvo que enfrentarse, fue al de definir quién era la verdadera autoridad de la comunidad, a quién debían seguir sus miembros cuando tras separarse de las sinagogas, se había creado, en la comunidad cristiana, un vacío de poder. Ante tal situación,  los miembros de la comunidad corrían el riesgo de copiar los modelos que tenían más cerca, es decir, las estructuras de poder de las que ellos mismos habían formado parte: las sinagogas[52]. La comunidad estaba tentada de organizarse al estilo de éstas, o bien imitar otros modelos de autoridad conocidos por ella, ya procedieran éstos del ámbito de la vida pública o familiar: así, por ejemplo, el paterfamilias era el dueño de la casa, otros se erigían como los verdaderos intérpretes de la palabra de Dios (escribas), o como verdaderos maestros, etc. Ante todos estos modelos de autoridad, conocidos y practicado por la comunidad, Mateo propone como autoridad única a Cristo (Mt 23,1-12). Es a Él al que hay que seguir, pues todos los demás son iguales, es decir, hermanos.



[1].- Eusebio de Cesarea. Historia Eclesiástica. III, 39, 16.
            Una vez más, se atribuye a Papías la afirmación que confirma la autoría del primer evangelio al apóstol Mateo.
            Realmente Mt 9,9 y 10,3, son los textos que permiten hacer esta atribución. Y sea quién fuere el autor, el evangelio pretende legitimarse apelando a la figura de Pedro.
            "Mateo en lengua hebrea ordenó las sentencias, pero cada uno las tradujo como podía mejor".
            Jerónimo. De viris Illustribus, 3
            "Mateo, llamado Leví, publicano antes de apóstol, fue el primero que compuso un evangelio de Cristo en Judea, para los creyentes de la circuncisión, con letras y palabras hebreas; no es del todo seguro que más tarde se tradujese al griego. El texto hebreo mismo se conserva todavía hasta el día de hoy en la biblioteca de Cesarea".
[2].- Mateo se presenta como un escritor judío. Desde la genealogía del capítulo primero hasta las precisiones sobre la muerte y la resurrección de Jesús, pasando por las instrucciones sobre la ley nueva, la oración, la limosna, el ayuno, el Templo, la tradición, etc. Casi todo lo que en él aparece nos hace pensar en las costumbres y conflictos del judaísmo del siglo I. No obstante, el griego que usa, es mucho más elegante y correcto que el de Mc aunque mucho menos que el de Lc.
[3] Antioquía de Siria era una ciudad estratégica, a unos 480 kilómetros al norte de Jerusalén, y no lejos del mar Mediterráneo, al que se accedía por el cercano puerto de Seleúcida. Había sido fundada alrededor del año 300 a.C. El año 64 a.C. pasó bajo control romano y desde el 27 fue la capital de la provincia imperial de Siria. F. Josefo la señala como la 3ª ciudad del imperio, siendo superada sólo por Roma y Alejandría (BJ III, 29). Desde su principio fue una ciudad de encrucijada, fundada como avanzadilla de la civilización griega en territorio semítico. Predominaba el griego, sobre todo en las clases alta y media, mientras que el arameo era la lengua normal en las zonas rurales.
    La comunidad judía estuvo allí presente desde la fundación de la ciudad. Su proximidad a Palestina, su importancia comercial y administrativa atrajo a muchos judíos. Fue una de las tres ciudades con mayor población judía durante el imperio romano. Los judíos gozaban allí del reconocimiento de su personalidad jurídica y tenían derecho a seguir sus propias leyes. Vivían en distintos barrios de la ciudad y tenían varias sinagogas. Durante el siglo I d.C. llegaron a gozar de tal esplendor que se convirtieron en un atractivo para los paganos, hasta el punto de que muchos se hicieron prosélitos. Su esplendor comenzó a mermar a partir de los años 66-70. Véase: J. Núñez R., El Evangelio en Antioquía. Gál 2,15-21 entre el incidente antioqueno y la crisis gálata, Salamanca 2002, pp. 76-81; R. Aguirre, La Iglesia de Antioquía de Siria, Bilbao 1988, pp. 13-19; R. Aguirre y A. Rodríguez, Evangelios sinópticos y Hechos de los Apóstoles, Estella 20015, p. 263.
[4] J. A. Overman, apoyándose en los estudios actuales sobre Mateo ha localizado dicha comunidad en Galilea, específicamente en Tiberíades o Séforis. J. A. Overman, Matthew`s Gospel and Formauive Judaism. The Social World of the Matean Community, Minneapolis 1990, p. 158s.
[5] P. Bonnard, Evangelio Según San Mateo, Madrid 1976, pp. 19-20; G. Theissen, La redacción de los evangelios y la política eclesial, Estella 2002, p. 53.
[6] Véase: E. W. Stegemann y W. Stegemann, Historia social del cristianismo primitivo. Los inicios en el judaísmo y las comunidades cristianas en el mundo mediterráneo, Estella 2001, p. 307.
[7] R. Brown and J. Meier, Antioch and Rome, London 1983, pp. 18-27.
[8] W. Marxsen, Introducción al  Nuevo Testamento, Salamanca 1983, p. 163.
[9] R. Brown, Introducción al Nuevo Testamento. Vol. I, Madrid 2002, p. 297.
[10] U. Luz, El Evangelio según San Mateo I, Salamanca 20012, pp. 102-104. Ver también: D. Hill, The Gospel of Matthew. (The New Century Bible Commentary), London 1984, pp. 50-52; U. Luz, El Evangelio... Vol..., p. 86-90
[11] R. Aguirre y A. Rodríguez, Evangelios sinópticos..., pp. 263-266; R. Aguirre, La Iglesia..., pp. 43-49.
[12] R. Aguirre, “Historia de la investigación sobre el evangelio de Mateo”, en R. Aguirre y A. Rodríguez (eds.), La investigación de los evangelios sinópticos y Hechos de los Apóstoles en el siglo XX, Estella 1996,  p. 164. Véanse también: G. Segalla,  Panoramas del Nuevo Testamento, Estella 20003, p. 138;  J. Auneau, F. Bovon y otros, Evangelios sinópticos y hechos de los apóstoles, Madrid 1983, p. 181.
[13] G. Theissen, La redacción..., p. 54; G. Theissen y A. Merz, El Jesús histórico, Salamanca 2000, p. 49. Ver también: D. Hill, The Gospel..., pp. 48-50; J. Auneau, F. Bovon y otros, Evangelios sinópticos y hechos de los apóstoles, Madrid 1983, p. 147.
[14] Véase: E. W. Stegemann y W. Stegemann, Historia social..., p. 306.
[15] R. Brown and J. Meier, Antioch..., pp. 15-17.
[16] U. Luz, El Evangelio... Vol. I..., p. 105; R. Aguirre y A. Rodríguez, Evangelios sinópticos..., p. 267.
[17] D. Senior, “Directions in Matean Studies”, en: D. E. Aune (ed.), The Gospel of Matthew in Current Study, Michigan 2001, p. 8.
[18] R. Aguirre y A. Rodríguez, Evangelios sinópticos y Hechos de los Apóstoles, Estella 20015, p. 262; R. Aguirre, “La comunidad de Mateo y el judaísmo”, EstBíb 51 (1993), p. 246; G. Theissen, La redacción..., p. 90.
[19] J. Núñez R., El Evangelio..., p. 75.
[20] R. Aguirre, La Iglesia de Antioquía..., pp. 46-47.
[21] J. A. Overman, Matthew`s Gospel..., pp. 152-154. Véase también: E. W. Stegemann y W. Stegemann, Historia social..., pp. 307-308.
[22] Véase: J. A. Overman, Matthew`s Gospel..., pp. 89-90.
[23] Mt 4,23; 9,35; 10,17; 12,9; 23,34
[24] Mt 5,11-12; 10,17.23; 23,33-39. R. Aguirre y A. Rodríguez, Evangelios sinópticos..., p. 262.
[25] U. Luz, El Evangelio... Tomo I..., p. 97.
[26] R. Aguirre, “La comunidad de Mateo y el judaísmo”, EstBíb 51 (1993), p. 243.
[27] F. Vouga, Los primeros pasos del cristianismo, Estella 2002, p. 173.
[28] E. W. Stegemann y W. Stegemann, Historia social..., p. 309.
[29] Mt 4,23; 9,35; 10,17; 12,9; 13,54.
[30] A. Piñero (ed.), Orígenes del cristianismo. Antecedentes y primeros pasos, Córdoba 1991, p. 341.
[31] R. Trevijano, Orígenes..., pp. 46-47.
[32] Mt 5,20; 15,14; 23,13.26.27; etc.
[33] Véase: R. Aguirre, “La comunidad de Mateo y el judaísmo”..., p. 247.
[34].- CASALINI, N.: Il vangelo di Matteo come racconto teologico. Jerusalem, Franciscan  Printing Press, 1990.
            Estructura su estudio siguiendo el esquema narrativo siguiente:
                        Mt 1, 1-2,23: libro de los orígenes de Jesucristo.
                        Mt 3, 1-4,25: el inicio de la predicación
                        Mt 5,1-7, 29: el discurso del monte
                        Mt 8,1-9,34: Las obras de Jesús
                        Mt 9, 35-11,1: el discurso del envío
                        Mt 11, 2-30: Esta generación no cree
                        Mt 12,1-13,58: el discurso de las parábolas del reino
                        Mt 14, 1-16,12: Jesús no es reconocido como "pastor" de su pueblo.
                        Mt 16,13-18,35: Discurso sobre los pequeños.
                        Mt 19,1-21,17: Viaje hacia Jerusalén
                        Mt 21,18-23,39: Discurso contra los escribas y fariseos
                        Mt 24,1-25,46: Discurso sobre el fin.
                        Mt 26,1-28,20.Pasión, muerte, resurrección y ascensión. Mandato misionero.
[35].- San Jerónimo, Ireneo de Lyon y Eusebio de Cesarea pensaban que el texto de Mt se había escrito en Palestina y  originariamente en hebreo o arameo. Esta idea hoy no es admisible y se defiende la existencia de un original griego.
[36].- Son tres: las tentaciones (Mt 4,1 -11), la práctica de la justicia: ayuno, limosna y oración (Mt 6, 1-10), las negaciones de Pedro (Mt 26, 69-75), las tres series de milagros de tres milagros cada una (Mt 8-9), son tres las veces que ora Jesús en Getsemaní (Mt 26, 36-46).
[37] Son siete: las peticiones del padrenuestro (Mt 6,9 ss), las lamentaciones o ayes de Jesús (Mt 23, 13-36), las parábolas de Mt 13, los antepasados de Jesús (Mt 1,17), las veces que hay que perdonar (Mt 18, 22), los panes de la multiplicación, etc.
[38] Son dos: los endemoniados de Gerasa (Mt 8,28 ss), los dos ciegos de Mt 9, 27-31; de nuevo dos ciegos en Mt 20,29, etc.
[39] En Mt 28,16-20, considerado la conclusión del evangelio, se presenta la autoridad como uno de los tres temas principales del texto, y por ende, de todo el evangelio.
[40] Es muy difícil, o casi imposible, que un grupo pueda funcionar sin un mínimo de organización, sin que se sepa a quien recurrir para la solución de problemas o la coordinación de las actividades.
[41] Las sinagogas tenían su estructura de autoridad bien definida: Dios era la autoridad máxima, seguido por la Torá, donde se encontraban sus palabras. Después estaban Moisés y los profetas. E inmediatamente dentro de la comunidad (pensando en una de la diáspora) estaban los escribas y los jefes de las sinagogas.
[42] Tanto en el ambiente judío como en el pagano existía la esperanza de un cambio total. Por parte de los paganos se esperaba un nuevo gobierno, que volvieran al dominio los orientales; mientras que los judíos aguardaban una intervención de Dios a través de un Mesías o de un sabio. G. Theissen, La redacción..., pp. 64-65.
[43] G. Theissen, La redacción..., pp. 65-67.
[44] Id., pp. 86-87.
[45] R. Aguirre, La Iglesia de Antioquía..., pp. 47-48.
[46] R. Aguirre y A. Rodríguez, Evangelios sinópticos..., p. 263.
[47] Id., pp. 248-249.
[48] R. Aguirre, La Iglesia de Antioquía..., p. 48.
[49] Mt 6,30; 8,26; 14,31; 16,8; 17,19-20.
[50] R. Aguirre y A. Rodríguez, Evangelios sinópticos..., p. 262.
[51] U. Luz, El Evangelio... Tomo I..., pp. 101-102.
[52] El ejercicio de la autoridad en la sinagoga podemos verlo reflejado en el texto de Mt 18,15-18. En él se presenta una metodología que permite solucionar problemas de disciplina. Ahora bien, según Mateo, para que dicha metodología tenga un espíritu cristiano se le ha de añadir algo más: la autoridad plena se reserva sólo a la comunidad, la cual aseguraría que las decisiones que se tomen siempre serán para bien de los hermanos.  

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